Los gemidos ahogados gracias al beso hambriento los hacen disfrutar más. Aquellas caricias posesivas hacen quemar la piel, incitando el placer. Ni siquiera les importa si los ven, solo existen ellos dos.Cuando Oliver se corre dentro de Aurora, le sonríe maliciosamente. —me saliste gata...— lo dice con dificultad, porque está agitado debido a la fuerza que tuvo que hacer —¿No te gusta?— pregunta mirando los labios rojos de aquel hombre que es su tentación —todo de tí me encanta y más si te vuelves, una fiera marcando territorio —¿Eres mío Spencer? —lo soy...—vamos al baño, quiero más de ti Oliver oculta el asombro por la propuesta indecente de Aurora. —¿Ahora entiendes por qué me vuelves un demente?— la besa con tal rudeza que le hace dolor los labios, pero le encanta —vamos a tu habitación, quiero que estemos solitos— la baja cuidadosamente —no tienes idea de todo lo que te voy a hacer Aurora sonríe satisfecha. —no sabía que bailabas a un nivel de perfección, quiero que baile
Aurora aún está procesando la información, literal, se esperaba cualquier cosa menos que Oliver Spencer, sea estéril.Lo peor de todo, es que Oliver al no escuchar palabras por parte de Aurora, lo hace sentir por primera vez en su vida, inseguridad. Después de todo, siempre hay una primera vez y más cuando alguien te importa tanto.—perfecto. Acepto la derrota— Oliver busca su camisa, la cual está en el suelo y se la coloca Momento en el que Aurora lo mira aterrorizada y corre sus brazos, dándole un fuerte abrazo mientras solloza. Siente que Oliver es muy sincero y que sus palabras le tocaron el corazón.—si tan solo me aceptas con mi condición, te juro, Aurora parrow, que te haré feliz, no llores por favor— seca las lágrimas que se deslizan por las mejillas de su mujer —aun así lo quiero todo contigo— confiesa Aurora —pero debes dejar esa vida por favor, no tardes en hacerlo, no quiero que luego te pase algo peor... Que mueras...— solloza aún más, por lo tanto, Oliver la abraza, no
Aurora parrow, jamás se había sentido tan feliz como al estar en los brazos de su mafioso. La noche llegó dándole paso a la hermosa media luna y aquellas estrellas que brillan como dos luceros en el cielo.—estoy feliz— sonríe sin dejar de mirar el Cielo. Ambos están acostados boca arriba mirando el cielo, sintiendo el frío recorrer sus cuerpos, sintiendo la plenitud del amor y paz en sus vidas —Me alegra escuchar eso. Pero... Tengo algo importante que decirte— Oliver tiene la atención de Aurora —¿Es algo malo?—No. Ven, de pie— le pide y ambos lo hacen para luego colocarse de pie —me estás asustando— Aurora pasa saliva Spencer sonríe con esa malicia que lo caracteriza y que a ella la seduce. Él saca su móvil y envía un texto dándole la orden a Ramos, una sorpresa que tiene para su traviesa mujer.—Oliver, me asustas, solo dime ¿Qué sucede?—por favor, mira hacia allá— señala y Aurora obedece, siente sus piernas temblar, el misterio para ella es una tortura, además por el frío qu
—¡Ya fue suficiente!— grita Aurora a todo pulmón —quieran o no, Oliver es mi hombre, lo amo y él me ama, ¡Al diablo lo que ustedes piensen!— Aurora se acerca a Oliver y lo abraza sin importar que sus hermanos lo tienen detenido —veremos qué dirán nuestros padres cuando se enteren de esto— dice Massimo y Aurora se preocupa, sus padres saben la verdad Israel le hace una seña a sus hombres para que ataquen, pero en eso llega Selene y Dulce María.—¡Alto ahí!— Selene ordena con voz de mando a los escoltas de su hermano —aquí nadie va a pelear. ¿Para eso dijieron que iban a tener un momento de hombres?— mira con desdén a su hermano —pequeña, no te metas— Israel sabe que todo se arruinó —¡Cállate Israel! Estoy embarazada y quiero tener paz. Mi embarazo ha sido difícil, necesito tener paz ¿Pueden? ¡Y tú Massimo Parrow!— lo señala muy furiosa —cariño debes calmarte, no le hace bien a nuestros bebés—¡Debías pensarlo antes de planear toda esta atrocidad! ¿Pensaron que no me iba a dar cue
Aurora tuvo una fuerte disputa con su hermano Miguel. Al cual dejó hablando solo y se fue a su habitación. Está ansiosa, sí, pero a su vez feliz por la propuesta matrimonial de Spencer, sin embargo, está al pendiente de que su amor toque la puerta para abrirle y lanzarse a sus brazos. ¿En qué momento surgió un amor tan fuerte? Las buenas atenciones, la inteligente y la guapura construyeron un amor que ambos sin darse cuenta, empezaron a sentir.Está sentada en el sillón, esperando impaciente el toque, pero nada y eso la preocupa. —¿Oliver... Te estoy esperando?— susurra sin dejar de mirar la puerta y allí espera unos minutos sintiendo sus ojos arder, además del cansancio que siente su pobre cuerpo. Cuando unas manos la tomaron desprevenida, al cubrir sus ojos cegando su visión Su corazón se paraliza del susto, pero ese olor varonil de Oliver está tan impregnado en sus fosas nasales que lo conoce perfectamente. —¡Amor...!— exclamó emocionada y él la suelta La chica se pone de pie co
—¡¡Oliver!!— lo menciona a gritos, corre a la sala pero él ya se ha marchado por la terraza —no por favor no— se desplomó en el suelo, quedando de rodillas con su corazón hecho añicos, no se esperaba una situación así, es tanto que lo ama que le arde el corazón por saber que se ha ido y no sabe cuándo volveráSpencer llega al auto. Dónde Ramos lo esperaba con gran preocupación. —lamento la insistencia señor, pero el jet está listo —perfecto— se sube mirando hacia la entrada del hotel, Ramos camina para subir al auto como acompañante del conductor —Ramos, te quedas aquí —Pero señor... Usted me necesita —necesito que cuides a mi mujer, no quiero que se de cuenta de que la vas a estar vigilando —entiendo señor. Por favor, cuídate—no es necesario que lo digas, pero presta atención Ramos, todo lo mío será de Aurora si algo me llega a pasar, quiero que cada vez que mi mujer vaya a la mansión, la atiendan como la reina que es. Hombre que se le acerque, lo sacas del camino. Ella es solo
—¡Llegaron!— el padre de Spencer saca su arma de la mesita de noche, mientras que Oliver se asoma a la ventana y observa el enfrentamiento que hay afuera —tenemos que irnos, padre— le dice acercándose para ayudarlo —no, solo seré una carga, vete hijo, lleva a tu madre —¡No padre! —¡¡Los italianos están aquí!!— Daniela sostiene su arma —esto es una maldición, fue un error volver a esta vida Emiliano —no debemos buscar culpables cuando ambos quisimos. Ven cariño— extiende su mano sacando fuerzas Daniela se acerca rápidamente, ama a su esposo. Ella lo conoció en el peor momento de vida, él la salvó de que no saltará al vacío, en aquel tiempo, ella quería acabar con su vida, por la vida de mierda que tenía con su padre, por la mala jugada de la que decía ser su mejor amiga. A pesar de la diferencia de edad, ambos se han amado con la misma intensidad desde que formaron sus vidas juntos.—No tenemos tiempo para esta conversación, lo que debemos hacer es salir de aquí. Por lo menos S
Aurora no durmió en toda la noche, luego de aquella conversación con sus hermanos y cuñadas, Emilio no salía de su mente, es como si escuchara su voz haciendo eco, como si le dijera lo mucho que la ama. Eso la hacía llorar sin cesar.Sin muchos ánimos y con resaca por haber bebido sin límites, continúa tomando las fotografías. Cuando de repente, algo llama mucho su atención, una señora de edad llorando.No pudo evitar preguntarle, así que se acerca por si ella puede ayudarle. —disculpe ser entrometida ¿Puedo ayudarle?— pregunta gentilmente, cuando aparece una chica muy pero muy hermosa de piel morena —doña Eliza, el taxi ya llego— era notable que la chica también había llorando —gracias mijita— dice la señora a la joven de piel morena —y tú, querida, gracias por acercarte, estoy con mi alma rota porque mi hijo amaneció muerto en las orillas del mar, aún no se sabe que le pasó, no tiene heridas, fuertes golpes, nada— solloza provocando en Aurora escalofríos y sus ojos se tornan llor