Héctor.
Si decía que Savanna estaba loca, ahora diría que necesita un psiquiatra urgente. Como demonios pide que tengamos un trío, eso es una total locura la cual dudo mucho que acepte. Camino de un lado para otro en la habitación. Podría ser celos esto que siento o no lo se, ver que otro toque el cuerpo de mi esposa. No y no. —¿Aceptas?— pregunta con descaro. —Savanna, es una total locura lo que me pides, eso no se debe hacer cuando ya estas casada. Ella se levanta de la cama y ríe despacio. Llega hasta mí y mordisquea mi cuello. Me encanta, cada cosa que hace con esa boquita, todo de ella me prende, creo que sin darme cuenta la estoy empezando a querer. —Sólo será una vez, nada más. Adem&aacuSavanna.Dos meses han pasado desde que pedí el trasplante, para los ojos de Mei y aun no hay respuestas por lo médicos de Rusia... Espero que pronto llamen con una buena noticia.Mientras he pasado irremediables días con nauseas, mareos y el horrible dolor que me provoca mi corazón dañado, falta de aire y palpitaciones rápidas, sin comprender mi otros cambios.Por suerte ya estoy en goce con mi herencia y las empresas robadas. Thomas y mi adorada prima Roxan han quedado en la calle, como se lo merecían, en cambio Gustavo siempre está con la empresa de Mamá, ni modo por otro lado y más importante es la declaración de hace dos meses por parte de Héctor, me quedé helada al oír decirme que me ama, pues yo no pude decir absolutamente nada, desde entonces a pasado 2 meses.Él día a día me muestra el verdadero Héctor y me agrada mucho, por un momento pensé que estaba jugando muy bien su papel de esposo enam
—Que desean la feliz y hermosas pareja—Comento con sarcasmo.—Savanna es mejor que entremos a la casa— Me susurra mi esposo. Pero yo niego no deseo a estas personas en mi casa sin embargo les dejaré en claro que su presencia me repugna.—Eres una arpía como te atreviste a sacarnos de mi casa que por Ley me pertenece.Rio a carcajadas por el cinismo de Roxan.—Haber nena una cosa es que mi adorado padre acá presente te lo haya regalado por el favor de aguantar que tu querido hombre acá presente, me enamorara y segundo que yo lo haya firmando.— ¡Estás loca maldita!—Grita con ira.—Si venistes a gritar en mi casa es mejor que te vayas o me harás sacarte a patadas, tú y estos me causan asco, repulsión Ash...— Replicó hastiada.—Savanna
Héctor.Camino de un lado a otro en la sala de espera, no entiendo nada de nada y los médicos que no aparecenEstoy apuntó de explotar de la ira.Los dos amigos de mi esposa están sentados con la cabeza baja, llevamos por dos horas en espera y no se esmeran en dar nos alguna noticia, me acerco a Darién y serio le pregunto.—¿Tu sabes que tiene Savanna?—El levanta la cabeza, chasque la lengua; suspira y luego me habla con tono serio.—Si lo se, pero ella debe decírtelo y no nosotros, sólo una cosa te puedo decir y es que la apoyes en todas y cada una de sus decisiones ya que Savanna es más terca que una mula.Mis ojos se desvían a la amiga de Savanna, sus ojos están rojos y su rostro demacrado.Me senté en la banca dejando caer mi cabeza e
SavannaEs la primera vez que tenía tanto miedo, y más por mi bebé que se está formando en mi interior. Cuando Roberto me dijo lo de mi enfermedad ya hace años yo sólo logre sonreir y decidi no temer, pero ahora es diferente ya que un ser inocente esta creciendo en mi vientre y el miedo se hace mella en mi interior, provocando un imenso dolor y llanto.Ya no deseo partir, deseo vivir por mi bebé, por Héctor y por Mei.Dios mio por favor, dame la oportunidad de conocer a mi bebé o al menos que el pueda nacer. No se como sucedió esto pero ahora lo único que deseo es seguir viviendo.La voz de Héctor me saca de mi doloroso pensamientos.—Todo va salir bien amor ya verás, ahora sólo debemos esperar a que el médico entre y nos de alguna informaracion.—Héctor, yo pensé que me cuidaba y no imaginé que quedaria embarazada ahora, no se que pensar y que hacer. No quiero que mi bebé sufra.
Darién—Que te trae por aquí muchacho—Pregunta el doctor Roberto.—Una sola cosa—Digo chasqueando la lengua.—deseo saber si soy compatible con el corazón de Savanna.—¿A que viene eso?—cuestiona frunciendo el ceño.—Ah Bien vera, yo Darién Campbell, quiero ser un donante exclusivo.—¡Que! No llego a entenderte.—Exclama frotando sus ojos ya irritados. De seguro Necesita sus lentes.—Quiero que me realicé los exámenes de compatibilidad, este corazón le pertenece a ella y pues ya está dicho si lo soy quiero ser yo quien se lo done.Roberto abre sus ojos sorprendidos, a de pensar que estoy loco y si que lo estoy pero por sólo una mujer a la cual amo con todo el alma y capaz de todo. Es la ú
Héctor.Mi mente estaba en otra dimensión al ver a mi esposa conectada a varios cables, me preguntaba una y otra vez. ¿Será posible que sobre viva, o habrá un donante? Dios mío te lo pido que nos des una oportunidad.Su rostro luce demacrado, cansado y con dolor.Las puertas se abre entra la enfermera y la ginecóloga que nos a atendido durante estos meses.-Señora Savanna, dentro de poco entraremos al labor y parto, entiendo su situación pero debe usted poner de su parte, se que será difícil poder parir, ya que su respiración está muy dificultosa pero hágalo por su bebé.-Savanna asiente y a la vez aprieta mis manos.No puedo hacer nada al respecto, sólo apoyarla. Como quisiera sentir el dolor que ella está sintiendo en estos momentos.-Bien aún esperaremos que tenga contracciones más fuertes, mientras tanto respire profundamente-Dice la obstetra con tranquilidad, obvio
Savanna.¿Donde me encuentro?Sólo veo oscuridad y neblina, mi cuerpo está pesado.A lo lejos veo una brillosa luz y en ella se refleja dos siluetas.¿Quienes son? ¿Por que me llaman? Pero a la vez me piden que me detenga que retroceda.—No vengas quedate ahí.—Me Dice la voz de una mujer.—¿Que y porque?—Pregunto Frunciendo el ceño confundida.—Te falta mucho por hacer hija mía—Me dice entre lagrimas—Yo soy tu mami—Mi mamá, pero ¿como?—no vengas debes regresar.—Tu eres mi mamá.— preguntó mientras mis ojos se llenan de lágrimas.—Si mi amor soy tu mami y te amo mucho desde que naciste, hora retrocede aún no es tu tiempo deb
Savanna.Creo que ya no tengo más lágrimas, es la primera vez que lloro tanto, saber que mi único y mejor amigo desde pequeña se ha ido, a muerto dejándome sólo su corazón. Esto hace que mi pecho duela hasta mas no poder.Mientras Héctor está con mi pequeño Darién, Si ese será su nombre.Samantha y yo quedamos sentadas en mi cama ella saca de una de las tantas bolsas una carta, se limpia las lágrimas y me da la carta.—El antes de morir— Solloza bajando la cabeza, suspira luego habla—Me pidió que fuera a su departamento, no me dijo exactamente para que, lo mire sorprendida, sin embargo asentí,pero luego paso lo de su ese mismo día, se me había olvidado lo que me pidió, hasta que tuve que ir en busca de un traje para que lo vistieran y en uno de sus gavetas