Su comentario me hace fruncir el ceño, y mi mente se llena de imágenes de él: su sonrisa despreocupada y la forma en que su cabello gotea agua. “De verdad, Sam, cállate. No necesito tus comentarios.” Mi voz sale más áspera de lo que pretendía, y siento un pequeño remordimiento al notar la sorpresa en su rostro. Pero, ¿qué más puedo hacer? Cada segundo que pasa me recuerda que tengo que mantener la distancia, que él no es para mí, que tengo orgullo y debo defenderlo.Avanza hacia las reposaderas, justo donde estamos. Estoy segura de que vendrá a buscar conversación, pero haré lo que siempre hago: ignorarlo. “Aquí estás. Toma tu celular, estuvo sonando un rato y me desconcentró. Estúpido”, dice Isabela, que apareció a nuestro lado. Ni siquiera la sentí llegar. “Gracias”, responde él, tomando el teléfono, que vuelve a sonar. Uso toda mi concentración para escuchar una voz femenina, bastante coqueta, al otro lado de la línea. Él comienza a alejarse. “Sí, estoy por salir para allá. Cla
“Clara, prepárate, zorra, que nos vamos de compras,” me dice Sam, muy feliz.“¿No se supone que no tenemos permitido salir?”“Más que no salir, es que no nos separemos. Cassandra va con nosotras y Jeanet con Isabela. Al final, necesitamos comprar algunas cosas; la convencí anoche.”“No quiero saber que técnicas utilizaste.”“Estúpida, vamos, solo quiero que te distraigas un poco. Si no te veo sumergida en algún libro, estás babeando mientras miras a Barbie ken entrenar.”“¿Cómo sabes eso?”“¡Ja, ja! Te hemos visto varias veces, pero tranquila, que de esta casa no sale,” se ríe nuevamente y me empuja hacia la salida. “Vamos, la camioneta ya está afuera.”Viajamos alegremente escuchando la música de Jeanet, hasta que llegamos a uno de los centros comerciales del centro y vamos de tienda en tienda comprando ropa, lencería y algunos artículos que necesitábamos. Después, de abarrotarnos de bolsas con las compras isabela llama a los guardaespaldas para que se lleven todo al auto y nosotras
“¿Nadie más?”, repitió, avanzando un paso. El silencio era absoluto. “¡Entonces, o se largan ahora o comenzamos la masacre!”, rugió con tal intensidad que varios lobos retrocedieron de inmediato.“Vamos, es solo un vampiro. No es más fuerte que nosotros”, gritó otro desde alguna parte. A este punto, mi visión comenzaba a nublarse. Oí golpes cerca, abrí los ojos justo cuando un vampiro se lanzaba hacia mi cuello, pero Estefan lo partió en dos antes de que llegara a mí.“Rodéenla”, escuché a Samantha decir. No entendí hasta que vi cómo formaban un círculo protector alrededor de mí, bloqueando cada ataque. Los cuerpos de lobos y vampiros caían a los pies de mis protectores, reducidos a polvo.Miré mi costado. Mi sangre goteaba. ¿Cómo no lo había visto antes? Un trozo de vidrio estaba clavado en mi costado. Intenté sacarlo.“No lo hagas”, la voz de Estefan fue firme. No entendía por qué, pero lo obedecí. Mi pierna también tenía un gran corte. Mierda, ¿cómo no había notado nada de esto ant
Estefan Anderson Escuchar a esa maldita escoria hablarle así a mi lobita blanca me llenó de una ira incontrolable. No podía seguir escuchándolo, así que lo despedacé rápidamente. Y a los que quisieron pelear, pobres estúpidos, debieron haber aprovechado la oportunidad de huir mientras podían. Les di esa opción por ella, pero ni siquiera así quisieron tomarla. Acabamos con cincuenta bastardos, y habría seguido con el resto si no fuera porque ella necesitaba ser atendida. Sus heridas eran profundas, y aunque luchaba por mantenerse en pie, yo sabía que se estaba desangrando.Solo por ella el resto sigue con vida.Ahora, mientras ella se recupera, finalmente puedo respirar tranquilo. Además, parece que nuestro conflicto se está desvaneciendo, porque al fin he podido probar esos labios que me vuelven loco. Cuando estuvo completamente recuperada, le conté la razón por la que siempre he tenido miedo de perder a la familia que me acogió. Le hablé de cómo perdí a mi propia familia en manos de
Después del último ataque, donde la más perjudicada fue Clara, todo ha encajado para que resuelva sus problemas con Estefan y, al mismo tiempo, mejore su defensa. Siempre estuvo acostumbrada a pelear en equipo con otros lobos, pero este grupo es distinto, así que ha tenido que adaptarse y entrenar arduamente. Su entrenador personal es su obsesivo y perfeccionista novio vampiro, lo que la deja exhausta cada noche.Los cachorros están a pleno con sus estudios, aprendiendo sobre el mundo, su historia y cómo relacionarse. Sus tutores los hacen avanzar a un ritmo increíble; son como esponjas, absorbiendo todo y aprendiendo rápido. Pero no todo es estudio, también hay mucha diversión. Desde que el pequeño Kevin me declaró su amor y la guerra a mi sangre, los pasillos se han convertido en un campo de batalla, con ataques tras ataques y bromas estratégicas, de las cuales estoy segura de que Tim es la mente maestra, hasta asaltos grupales con mordidas y arañazos. Pensé que Cassandra se molesta
"Sangui, amor... ¿quieres ser mi novia?" repito, esta vez con menos confianza, temiendo haber dicho algo mal."¡Sí, sí, dije que sí!" exclama finalmente, abrazándome con fuerza y llenándome de besos por toda la cara."No, no lo dijiste", le respondo entre risas, dejando que su entusiasmo alivie mi ansiedad mientras recibo sus besos."Perdón, pensé que lo había dicho. Si quieres, lo grito", dice con una sonrisa traviesa.Niego con la cabeza, divertida. Siento que el alivio y la felicidad me inundan como una ola cálida. Tomo su rostro entre mis manos, lo acerco al mío y la beso. Es un beso suave, tierno, lleno de delicadeza, pero también cargado del amor que no puedo seguir ocultando.Es un poco extraño, considerando todo lo que hemos vivido: las idas y venidas, el descubrimiento de mi origen y, sobre todo, el hecho de que ya dormimos juntas desde hace bastante tiempo. Pero sé que debemos comenzar de nuevo, porque la amo, no puedo negarlo."Vamos a contarlo. Sí, vamos a decirles a todos
"Sangui, amor... ¿quieres ser mi novia?" repito, esta vez con menos confianza, temiendo haber dicho algo mal."¡Sí, sí, dije que sí!" exclama finalmente, abrazándome con fuerza y llenándome de besos por toda la cara."No, no lo dijiste", le respondo entre risas, dejando que su entusiasmo alivie mi ansiedad mientras recibo sus besos."Perdón, pensé que lo había dicho. Si quieres, lo grito", dice con una sonrisa traviesa.Niego con la cabeza, divertida. Siento que el alivio y la felicidad me inundan como una ola cálida. Tomo su rostro entre mis manos, lo acerco al mío y la beso. Es un beso suave, tierno, lleno de delicadeza, pero también cargado del amor que no puedo seguir ocultando.Es un poco extraño, considerando todo lo que hemos vivido: las idas y venidas, el descubrimiento de mi origen y, sobre todo, el hecho de que ya dormimos juntas desde hace bastante tiempo. Pero sé que debemos comenzar de nuevo, porque la amo, no puedo negarlo."Vamos a contarlo. Sí, vamos a decirles a todos
"No lo es, estúpida. Así ha pasado siempre en la manada. Incluso nos dieron clases de vida conyugal, ¿no lo recuerdas?" Intento hacer memoria, y creo recordar algo, pero muy vagamente."Seguramente estabas leyendo alguno de los libros que llevabas escondidos a las clases. Ja, no me sorprende de ti; jamás te vi interesada en emparejarte.""Bueno, ¿y lo de marcar les causa daño? ¿Les duele? No quiero hacerle daño a mi sangui." Comienzo a preocuparme por si llegara a pasar, ósea lo hot no me preocupa mi novia no tiene problemas con eso, siempre se pone así al verme, sus ojos la delatan."Isabela nunca se quejó. Aunque yo no me di cuenta en qué momento lo hice; estaba algo... ¿cómo decir? Inspirada," responde Jeanet, mientras clara la ve con una sonrisa burlona, Jeanet no puede evitar ruborizarse un poco."No sé cómo se hace. No he sentido ese... impulso. Lo quiero hacer, ¡Dios, estoy enamoradísima de ese maldito egocéntrico! Pero, de verdad, no sé cómo se hace. Se supone que es tu loba i