—Recuerda... que siempre seré tuya, Derek— Susurra cerca de mi oído, soltando pequeños jadeos y gemidos.¿Me ha llamado por mi nombre? Antes de darle la última embestida, la tomo entre mis brazos y fundo mis labios con los de ella. Ambos nos miramos directo a los ojos. Sé que algo dentro de mí ha cambiado con respecto a Williams, pero no estoy seguro de que se trata ¿Acaso importa? No, claro que no, porque sólo estará conmigo cinco años o quizás menos.... no vale la pena que me atormente por estas cosas.Astrid.Durante mis clases no puedo dejar de pensar en Derek y todo lo que escuché en la llamada, es verdad que lo nuestro no es más que una farsa, pero.... la forma en como me defendió y de cómo le dijo sus verdades a Mónica.Recuerdo las palabras que le dije anoche y la forma en como me veía, parecía que no daba crédito a lo que sus oídos oían ¿Sera que estaba tan borracho que no se acuerda de lo que me dijo antenoche? No lo creo, parecía lo suficientemente cuerdo como para recordar
—¡Entonces tienes que venir a nuestra fiesta! — Grita entusiasmada mientras me sacude de los hombros con todas sus fuerzas, siento que me ha a dislocar el cuello. —¡Te vas a divertir mucho, de eso estoy segura!—Primero deberías preguntarle si quiere venir, además, todavía falta un mes para eso.Diana fulmina con la mirada a su hermano para después sacarle la lengua, a mis espaldas, escucho como Derek suelta un ligero resoplo; que paciencia les tiene a sus hermanos y debo admitir que me impresiona bastante, con lo serio y frío que aparenta ser en la oficina, aquí con su familia... no cambia mucho, pero se le nota bastante relajado, aunque siga teniendo esa expresión de serio y amargado.Estamos pasando un rato muy ameno, bastante relajante desde mi punto de vista. Todo el mundo está riendo, incluso Derek se ríe de momentos de forma muy disimulada, yo he optado por callarme y escuchar todo lo que dicen, todos ellos tienen mucho de qué hablar, a diferencia de mí, que me la paso gran par
—¡Porque está demasiado amargado! Y si el sexo no le ayuda, entonces nada lo hará.Derek resopla con fuerza y se levanta de su asiento, luego me toma del brazo y empezamos a caminar hacia la entrada del jardín, en eso, su madre nos intercepta, pidiéndole a su hijo que se tranquilice y que regrese a la mesa. Él se niega de forma rotunda y esquiva a su madre, todavía me sostiene con fuerza del brazo y tira de mí con fuerza.Entramos a la casa y tiro suavemente de mi brazo, esto hace que él se detenga, volteándome a ver con el ceño fruncido, luego me suelta y me acerco a él, posando mis manos sobre su pecho, su respiración es agitada y tiene el cuerpo tenso.—No se enoje, señor Baker— Susurro con suavidad. —Entiendo cómo se siente, pero creame, sus hermanos no lo dicen para hacerlo enojar, están preocupados por usted.—Es bastante irritante que hablen de mi vida frente a mí, tienen esa mala costumbre de hablar sobre mi intimidad como si no existiera.—No deje que eso le afecte, vino a ve
Seguimos avanzando por el lugar hasta llegar a un quiosco bastante amplio, ahí se encuentran casi todos los hermanos, Diana ha dicho que Mateo se ha quedado profundamente dormido. Derek me ha susurrado que muy probablemente no quería venir porque seguía enojado así que ella decidió pasar de él para que no arruinara el momento. Sobre la mesa se encuentra un juego, tanto Diana como Dennis me explican las reglas, Alexia se nota muy entusiasmada, pero sus hermanos no tanto, eso incluye a Derek.Durante el juego, sus hermanos me están haciendo papilla, no entiendo nada en especial porque sigo con el cerebro medio dormido, ya estoy programada para dormir en mis fines de semana y un cambio así me supone un problema. Al final, termino perdiendo, como es lógico, pero me he divertido mucho, las risas no faltaron ni las anécdotas de cada uno de ellos... a excepción del señor Baker, que se ha mantenido al margen de la conversación, sus hermanos le han dicho que debería platicarme más sobre su pas
Estando dentro, vuelvo a sacar mi teléfono y atisbo la mirada hacia ellos de forma disimulada, debido a la distancia a la que me encuentro, no consigo escuchar lo que dicen, pero veo que Rose se tumba sobre su silla otra vez, resoplando con fuerza mientras Derek camina en mi dirección acomodándose uno de los gemelos de su traje, enseguida regreso la vista a mi teléfono, tratando de ignorar lo ocurrido.Marca al piso a donde tenemos que ir y un fuerte resoplo se le escapa, de forma curiosa le miro una vez más de reojo, esto hace que una sonrisa tonta se dibuje en mis labios; voy a ser honesta, me alegra mucho que haya rechazado la compañía de su secretaria, pero seguramente lo hace para no levantar sospechas ante el ojo público, aun así.... se siente bien que lo hiciera.—¿De qué te ríes? — Su voz es ligeramente ronca, parece molesto.—De nada— Respondo casi enseguida, quitándole importancia a mis emociones.Apenas nos subimos a su auto, siento un fuerte impulso por seguir jugando, per
Derek.Después de la comida y cena con mi familia, ellos han quedado encantados con Astrid, incluso me han insinuado de forma muy poco disimulada, que debería casarme con ella y que sería un idiota si la dejo ir. Su insistencia ha sido tal, que cada vez que veo el nombre de mi hermana Diana o el de mi madre en la pantalla de mi celular, opto por no contestarles y decirles que estoy demasiado ocupado.Hubiera sido estúpido e inocente de mi parte pensar que Diana dejaría las cosas tranquilas, pero la conozco mejor que su propia sombra, sabía que pronto enviaría a la prensa para hostigarme para que hable sobre mi relación con Astrid al público. Es por eso que no me han dejado de llamar toda la mañana y de lo enojado que estoy, le he gritado a Tris, que no paraba de mirarme como si fuera algo extraño.Ahora mismo nos encontramos esperando a mi hermana, que la he citado para poder hablar del tema, claro que no va a sacarme nada sobre mi supuesta relación, solo quiero que le quede bien en c
—Pasaba a saludar, es todo— Su sonrisa falsa me enferma.¿Siempre ha sonreído de esa forma? Porque de ser así, hasta ahora me doy cuenta y me siento estúpido por no haberlo notado antes. Es verdad lo que dicen, el amor te deja idiota y mi caso no es diferente. Le dedico una mirada serena, no estoy de ánimos de lidiar con ella.... en realidad, nunca tengo ganas de lidiar con ella.—Ya dijiste “Hola” — Interrumpe mi hermana de forma brusca.—Por cierto— Ignora a Diana por completo. —¿Qué hace “ella” aquí? Viene vestida de una forma bastante.... corriente.—¿No es lógico? — Suelta de forma sarcástica. —Es la novia de mi hermano, es lógico que la acompañe a comer y la forma en como viene vestida, no es asunto tuyo.—Por cierto ¿Qué está haciendo? No ha despegado la mirada del celular... parece una niñita— Ríe entre dientes de forma burlona.—Está sumergida leyendo una novela visual.—¿Qué? ¿Cómo es que alguien de su edad puede leer eso? ¿Qué edad tiene, quince años? Ya está algo grandecit
Se acerca a mí y se tumba en el sillón, sobre sus labios se dibuja una enorme sonrisa, decido seguir con lo mío, mientras espero a que ella se digna en decirme lo que tiene en mente. Sin poderlo resistir, exclama con fuerza diciendo que ya es diciembre y que los preparativos de la fiesta están yendo de maravilla.Sobre mi escritorio, aporrea un libro, sobre él se encuentra un boceto de un vestido bastante llamativo, precioso y ligeramente extravagante, luego pasa la página y me enseña otro vestido, pero este es muy provocativo, dejando ver con cierto descaro los senos y la figura, enseguida arrugo la nariz de tan solo pensar que mi hermana quiere ponerse ese vestido. Al ver mi negativa, pasa la página y me enseña otro vestido, este es bastante sensual, que deja ver a la perfección el cuerpo, es bastante provocativo, pero sin llegar a ser vulgar.Levanto la mirada a mi hermana y arqueo una ceja, ella no para de dar brinquitos de emoción en su asiento y luego me grita que diseñó esos ve