A los minutos Katerin sale del baño y se sorprende al ver a Zac, esperando por ella en el pasillo.

—ya la iba a llamar señora Aniston— dijo él y la mira a lo ojos, aquella vergüenza ya pasó y desea poder leer la mirada de ella

—descuide, todo está bien ¿No vamos?— pregunta ella y él asiente con la cabeza, ambos caminan al ascensor y Katerin juega con sus dedos, señal de nervios para Zac

—¿Y qué restaurante reservo?— pregunta él para entablar una conversación con ella

—es uno suyo señor Ferrero

—ya no estamos en horario laboral, es hora de comer, así que baja la guardia— habla Zac suavizando su voz

—no puedo— es sincera ella

—¿Es por lo del incidente del baño?— pregunta Zac y Katerin se atora con la saliva, la mujer empieza a toser, las puertas del ascensor de abren y ella es la primera en salir, ella retoma su compostura, aunque su rostro está enrojecido de la vergüenza, ella sonríe de manera forzada

—hagamos como si nada hubiera pasado ¿Le parece?— propone ella y Zac asiente, al sali