Aprovechando el momento
Juanne mantenía su sonrisa. Tomó la otra silla que estaba allí y la colocó justo al frente de Missie, muy cerca.
–Podría aprovecharme de este momento, estas en mi casa, en mi despacho, solo estamos tú y yo. Tú eres una hermosa mujer, yo soy sólo un hombre. ¿No supones lo que podría pasar entre tú y yo?
Missie, en forma retadora se acercó aún más a la cara de Juanne y le miró a los ojos, ella misma no sabía lo que estaba sintiendo, sólo entendía la fuerza de ese amor que la empujaba a tratar de saber y a intentar acercarse más a él para provocarlo para descubrir un poco sobre sus sentimientos.
“¿Será capaz de traicionar a la chica risueña? ¿Será capaz de aprovecharse de mi supuesta ebriedad?” Esas interrogantes daban vueltas en su cabeza.
Mientras que Juanne oía fuertes los latidos de su corazón, llegando incluso a confundirse, pues a ese punto el mismo no estaba seguro si esos latidos eran los de ella o eran los
El antipático Dereck, deja caer su bandera.En su afán por realizar su trabajo en el rancho y viendo que los equipos de seguridad no llegaban aún, Missie, desde el mismo día en que Juannde se marchó a Nebraska, trató de comunicarse con Lois Vincents para que él adquiriera en Nueva York los equipos de seguridad y se los llevara al rancho, pues en su mente solo tenía fija la idea de realizar todo lo que los llevó allí y regresar a Toronto. Motivado a los problemas de comunicación se les hizo imposible.–Buenos días Eva–saludó Missie–. Eva, necesitamos comunicarnos telefónicamente con Juanne pero ha sido imposible por nuestros celulares, así que le agradecería nos permitiera hablar con él cuando llame al rancho. Sé que lo hace a diario, cuando no está acá.–Está bien señ
CuriosidadPasados varios días de haberse marchado Juanne a Nebraska, el equipo decide dar una visita fugaz a la zona de riesgo, con la idea de ir reconociendo el lugar donde se aconteció el hallazgo de las aguas y las tierras causantes del problema ambiental en el Rancho.Missie se levantó muy temprano y tomando caretas y guantes de seguridad del laboratorio, se fue a despertar a los demás integrantes del equipo de trabajo. Pasó y solicitó a Eva les dieran el acompañamiento respectivo con transporte y personal que conociera muy bien el lugar, los alrededores de la caída de aguas, y toda la zona de riesgo.Al exponer sus planes a la señora Eva, enseguida ésta movió al personal y les pusieron a su disposición una camioneta rústica, pero de última generación para que pudieran ir cómodos y seguros por esos caminos empedrados y boscosos. También le colocaron el mejor chofer de todo el rancho y un baquiano para que no se perdieran, también cuatro
Hacer pronto el trabajo de campo yregresar pronto a Toronto.Fue más asombroso aún, que aquél hombre, con una rapidez indescriptible cerró sus ojos y se dio la vuelta para bloquear a Dereck que le seguía y, por ser más bajo de estatura que Juanne, Dereck no logró ver que había pasado, ni entendió el por qué Juanne lo empujó y cerró aquella puerta tan bruscamente.Juanne tragó saliva antes de decir en voz alta.–Missie disculpa, pero por favor ven a mi despacho en cuanto termines allí, queremos discutir algo contigo. Aquí esta Dereck y las otras chicas también.Missie ni siquiera respondió, estaba muy apenada por la situación tan bochornosa en la que se había visto metida. Sin embargo agradeció interiormente el hecho de que Juanne haya cubierto la puerta con su cuerpo para
Juanne devela un secretoLois Vincents entró en la habitación que le asignaron. Missie lo acompañaba.–Papá, ¿por qué no me habías llamado en todo este tiempo? A veces creo que ya no te importó –le reprochó Misisie.–¡Pareces la niña de 7 años cuando yo regresaba de algún viaje! –le dijo al tiempo que la atraía hacía sí y la abrazaba–. ¡Sabes mejor que nadie que eres la persona más importante en mi vida y que no tengo más que tiempo para ti hija!–¡Bueno está bien! ¡Te perdono! –dijo MissieLois Vincents rió –: no tienes nada que perdonarme, hija.–Papá, este lugar es muy hermoso, mira abre esos ventanales y te encontrarás con un paisaje único. Además los amaneceres son espectaculares y los atardeceres también. Me encantan los rancheríos y también los corrales, las aves, las vacas, la gente. Hay unos caballos tan hermosos y briosos que te gustará mucho montar alguno –le dijo, sabiendo lo que significaban para él.–¿Ya mon
Una mentirita blancaEstaban todos sentándose a la mesa, las chicas entraron en compañía de Dereck.El padre de Missie, bajaba las escaleras buscando a Missie, ella se soltó de Juanne y se dirigió a donde estaba su padre, no sin antes dirigir unas palabras al hombre a su lado–Podemos hablar de esto más adelante –dio la vuelta y se fue a recibir a su papá para acompañarlo a la mesa, pues en esos momentos era un nuevo invitado.Dereck se les unió y luego Delay, junto con la chica risueña. Así fueron ubicándose uno a uno a la mesa de acuerdo a las indicaciones de la Eva, que les iba señalando el lugar a ocupar. Estaban dos mujeres más apoyando a Mamá Tulia llevando las bandejas a la mesa.Terminada la cena, Juanne se dirigió a los presentes.Bueno espero que todos se sientan a gusto en el rancho, a par
La Jinete del caballo blancoJuanne se quedó despierto en la ventana hasta que oyó a los muchachos de las caballerizas salir en carrera al encuentro del caballo que recortaba su carrera al acercarse a su destino.Sacó la cabeza por el ventanal y pudo divisar el brioso caballo blanco detenerse en la entrada de los establos. Aquél brioso animal era cómplice de la bella mujer que, con gran agilidad, se bajó de él y lo condujo silenciosa hasta adentro del establo, no lo quiso entregar a los cuidadores.Juanne iba a salir para acercarse a los establos, pero recordó las palabras de Lois Vincents, así que desistió de la idea.Missie bajó del caballo y lo llevó a su lugar en el establo, acarició su pelaje, le quitó la brida y la silla y las dejó en sus colgantes, se sentía tranquila y en paz con ella misma. Le hizo bien el cabalgar de esa no
No tengo hermanosMissie entró al hospitalito en el declinar de la tarde, vio que todo estaba muy limpio y ordenado. A pesar de que los pacientes eran los animales de las granjas, olía a limpio y desinfectado. Observó lo bien equipado que estaba y lo cuidado que lo mantenían. Detalló que había un lugar en madera para dos vacas o caballos, así como jaulas para las aves, diferentes tipos de pesas, así como varios aparatos específicos para chequeos previos de las diferentes especies animales de granja…Missie iba a tocar a la puerta del consultorio cuando alguien la empujó desde adentro y casi le pega en la cara.–¡Ay! –Exclamó poniendo su mano para detener la puerta.–¡Oh! ¡Disculpe! –era el joven Juanne, quien logró detenerse para evitar llevársela por el medio en su impetuosa salida. Al levantar la cara
Aún nos queda mucha noche…Juanne se sorprendió ante el cuestionamiento de Missie, sin embargo sabía cómo era el carácter de la muchacha.–Siempre tan directa Missie –le dijo Juanne.Volvió sus grandes y negros ojos y los fijó en los de ella, quien de inmediato bajó la cabeza.Era imposible que no sucediera, pues desde que él estuvo en el laboratorio, le dejó con esa sensación de querer hablar a solas con él y ahora era su oportunidad, ya su corazón latía furiosamente desde el mismo momento en que entró temprano al hospitalito, no quería que ahora, que le pedía explicaciones, fuese a dejarse vencer por aquella mirada que la sumergía en un volcán a punto de erupción. Ahora no podía darse el lujo de flaquear, no era el momento y ni el lugar. Todo estaba en su contra.