—no deseaba responder algo tan personal, ahora es mi turno, ¿Alguna vez, usted sea enamorado señor Ferrero?— pregunta ella intrigante

—que le digo señora Aniston... Es una pregunta bastante... Profunda para mi, y aunque me encanta besar sus labios se la voy a responder, como le digo siempre he sido un hombre solitario, pero hace años conocí a una mujer, la conocí en un viaje de negocios... La mujer había perdido a su bebé

—¿me puede explicar mejor, señor Ferrero?— Katerin bebió de su copa

—la encontré con su bebé muerto entre sus brazos— recuerda él

—¡ay por Dios, pobre mujer!— dice Katerin

—la ayudé y entablamos una amistad, ella entró en una crisis... Pero con la ayuda de médicos se soluciono, ella no tiene familia, así que bueno se refugió en mí y debo admitir que yo en ella, en sí... Las cosas pasaron de una amistad a una relación abierta, ella empezó a trabajar, me pidió ayuda para emprender en la moda, y así lo hice, ahora agarró vuelo y es una mujer independiente y empode