Belén y Harrison, ambos chicos después de poder buscar su ropa por fin se pudieron dirigir a bañar.
Ellos aún estaban muy aterrados por todo lo sucedido así que querían darse prisa.
Ambos chicos se pusieron afuera del baño para poder entrar pero antes querían esperar su respectivo turno.
— Ve tu primero— dijo Belén mientras veía con mucha ternura a Harrison.
— Eso sería muy descortés de mi parte, por favor, entra tu primero — dijo Harrison de repente en una manera muy caballerosa de su parte.
Harrison era realmente un chico muy amable y maravilloso.
— Eso es muy amable de tu parte— dijo Belén mientras le daba una bella sonrisa — Por favor, espérame adentro— dijo Belén mientras habría la puerta del baño.
— Mejo
Belén junto a Harrison poco a poco muy lentamente se iban acercando al celular de la chica, ambos estaban temblando demasiado ya que no sabían de quién era la llamada, ellos dos tenían mucho miedo de lo que pudiera pasar o de quien era esa persona.Belén iba caminando adelante y Harrison iba cuidándole las espaldas a la chica, de repente Belén miro con mucho cuidado al celular mientras tragaba saliva, para luego ver quien llamaba y por fin pudo soltar un suspiro de alivio, ya sabía de quién eran todas esas llamadas que le habían sacado tantas angustias y miedos.— Es mi mamá— dijo Belén de repente y con total tranquilidad, ver qué la llamada pertenecía a la señora Graciela hizo que ambos se sintieran aliviados.Se veía que a Harrison el saber de quién se trataba lo había tranquilizado
— Te dije que todo estaría bien, ya todo acabo — dijo Harrison mientras miraba como los policías se llevaban a aquel delincuente, el cual por la ventana les estaba regalando una gran sonrisa, aquellos jóvenes podían ver y sentían que aquella persona estaba muy satisfecha por hacerlos pasar un muy mal rato esa noche.Belén seguía muy asustada por todo lo que había pasado ya que era imposible poder olvidarlo así que de inmediato se escondió en el pecho de Harrison.— Gracias por estar conmigo y no tener miedo aunque yo entrara en panico— le dijo Belén a Harrison en voz baja.— Prometí que siempre te cuidaría y eso haré, nunca te dejare sola y eso tenlo por seguro — dijo Harrison con total seguridad.Los policías ya se habían ido y toda la familia entro a la casa, esta noche había sido toda una locura, per
— En serio que eres muy tierna — dijo Harrison mientras le sonreía a Belén después de ese cálido abrazo, después de unos segundos más se separaron y siguieron comiendo.Muy pronto terminaron de comer, Harrison busco a la señora Graciela, hasta que después de un par de minutos la encontro.— Disculpe, ¿Tiene una bendita para poder cubrirme la herida?— preguntó Harrison a la señora Graciela.— Claro— la señora Graciela empezó a buscar en el botiquín de primeros auxilios que estaba en la sala por cualquier emergencia — lo tengo — dijo mientras sacaba una bendita— ¿Te ayudo a ponerte la? — preguntó mientras le mostraba aquella bendita a Harrison.— No se preocupe, muchas gracias, yo puedo solo— dijo Harrison mientras la tomaba, para luego regresar al comedor.Bel&ea
— Con nosotros— dijeron Azucena, Juni y Jeremy mientras se acercaban poco a poco y mostraban una inmensa sonrisa a Belén y Harrison.Harrison solo pudo hacer una sonrisa mientras se rascaba la cabeza.— Ven— dijo Juni mientras jalaba a alguien que se encontraba detrás de ellos.Aquel chico se notaba un poco nervioso, parecía ser que aquel chico no sabía dónde esconderse.Belén estaba muy sorprendida ya que era un chico de aproximadamente un metro setenta y cinco de altura, ella no sabía que Harrison tenía otro amigo, pero eso era muy bueno, Belén en realidad nunca lo había visto antes.— No tengas miedo, acércate — dijo Jeremy con total tranquilidad.— Ho ho hola— soltó aquel chico con una leve sonrisa, en realidad estaba sumamente nervioso, aquel chico no quería que se notará lo nervioso que estab
Todos ya habían terminado de desayunar y se decidieron a hacer lo que les correspondía, la señora Graciela se puso a escribir, el señor Arthur fue a su empresa a seguir con sus negocios y los chicos se pusieron a lavar los trastes.— ¿Crees que podamos?— dijo Belén mientras soltaba un gran suspiro y seguía viendo hacia el vaso que llevaba rato limpiado, aquella joven mostraba gran preocupación en su rostro.— ¿Que cosa?— preguntó muy confundido Harrison, él no sabía a qué se refería Belén.— Ganar, en serio quisiera ganar, al menos estaría orgullosa, pero si no puedo al menos se que lo intente, Agh es muy complicado— dijo Belén mientras veía con una leve sonrisa a Harrison.— Belén, se muy bien que podremos, que lo lograre
*Hora actual*— Oh vaya, eso sí que no lo sabía, pensé que este lugar era un lugar muy tranquilo, a veces cuando era más pequeño venía por un rato en una bicicleta, pero hace tiempo no venía y en ese tiempo veía más carros pasar — dijo con gran nostalgia Harrison.— Oh realmente eso es muy tierno — respondió aquel señor con una gran sonrisa.— Disculpe, entonces ¿Por qué vino y no se pasó de largo?, Llevábamos rato haciendo paradas y nadie nos hacía caso, empezábamos a desesperarnos — soltó de repente Belén mientras en su rostro mostraba un poco de tranquilidad."Por favor, no les digas nada" estas palabras resonaban en la cabeza de aquel señor, así que optó por seguir guardando el secreto de quién le hab&i
Ambos chicos iban caminando hacia la escuela.— Me alegra que seas mi hermano, ¿Lo sabías?— dijo Belén mientras daba pequeños saltos de alegría, aquella pequeña siesta, le había dado más energía a aquella joven.— Ya lo sé y a mi también me alegra que tú te hayas convertido en mi hermana, no tienes idea de cuánto te quiero pequeña— dijo Harrison mientras la veía con mucha ternura.Esta vez ambos chicos habían llegado a tiempo a la escuela.La chica que había molestado a Belén tiempo atrás, no decía nada, solo se les podía quedar viendo mientras Harrison la miraba con mucha seriedad, parecía que aquella amenaza que había provenido de Harrison, la había asustado mucho, aunque Harrison era incapaz de hacerle daño a una mujer, solo le invento que se las pagaría para que dejara de molestar a su hermana.Harrison acompaño a Belén a su respectivo salón, para luego el poder dirigirse al suyo.
Después de que todos se fueran a descansar a aquel gran árbol, era el turno de Belén de practicar, solo tenía que ponerse en forma y tener condición para poder correr, dado que sería una carrera de unos cuantos kilómetros, esto le preocupaba a Belén ya que no sabía si lograría hacerlo bien, muchas personas confiaban en ella, pero Belén desconfiaba de sus capacidades, era correr solamente, se escuchaba fácil, pero tal vez no era fácil como se pensaba.— Bueno, vamos a correr, necesitas estar en forma — dijo Harrison con una gran sonrisa.— Creo que es mejor que renuncie, es obvio que habrán mejores competidores que yo — dijo un poco triste.— Vamos, te diré algunos secretos que debes de saber para que puedas ganar — dijo Harrison mientras le guiñaba un ojo a Belén para