Héctor.
Camino de un lado a otro en la sala de espera, no entiendo nada de nada y los médicos que no aparecen
Estoy apuntó de explotar de la ira.
Los dos amigos de mi esposa están sentados con la cabeza baja, llevamos por dos horas en espera y no se esmeran en dar nos alguna noticia, me acerco a Darién y serio le pregunto.
—¿Tu sabes que tiene Savanna?—El levanta la cabeza, chasque la lengua; suspira y luego me habla con tono serio.
—Si lo se, pero ella debe decírtelo y no nosotros, sólo una cosa te puedo decir y es que la apoyes en todas y cada una de sus decisiones ya que Savanna es más terca que una mula.
Mis ojos se desvían a la amiga de Savanna, sus ojos están rojos y su rostro demacrado.
Me senté en la banca dejando caer mi cabeza e
SavannaEs la primera vez que tenía tanto miedo, y más por mi bebé que se está formando en mi interior. Cuando Roberto me dijo lo de mi enfermedad ya hace años yo sólo logre sonreir y decidi no temer, pero ahora es diferente ya que un ser inocente esta creciendo en mi vientre y el miedo se hace mella en mi interior, provocando un imenso dolor y llanto.Ya no deseo partir, deseo vivir por mi bebé, por Héctor y por Mei.Dios mio por favor, dame la oportunidad de conocer a mi bebé o al menos que el pueda nacer. No se como sucedió esto pero ahora lo único que deseo es seguir viviendo.La voz de Héctor me saca de mi doloroso pensamientos.—Todo va salir bien amor ya verás, ahora sólo debemos esperar a que el médico entre y nos de alguna informaracion.—Héctor, yo pensé que me cuidaba y no imaginé que quedaria embarazada ahora, no se que pensar y que hacer. No quiero que mi bebé sufra.
Darién—Que te trae por aquí muchacho—Pregunta el doctor Roberto.—Una sola cosa—Digo chasqueando la lengua.—deseo saber si soy compatible con el corazón de Savanna.—¿A que viene eso?—cuestiona frunciendo el ceño.—Ah Bien vera, yo Darién Campbell, quiero ser un donante exclusivo.—¡Que! No llego a entenderte.—Exclama frotando sus ojos ya irritados. De seguro Necesita sus lentes.—Quiero que me realicé los exámenes de compatibilidad, este corazón le pertenece a ella y pues ya está dicho si lo soy quiero ser yo quien se lo done.Roberto abre sus ojos sorprendidos, a de pensar que estoy loco y si que lo estoy pero por sólo una mujer a la cual amo con todo el alma y capaz de todo. Es la ú
Héctor.Mi mente estaba en otra dimensión al ver a mi esposa conectada a varios cables, me preguntaba una y otra vez. ¿Será posible que sobre viva, o habrá un donante? Dios mío te lo pido que nos des una oportunidad.Su rostro luce demacrado, cansado y con dolor.Las puertas se abre entra la enfermera y la ginecóloga que nos a atendido durante estos meses.-Señora Savanna, dentro de poco entraremos al labor y parto, entiendo su situación pero debe usted poner de su parte, se que será difícil poder parir, ya que su respiración está muy dificultosa pero hágalo por su bebé.-Savanna asiente y a la vez aprieta mis manos.No puedo hacer nada al respecto, sólo apoyarla. Como quisiera sentir el dolor que ella está sintiendo en estos momentos.-Bien aún esperaremos que tenga contracciones más fuertes, mientras tanto respire profundamente-Dice la obstetra con tranquilidad, obvio
Savanna.¿Donde me encuentro?Sólo veo oscuridad y neblina, mi cuerpo está pesado.A lo lejos veo una brillosa luz y en ella se refleja dos siluetas.¿Quienes son? ¿Por que me llaman? Pero a la vez me piden que me detenga que retroceda.—No vengas quedate ahí.—Me Dice la voz de una mujer.—¿Que y porque?—Pregunto Frunciendo el ceño confundida.—Te falta mucho por hacer hija mía—Me dice entre lagrimas—Yo soy tu mami—Mi mamá, pero ¿como?—no vengas debes regresar.—Tu eres mi mamá.— preguntó mientras mis ojos se llenan de lágrimas.—Si mi amor soy tu mami y te amo mucho desde que naciste, hora retrocede aún no es tu tiempo deb
Savanna.Creo que ya no tengo más lágrimas, es la primera vez que lloro tanto, saber que mi único y mejor amigo desde pequeña se ha ido, a muerto dejándome sólo su corazón. Esto hace que mi pecho duela hasta mas no poder.Mientras Héctor está con mi pequeño Darién, Si ese será su nombre.Samantha y yo quedamos sentadas en mi cama ella saca de una de las tantas bolsas una carta, se limpia las lágrimas y me da la carta.—El antes de morir— Solloza bajando la cabeza, suspira luego habla—Me pidió que fuera a su departamento, no me dijo exactamente para que, lo mire sorprendida, sin embargo asentí,pero luego paso lo de su ese mismo día, se me había olvidado lo que me pidió, hasta que tuve que ir en busca de un traje para que lo vistieran y en uno de sus gavetas
HéctorTres años después.—Ya estas mejor mi loquita —preguntó a mi mujer ya que esta cansada por las pasarelas de ayer, la pobre paso todo el día de pie y modelando sus diseños. La cual se vendieron inmediatamente.Unto más crema en sus pies y las masajeo de arriba hacia bajo.—Joder duele hasta mas no poder— Chilla mientras hace una mueca de dolor en su rostro.—Ya está mi amor sólo debes descansar un poquitín —Ella me sonríe y me mira con amor al igual que yo.—Héctor en donde están los niños, porque no escucho mucho ruido—Pregunta frunciendo el ceño.— Ana los llevo hacer compras no te preocupes amor.—Umh y Mei anda con ellos.—Aja, tu sabes como es ella, no deja a sus sobrinos.—Mei es muy especial para mi y para ella mis hijos lo son.—Quieres que te prepare el desayuno mientras te
EpílogoSavanna.Quien diría que yo me encontraría en estos momento disfrutando con mi familia en las Bahamas.En estos 5 años he sido la mujer más feliz de la tierra, del mundo del planeta, claro que he tenido problemas no digo que no, pero desde que nací, jamás había sentido lo que he sentidos durante estos 5 años de casada al lado de Héctor.Agradezco a Dios por haberme puesto a Mei en mi camino y a Darién por la magnífica idea de haberme llevado al club de su tía.(Ay mi amigo como te extraño).La vida me ha demostrado que para ser feliz, se debe soportar muchas cosas en el camino y eso es lo que yo he pasado. No pensé tener la familia que ahora tengo, será algo loco pero ahora tengo 4 hijos con el que vendra pronto estoy embarazada increíble, no me arrepiento deseo tener uno más, quiero que mi familia sea grande y Héctor está más que de acuerdo, él siempre me apoyado con esa decisión.
Salir esta hora de la agencia era algo no común en mí, pero estaba con ganas de comprarme unos deliciosos chocolates, era un horrible deseo al igual como cuando deseas devorarte a un tipo. Bueno miento un poco o debe ser verdad en fin, realmente me sentía nerviosa últimamente, estaba a punto de hacer una locura con tal de reclamar mi herencia robada por un mal progenitor. Aparco el coche en el parquin de la gran tienda Marbella, al bajar dejo puesto el seguro de la camioneta, camino sin deseos de nada, pero me urgen esos chocolates, cuando voy subiendo escucho sollozos pequeños que provienen de una esquina de la entrada de la tienda, me asomo y veo a una pequeña niña llorar, debe tener 10 años, su rostro luce asustado, llego hasta ella y poniéndome de cunclias le pregunto del porque esta solita y llorando.-Hola pequeña, porque lloras y tus padres- Sus ojitos están fijos en un punto, muevo la mano va