Fuertes palabras para Massimo Parrow, porque de repente se aleja de Selene, no quiero escucharla más y menos de que ella esté llorando.Se siente un asco de hombre, en su corta edad, digamos desde que empezó una vida sexual, las mujeres siempre lo han halagado por ser un adonis en la cama, pero ahora, Selene, la Curvy de sus pesadillas, aunque no lo quiera aceptar, lo está opacando, está lastimando su ego de hombre.Sin decir una palabra, busca su ropa en la oscuridad y se empieza a vestir. Su amiguito que estaba erecto y ansioso por sentir paredes húmedas y estrechas, se ha dormido. —¿Qué haces?— pregunta Selene, mientras observa la silueta de Massimo Pero simplemente el hombre no le responde, y el que calla otorga, sin embargo, Selene no se siente bien consigo misma.Al ver el acercamiento de Parrow, se desespera e intenta soltarse nuevamente, pensando que él le iba hacer algo, pero no, lo que hace es soltar una mano y luego retroceder, para así, marcharse.—¿¡Massimo!?— lo menci
Massimo Parrow, sabía que ella lo estaba mirando, pudo sentirlo. —vamos, es hora de ser atendido como un rey— dijo dándole una nalgada en el trasero—lo que tú digas guapo— sonríe ampliamente buscando sus labios con ferocidad y mientras se besan caminan a la habitaciónY allí quedó Selene, estática, sin poder dejar de mirar a la terraza solitaria, dónde escasos segundos vio al hombre que ama con otra mujer y eso fue demasiado frustrante. Sentía que sus huesos dolían, que necesitaba acostarse en la cama y llorar, sacar todo ese sentimiento amargo que la tiene inmóvil, porque siente que no puede moverse, ir no puede caminar hacia su habitación.—eres un idiota Massimo, pero todo este dolor que me estás haciendo sentir, la vida te lo devolverá el doble— dijo entre dientes, con su voz entrecortada por llorar. Al bajar su mirada, se percata de los trozos de vidrios rotos por haber dejado caer la copa, y da un paso hacia atrás para no cortarse. Aunque las piernas no le dan, porque es com
—¡No lo hagas!— interviene Selene pero, demasiado tarde—¡Selene, tienes 20 minutos para reunirnos!— ordena Massimo y Mariano arquea una ceja —¿Quién es usted, para que se atreva a hablarle a una mujer maravillosa como ella, de esa forma?— Mariano habló tan determinante que Selene le hace señas de que cuelgue la llamada—¿Quién carajos, habla?— pregunta Massimo y camina de un lado a otro —un hombre que tiene más pelotas que tú, y que sabe perfectamente que a una dama, como a Selene Villarreal, no se le habla de esa forma —¡No te importa, maldito imbécil!— le gritó Massimo, perdiendo la cordura —¡Sí me importa!— gritó aún más fuerte —¡No la molestes! Algún día no muy lejano te veré besando sus pies, cobarde de mierda— cuelga la llamada —¿Cobarde? ¡Cobarde...!— Massimo no dijo una palabra más, porque sabe que le han colgado la llamada —¡Ahh maldita sea!— espetó furioso y sintió el impulso de lanzar su móvil a la pared más cercana pero, se aguanta—¿Qué carajos?— Selene le quita el
—estaré ansioso porque llegué la noche— en realidad Jorge se emocionó con las palabras de Selene Parrow, hace una mueca de disgusto que ninguno de los tres que están a sus espaldas pudieron ver. Él continúa caminando, pero no piensa ser burlado, pues tienen un plan perfecto.Cuando Massimo se marcha por completo, Selene suelta el aire retenido. —¡Santa madre!— exclama Mariano y agarra la copa que contiene jugo de naranja y la bebió a fondoJorge no deja de mirar a Selene, aunque sabe perfectamente que algo le pasa con Massimo, también sabe que es su oportunidad para conquistar el corazón de Selene.Ella se suelta del agarre de Jorge, y baja su mirada por la vergüenza. —Entonces... ¿Nos vemos esta noche?— pregunta Jorge y sus ojos brillanEl rostro de Selene se sonroja hasta sus orejas.—Jorge yo dije todo eso porque...— Mariano la interrumpe, sabe que ella iba a ser sincera con Jorge—en la noche, nos vemos, Jorgito— Mariano le guiña el ojo —en tus sueños Mariano, no me mires con ga
—¡Israel!— lo menciona Selene sorprendida, no esperaba ver a su hermano —¿Eres sordo?— pregunta Israel —¡Suéltala!— empuña sus manos—ella y yo tenemos que hablar, creo que es lo suficientemente grande para defenderse— responde MassimoClaramente Massimo Parrow y Israel Villarreal hay una brecha de enemistad, se conocen desde pequeños pero no han socializado, sin embargo, hay rivalidad entre ellos, por negocios y mujeres. Israel sabía que su hermana iba a trabajar para Massimo Parrow, y aunque quería detenerla no podía, ella es mayor de edad y puede tomar sus decisiones, pero realmente es su momento para alejarla de Massimo.—¡Te dije que la sueltes!— Israel es un demente para las peleas, es una bestia al igual como lo era su padre en sus años de gloriaAgarra el brazo con que Parrow sostiene a su hermana y lo fuerza a soltarla, inmediatamente al hacerlo, su escolta mayor; Nike, se acerca a Selene y la protege.—¡No te metas, Villarreal!— Parrow lo señala —¡Israel por favor, cálmat
Massimo se incrementó de odió, se sintió tan humillado por parte de Israel, que quiere acabarlo y hacerlo sufrir, no piensa quedarse de brazos cruzados luego de tal humillación, así que pensará en que podrá hacer para arruinar a Israel.Lo peor de todo es que al regresar al salón de juntas, los inversionistas no están.—¡Esto no puede estar pasando!— exclamó furioso y luego empuña su mano derecha, la lleva a su boca y muerte soltando un grito ahogadoCuando Mariano llega al lugar que le dijo Selene, puede verla llorar mientras tiene su mirada fija al mar.—mi gordita bella— se agacha y se sienta sobre la arena —Mi vida es muy miserable, Mariano. Es la primera vez que me enamoró y trae muchos problemas, ahora mi hermano...—Querida, no discutas con tu hermano , solo quiere protegerte, te ama y hasta a mí me duele que Massimo te haga daño porque te amo. Tu hermano está preocupado por tí—Lo sé, pero esto puedo resolverlo sola, y no... Pasa que Israel toma cartas en el asunto complican
Jorge hace una expresión en su rostro de que no lo puede creer, así que mira hacia los lados pensando que es una broma, literal Selene lo tomó por sorpresa.Pero su reacción le preocupa a ella, porque la hace sentirse insegura y de que metió la pata.—yo...— Selene baja su mirada, por lo que Jorge entiende que es real—¡Selene!— posa sus manos en el rostro angelical de ella, y luego se acerca más, quedando a escasos centímetros —¿Dime qué es cierto?— susurra Y Parrow que los está mirando empuña sus manos y lanza una mirada asesina.—lo es... ¿Ya no quieres?—no te imaginas cuando lo deseo— la besa, tomándola por sorpresa, un beso apasionado, uno que tanto él necesitaba, pero pasa algo... Selene no siente calor en ese beso, esa marea de calor que le hace sentir Parrow Massimo no soportó estar más en ese lugar, pero ya vio lo que tenía que ver, justamente para continuar con su plan maquiavélico.Selene hace su rostro hacia atrás para que Jorge ya la dejará de besar, debido a que ella
Jorge observa el taxi hasta que desaparece, mientras en sus labios se dibuja una sonrisa amplia, ahora con más razón, desea poder terminar rápido su trabajo, para ir por Selene y lograr que ella se enamoré de él.En el taxi.Mariano está cruzado de brazos, observando por la ventana, las calles hermosas de Inglaterra, la noche la hace más hermosa y perfecta.—ya puedes decirlo...— Selene sabe que él está sumergido en sus pensamientos, que está a punto de estallar y decirle hasta de que se va a morir—¿Para qué? ¿Acaso mi opinión te va hacer retroceder en una decisión que ya tomaste?— le habla en tono de voz molesto, sin dejar de mirar las callesSelene suspira y hace su cabeza hacia atrás para relajar un poco su cuello, ya que está tenso hasta sus hombros.—no estés molesto, Mariano. Sé porque estoy haciendo esto —Selene, quizás Jorge te guste, pero es un estúpido gusto como decir que me gusta tus gafas, en un puto gusto que te das y luego ya te estorba ¿No pensaste en eso?—de verdad