CAPÍTULO 3

FELIZ LECTURA!

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La campana que daba aviso que ya era hora de irse a su casa sonó, todos los alumnos se levantaron de sus asientos recogiendo sus materiales y aunque saben que todos saldrán por la gran puerta de la escuela se chocan entre ellos empujándose uno al otro. Ángela nunca entendía por qué ocurría eso, esperaba que los burros que hacían aquello salieron para luego ella proseguir junto a sus amigas, Amanda y Esmerada se colocaron a su izquierda esperando los mismos que ella, Amanda tenía su celular en sus manos viendo mensajes y Esmeralda chocaba una paleta de esas de caramelo rojo, Ángela estaba cruzada de brazos pensando en cómo tendría que decirles a sus padres que por fin se había enamorado y que lo tendría que aceptar como su novio, obviamente no lo diría de ese modo de hecho pensaba decirlo en un modo del que ellos entendieran y lo aceptaran el problema era que ella exactamente no sabía como hablar de ese modo tampoco le diría a él que vaya a su casa para presentarlo para ver su reacción aunque la segunda opción se le era más fácil que la segunda, sabiendo que si tocaba el tema no la dejarían hablar diciéndoles que aún no era tiempo de tener novio que pronto llegara bla bla, ella los conocía muy bien.

—¡Ángela! 

—¿Ah? 

—Te estoy hablando hace rato, espero que me hayas escuchado —Esmeralda la tomó de la mano y camino con ella fuera de la escuela, Amanda guardó su celular y le cayó detrás que ambas. 

—Discúlpame estaba pensando.

—No le des tantos rodeos a eso algún día serás tan libre que no encontraras que hacer con tanta libertad. En serio —Amanda afirmó con la cabeza apoyando a Esmeralda. 

—No es que quiera ser libre por completo, solo quiero ser igual que cualquier adolescente, tengo que suplicarle a mis padres para salir a sus casas y ustedes son mis amigas desde siempre. Ustedes no hacen eso, solo les piden permiso y les dicen donde van a estar —Ángela descruzó sus brazos cuando vio que venía James y los chicos hablando entre ellos—. No quiero que James se aburra de por mis padres como le pasó a Amira, mi hermana está en la universidad, tiene dieciocho años, pero no quiere tener un novio porque la única persona que quiere es a ese chico, pero mis padres dicen que él es más joven que no es de su talla, pero es ahora antes de le decían que no estaba preparada y otras cosas. Simplemente hacen todo lo posible para que no tengamos pareja. 

—Es horrible —Comento Amanda. 

—¿Qué es horrible? —Preguntó James al llegar hacia ellas. 

—Ya me voy chicas, adiós James no allí esta mi madre —Dijo cuando él quiso acercarse para darle un beso.

—Adiós —James soltó una sonrisa lineal y se despidió de los chicos. 

Ángela se puso el cinturón con la vista de su madre encima—Hice algo malo —Comentó al terminar de ponérselo. 

—Sabes que no me gusta el can de irte con él siempre, no siempre te llevará gratis aunque sea tu amigo —La madre empezó a conducir y Ángela bajo el vidrio. 

—James no es interesado mamá —Contestó Ángela frunciendo el ceño—. Además que. Podría ser mi novio y así lo hace por una razón. 

—Pero no tienes edad para eso.

—Siempre dices lo mismo. Tu hija ya ni siquiera quiere tener pareja tal vez se le metió muy hondo ese no estas en edad. 

—Lo que le pasa a tu hermana es diferente tú tienes quince años, esto no es una cuestión que debamos debatir Ángela. 

—Por lo menos me puedes dejar ir al campamento. 

—¿Cuál campamento? —La señora frenó el auto en un semáforo, Ángela logró ver el auto de James pasar adelante, pero se detuvo a una lejanía de tal vez un metro delante.

—El de verano. 

—En verano iremos a visitar a tus abuelos. 

—Ustedes pueden ir. 

—Todos iremos —El semáforo cambió y empezó a conducir, llegaron a la casa en dos minutos más. 

James entró caminando deprisa entro a la cocina y bebió un vaso de agua, no pregunto dónde estaban sus padres porque ya sabía la respuesta, subió a su habitación tiro su mochila en la cama y se quitó la ropa para ponerse algo más cómodo se tiró a la cama y se quedó dormido. Unos toques en la puerta despertaron a un James somnoliento bostezo y miró la hora siete de la noche, se levantó de la cama sintiendo su estómago rugir y abrió la puerta.

—Tus padres te mandaron a buscar —María estaba frente su puerta. 

—¿Para qué? Tengo hambre María. 

—Para eso mismo —La mujer dio la vuelta—. Ya hice la cena —Dijo caminado el chico cerro la puerta de habitación y le cayó atrás a María bajaron los escalones casi juntos. 

—Hola —Saludó sentándose en la silla. Tomó el plato que le pasó la latina y se sirvió de la comida que estaba en la mesa. 

—Terrible, me quiero matar. 

—¡James! Y eso. 

¡—Мамочка! Es demasiada tarea, solo la maestra de mate dejo doscientos ejercicios cosa que no me molesta hacer, pero tres maestros más dejaron sus consecutivas tareas un más difícil que la otra —James suspiró acostándose en la mesa. 

—Levántate James, le estás metiendo la mano a la —El chico pasó su mano llena de comida y se lo llevó a la boca. 

—Dacre mira lo que está asiendo tu hijo —El hombre tenía la cabeza metida en el celular contestando algunos mensajes, James levantó la cabeza para mirar a su padre, las veces que él le ponía atención eran gloriosas no sabía el porqué su madre seguía intentando que él pusiera más interés en él James estaba claro que el trabajo era más importante que su hijo. 

—Si comienzo a usar mi celular en la mesa no quiero que se estén quejando —Comento James empezando a comer, Dacre levanto un mili segundo la cabeza para luego volver para responder otros mensajes y al final dejar el móvil en la mesa. 

—Dacre estás viendo a tu hijo como se está comportando. 

—¿Acaso me estoy portando mal? Él es el que está con el celular en la mano ni siquiera me pregunto por qué me quiero matar.

—¿Te quieres matar? —Preguntó Dacre luego de tomar un poco de agua. 

—Dacre —Reprochó Fabiola. 

—Vez ni siquiera me puso atención —James se levantó de la silla dejando y poniéndola en su lugar para empezar a subir rápido. 

—¡James! 

Está bien yo hablo con él —Dacre se levantó del asiento dejando sola a María y a Fabiola. 

—Hombres —Susurró María negando con la cabeza. Dacre encontró la puerta de James cerrada toco dos veces y escucho un pase del otro lado. 

Hola, campeón. 

—¿Campeón de qué? Hace mucho no gana ni equipo, pero eso no lo sabías verdad, tu mujer me dice así y se lo acepto. 

Está bien —Dacre se sentó a su lado—. Tú debes entender James, eres grande cito para eso. No es que no quiera hacerte caso es mi trabajo. 

—A veces creo que prefieres tu trabajo que a —respondió mirando su celular. Apago y prendió el móvil varias veces hasta que Dacre se lo quitó. 

—No deberías pensar eso. Todo lo que hago es por ti para que tengas un futuro —El hombre se levantó de la cama y abrió la puerta para salir. 

—No es solo eso también la relación de padre a hijo. Hace mucho no vas a mis juegos de futbol. 

—Iré prometo que iré. 

—No prometas algo que no vas a cumplir —Dacre se quedó en silencio, le regaló una sonrisa y cerró la puerta desapareciendo de la vista del joven James suspiró tirándose boca arriba en la cama.

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