FELIZ LECTURA ♡

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Las horas de matemáticas no tardaron en terminarse solo era una hora y media de clase, pero claro todo tenía su precio; casi doscientos ejercicios para hacer no era un plan perfecto para cualquier estudiante sobre todo cuando tenía solamente un día por en medio para entregarlo, porque era así, a la vieja bruja no le importaba no tocar en el aula ese día debían llevárselo a su despacho o al salón de maestros dejar su cuaderno y así tener una puntuación más apropiada que los que entregaban el día que ella tocaba, y cuidado el diablo te llevaba si no hacías la tarea.

Para James a pesar de ser una de las materias favoritas de él hacia las clases más para cumplir que para aprender y satisfacer, le encaraba el profesor que tenía cuando estaba en segundo año, pero claro no todo siempre será color de rosa no importando si eres hijo de gente adinerada. El chico camino hasta la cafetería acompañados de sus dos amigos. 

—No me lo puedo creer; esos tres hijos de puta faltan hoy para luego copiarse de nuestros cuadernos, es como si se avisaran que no van a ir a la escuela para salir a pasear —Se quejó Andel caminando a la derecha de James.

—No lo dudes, ahorita dicen que estaban en algo y por eso faltaron —Contestó Bruno. 

—No crean, les voy a contar lo posiblemente ocurrido a cada uno; empecemos con Alexander vio quien tocaba y decidió no fastidiar más el día porque seguro se levantó peleando con su hermano otra vez, Darsi ese chico es un dormilón; es peor que yo y ustedes lo saben se levantó tarde y Kevin este ni durmió salió de una fiesta a las cinco de la mañana que no sé como la encuentra por Telegram, ya saben prefirió seguir en rumba que venir a la escuela. 

—James eres un tipo de adivino o algo parecido —Comentó Bruno riendo, James entró primero a la fila y tomó su desayuno esta vez no tomó más que una banana y un zumo de limón, Andel y Bruno tomaron su desayuno como lo hacen normalmente. Caminaron hasta una mesa que estaba sola y se sentaron.

—Mañana en la mañana toca práctica espero que no se queden ninguno porque los mato, maldita sea —Soltó Andel al sentarse en un asiento.

—No lo harán, el baloncesto es más importante para ellos que cualquier cosa —Contestó James comiendo su banana.

—Para mí hasta más importante que vivir —Respondió Andel, James soltó una carcajada una chica que se había sentado en la mesa de al lado se quedó viendo al chico mientras sonreía, eso siempre pasaba la risa de James verdaderamente era una joyita.

—¿Por qué ligas banana con zumo de naranja? Es asqueroso —Protestó Bruno cambiando de conversación. 

—¿Y tú por qué ligas pimientos verdes con leche de almendras? Eso es aún más asqueroso —Se defendió James, el chico soltó un gruñido y Andel se echó a reír. 

—No lo es.

—Si lo es.

—Que no.

—Basta parecen niños babosos.

—Hola, chicos —Ángela llego con dos amigas sentándose en la mesa. 

—Hola, nena —Musito Bruno mirando a una de sus amigas la cual rodó los ojos, ella también era americana antes era novia de Bruno, pero unos días antes habían terminado porque su relación era demasiado tóxica hasta un punto de envenenar, sin embargo Bruno aún la quería y ella al parecer seguía sintiendo algo por él aunque prefería esconderlo.

—Ya tenemos una coreografía bastante explosiva para el partido del viernes. ¿Dónde están Alexander, Kevin y Darsi? —Cuestionó Ángela después de decir aquellas palabras con entusiasmo.

—Esos malditos decidieron quedarse —Respondió Andel terminando de beber un jugo y soltando gases.

—Cochino —Dijo Amanda una de las compañeras de Ángela, el chico le guiño un ojo.

—Bueno —Contestó Ángela. 

—¿Quiénes van para el campamento? Yo estoy que no puedo esperar —Preguntó Bruno, las últimas palabras la soltó con emoción y dando pequeñas palmaditas.

—Claro que sí —Contestó Esmeralda su exnovia, ambos soltaron una risita que cualquier persona que los viera dijera que tienen algo planeado y eso que ya no eran novios. 

—Yo también voy a ir, pero falta mucho tiempo aún, así que no pensaré tanto en eso, de todos modos mis padres me dijeron que mis calificaciones son la meta que dependiendo como me vaya en eso me digan un sí o un no definitivo —Amanda termino de decir aquello comiendo un pimiento verde, James suspiró deseaba que su novia tuviera unos padres más considerables, Ángela era una chica que apenas salía, pedía permiso siempre y era muy obediente. Darle esa salida como un premio hubiese sido merecedor. 

—Yo veré si me dejan ir, le pediré a Amira que vaya conmigo —Andel levantó la cabeza al escuchar su nombre, Amira le llevaba dos años a Ángela, y estaba en su primer año de la universidad es una chica muy sexy a la vista de cualquier hombre, rubia de piel pálida y un cuerpo envidiable sin mencionar sus ojos azules, pero Amira no mirada nada de eso, a pesar de todo era una chica que se mantenía en su lado, estaba enamorada de Andel y él de ella, pero sus padres son unas personas imposibles, Amira tuvo que hacer el último año de la secundaria en un internado porque sus padres pensaban que Andel no era lo suficiente para su hija. Ángela quiso retractarse cuando vio a Andel. 

—No tienes que decirles que voy en caso de que te pregunten —Dijo él sabiendo lo que había pensado Ángela. 

—No es eso Andel, ellos van a investigar por sí mismos —Comentó James, sabiendo que aquellas personas eran muy exageradas dentro de lo que cabe.

—De todos modos, no sé si ella podrá venir solo estoy diciendo —Ángela suspiró soltando la cuchara, apenas cumpliría dieciséis años, seguiría bajo la falda de sus padres por varios años más, pero ya estaba cansada de su protección exagerada.

—Oye lo lamento, pero tus padres no deberían ser así, ¿Acaso ellos nunca han sido jóvenes? ¿Nunca tuvieron ganas de salir a fiestas o no sé, divertirse? Ellos tienen que entender que porque ellos tuvieron una adolescencia alocada no también seremos así —Comento Bruno recostado su espalda del asiento. Sonó la alarma y todos empezaron a recoger sus bandejas.

—Mi madre se casó con mi padre a los diecisiete años Bruno, yo no sé si es que ella piensa que si nos da un poco de libertad nos cansaremos a temprano edad igual que ella —Respondió Ángela, entregaron los trastes sucios y salieron de la cafetería. 

—Ese es el problema cada cabeza es un mundo no necesariamente te cansarás porque te den libertad de hecho a lo contrario tendrás otro punto de vista del mundo, más rápido se casa una chica cuando no tiene esa libertad y lo hace simplemente para salir de esa sobre protección de sus padres, pero no te cases Ángela —Prosiguió Amanda lo último lo soltó con una sonrisa. 

—Ay no, ahora no —Contestó la rubia, se despidió de James y camino hasta su casillero.

—Viste como te miro sonrojada cuando Amanda la habló de casarse —Comentó Bruno sonriendo.

—Sí, pero no te hagas ilusiones primero te cansarás tú con Esmeralda que yo con esa chica —Respondió James, cambio sus libros y espero a sus dos amigos hacerlo.

—Él tiene razón —Comentó Andel al darse la vuelta después de cerrar su casillero. Caminaron todo el pasillo hablando hasta llegar a su aula.

—Andel por qué a ti te fue mal con Amira no significa que a él le irá mal también —Bruno y Andel habían entrado en una pequeña discusión acerca de eso. 

—Yo le creo a Andel en realidad —Comentó James yéndose del lado del ruso, en los tiempos de ser amigo de Ángela vio muchas acciones de parte de sus padres que lo ponían muy nervioso entendía el porqué ella estaba tan lenta para decirle a sus padres que él era su novio, pero tampoco estaba dispuesto a esperar una vida porque un señor y una señora no quiere que su hija se case.