EnriqueIzel regresó, y yo debería estar al lado de ella. Sin embargo, me encuentro sentado en la sala de mi casa, tomando un poco de café mientras mi madre habla en voz animada sobre mi próxima boda, y lo felices que Carolina y yo seremos en nuestro matrimonio. No cabe duda que mi madre puede ser tierna y simpática cuando quiere. Yo, no puedo. En dos días Carolina y yo contraeremos matrimonio aquí, en la casa. Habrá una ceremonia en el jardín techado que hay al fondo, y luego la recepción se hará en la sala que, más bien, parece salón. Mis padres y sus padres se han encargado de todo y, no lo sé, pero creo que al menos Carolina puede opinar sobre su vestido, yo prefiero no opinar en nada. Carolina y yo, en las semanas que hemos estado juntos, hemos hablado poco pero lo suficiente. Ella es una mujer plana de carácter, obediente, sin mucho que decir o a hacer y manipulada por su madre que no la deja ni a sol ni a sombra. No tiene sueños, ni pasiones, no como Itzel, y lo único que hac
Izel -Un día antes de la boda de Enrique- Han pasado unos días desde que regresé a Madrid y todo está yendo muy rápido y ni siquiera he podido ver a Enrique de nuevo. En la tarjeta que me dejó con las flores, me escribió que más temprano que tarde nos volveríamos a ver qué, por lo mientras, confiara en Salvador y Thalia y no me olvidase de que me ama con todo su ser y toda su alma. También, me he comunicado con mi madre para decirle que todo está bien y que espero pronto pueda regresar a verles; aún no sé si ese día pueda llegar.Así que, mientras ese momento llega, he hecho todo lo que me han indicado y confiado en todo lo que mis amigos me han dicho y puedo decir que ahora soy una mujer completamente nueva, no solo por estar viviendo en otro país sino, por el cambio de imagen al que me he sometido guiado por Thalia. Ahora me veo un poco más sofisticada, con maquillaje y un corte de cabello que me favorece al por mayor y ropa tan bonita y fina que se amolda a mi cuerpo; lo único a
Enrique -Un día antes de la boda - La sonrisa de Izel es brillante, amplia, sincera. Ella corre hacia mí y se lanza hacia mis brazos para darme un abrazo tan fuerte que me regresa el alma al cuerpo. Acaricio su cabello largo y negro, ese aroma tan rico que ahora trae entre sus ropas y siento su calor lleno de amor. ⎯¡Te extrañé tanto! ⎯ me confiesa, para después soltarse a llorar⎯ te extrañé tanto como no tienes idea. ⎯Yo te extraño más…⎯ respondo y, acomodando sus dedos debajo de su mentón, hago que se levante su rostro para que me vea a los ojos ⎯ Izel, no tenemos mucho tiempo⎯ le comento. ⎯¿Cuánto? ⎯ pregunta. ⎯Una noche, solo esta noche…⎯ le comento. Izel se pone de puntillas y me da un beso sobre los labios. De inmediato mi cuerpo reacciona y mi corazón comienza a latir como loco. Ella se separa de mis labios y me dice ⎯ entonces, esta noche eres mío y de no existe el mundo ni nadie más. ⎯Siempre seré tuyo, esta y todas las noches de mi vida ⎯ la aclaro. Entonces, sin qu
Tú si sabes quererme ©Safe Creative Código 2011045801413Thalia Yo amo las bodas, las amo totalmente, Cuando era pequeña solía rogarle a mis padres que me llevaran a las de sus conocidos y amigos, y me gustaba imaginarme la mía propia. Me gusta sentir esa emoción al ver entrar a la novia con su precioso vestido de novia, ver el rostro del novio a la hora de posar sus ojos sobre ella y esas miradas que solo ellos saben lo que significan. Me gusta la música, los aplausos, el recibimiento del novio en el altar. Las últimas palabras que le dicen a la novia antes de entregarla al amor de su vida, y sobre todo los votos, esas palabras que expresan las promesas de una vida en pareja, los pilares de la vida que están a punto de construir. Sin embargo, esta boda a la que estoy asistiendo se siente muy diferente y mucho. No solo por que es en el invierno, dónde nos hay flores que florezcan, ni clima amigable para hacerla en un jardín, sino porque se puede sentir la tensión, la tristeza y la
Tú si sabes quererme©Safe Creative Código 2109289374098Enrique Hace unos meses atrás, me casaba con la mujer de mi vida, la que me había robado el corazón, la que me había enamorado a primera vista y que me fue difícil olvidar. Ahora, vuelvo a firmar un acta de matrimonio con una desconocida, una chica que no me inspira nada, ni siquiera un sentimiento de amistad así que supongo que esto es lo que significa cuando estas muerto por dentro. Dije votos neutros, nulos, mientras ella me dijo que me prometería quererme y respetarme todos los días de nuestra vida. Me tomó de las manos y viéndome a los ojos me dijo que era un honor que estuviésemos juntos; yo solo quería huir. Después de decir acepto, le di un beso sobre la frente y uno sobre la mejilla, no más, no había nada más. Terminada la ceremonia vinieron los aplausos, las fotos, y bajo la mirada de todos tuve que tomarme una al lado de mi esposa, vistiendo la sonrisa más fingida que pude dar. Nos fuimos a la fiesta esa que solo m
Tú si sabes quererme©Safe Creative Código 2109289374098Enrique Jamás pensé que en mi noche de bodas entraría corriendo a urgencias, con mi esposa en brazos y pidiendo ayuda. Tan solo los enfermos me ven, recorren una camilla para que pueda recostarla y luego la internan mientras yo soy abordado por dos personas y un médico. ⎯¿Quién es usted? ⎯ me pregunta la enfermera. ⎯Soy, su esposo… ⎯ digo, y cuando lo digo en alto siento como mi cuerpo se congela por completo, porque no puedo creerlo aún. ⎯¿Qué pasó? ⎯ insiste ella. ⎯No, no sé. Estábamos hablando en la habitación del hotel y de pronto se puso de pie, dijo que se sentía mal y se desmayó ⎯ explico en un tono desesperado. ⎯¿Es todo? ⎯Sí, sí… no tendría porqué mentirles⎯ le admito. La enfermera y el doctor se ven ⎯ debe llenar unos formatos y luego puede entrar ⎯ me indica él, para luego irse de ahí. Me quedo de pie, viendo como ellos pasan aquel umbral y de pronto me siento completamente solo. No puedo creer que esto esté
Tú si sabes quererme©Safe Creative Código 2109289374098Izel -Tres días después- El amor de mi vida se casó con otra y aquí estoy yo aguantando este dolor porque no hay de otra. Solo de pensar que Enrique tiene que compartir su habitación con otra mujer, dormir a su lado y despertar con ella, me hace pensar lo peor de la señora Pastora. ¿Cómo una persona puede ser tan cruel como para hacer eso?, ¿cómo es que puede dañar a su propio hijo?, no dejo de pensar en todo el tiempo que pasaré así, sola, recordándolo, hasta que algún día podamos estar juntos; no quiero verme sola. ⎯Izel⎯ escucho la voz de Thalia, quién va entrando al taller con una sonrisa y dos vasos de café en la mano⎯¿a qué hora llegaste? ⎯A las siete de la mañana, no podía dormir y mejor me vine a darle unos últimos detalles al los bocetos, sé que tenemos cita a las once⎯ respondo rápido, porque sé que ella comenzará a tratar de convencerme que lo que hago está mal y es no es bueno para mi salud. Thalia suspira, dej
Tú si sabes quererme©Safe Creative Código 2109289374098Salvador Enrique y yo hemos sido amigos de toda la vida, literal. Sus padres y mis padres se conocieron en el hospital donde nacimos ya que él nació dos días antes que yo. A nosotros no nos unieron las alianzas, ni el dinero, nos unió la amistad, el apoyo mutuo y el cariño; siempre hemos sido inseparables. Así que hoy que lo escucho hablar por el teléfono, con la voz entre cortada y sin poder gritar lo que necesita, me parte el lama en dos. Jamás pensé que conocería a un hombre cuya vida fuera tan horrible como esta, ¿a caso sus padres no tiene corazón? ⎯Carolina está enferma ⎯ me confiesa. Me quedo en silencio porque no sé qué decirle, ni como reaccionar. ⎯¿Me dirás algo? ⎯Lo siento ⎯ contesto. ⎯¿Sabes lo que esto significa? ⎯ me pregunta.Atrás puedo escuchar el movimiento del hospital y como llaman a los doctores por el alta voz. ⎯ Enrique, no es tu culpa que esté pasando esto. ⎯¡Mi madre sabía! ⎯ expresa en voz un poco