Después de que le dieran su alta a Mónica del hospital, estuve "pendiente" de ella, si es que se le puede decir así, le contraté los mejores servicios para que ella estuviera tranquila y no me molestara, pero como era de esperar de LaVein, eso no le impedía llamarme a mitad de la noche, diciéndome que necesitaba urgentemente que fuera a verla, que quería que la ayudara con el niño ya que no paraba de llorar. Todavía sigo acostado en mi cama, mirando el techo mientras escucho sus miles de quejas, resoplo con fuerza y me siento en la orilla, pongo mis codos sobre mis piernas sin dejarme de tallar la cara con la mano derecha; ahora mismo me estoy preguntando ¿De verdad esta era a la mujer que había elegido hace años para desposarla? Menos mal que no lo hice, de lo contrario, mi vida sería un infierno. Tomé una gran bocanada de aire y la dejé salir con suavidad para trata de tranquilizarme, no quiero despertar a Tris con nuestra discusión. Mónica me grita que esto no estaría pasando si yo
Estando en la sala de espera, tomamos asiento y miro mi teléfono esperando alguna clase de mensaje por parte de alguien, quiero matar el tiempo, pero parece ser que el día de hoy, nadie me necesita, pero si cuando estoy en mis días libres o con mi familia. La espera termina cuando un doctor se acerca a nosotros y me entrega el sobre, arqueo una ceja mientras lo abro, extiendo el papel y dice que hay un 99% de coincidencia. Mónica enseguida se entusiasma y me dice que nunca debí dudar de ella, que ahora que se ha confirmado que es mi hijo, debemos pensar en donde vamos a vivir y como le vamos a llamar, ya que ella no quiso ponerle nombre hasta tener los resultados.Aprieto con todas mis fuerzas mis puños, tratando de contener toda la rabia que se apodera de mí mientras Mónica me abraza con todas sus fuerzas, resoplo repetidas veces hasta que logro calmarme un poco. Ella no paraba de decirme que debemos de ir a registrar a nuestro hijo y que está ansiosa por asentar los apellidos, ya qu
¿¡Que?! Exclaman las tres al unisón, al ver que las cosas se van a tornar acaloradas, Tris ha llevado a la niña a su habitación, pero ha pedido que la esperemos. Cuando ella se va, mis hermanas empiezan a sisear varias cosas, parecen serpientes y mi madre no deja de resoplar con fuerza, luego veo como Diana revisa más videos, enseñándonos como Mónica me golpea repetidas veces en el pecho y de cómo me ha arrojado su zapato, leo en algunos comentarios criticando su actuar y de que se sienten sorprendidos de ver como una LaVein actué de esa forma, incluso yo me siento bastante sorprendido al verlo en un video y eso que lo acabo de vivir.Cuando Tris regresa, mi hermana le enseña el video, ella abre los ojos de par en par y veo que tiene mucho que decir, pero no lo hace, prefiere guardarse sus palabras. La conversación sigue con un ¿Que vas a hacer? ¿Cómo van a mantener lo suyo en secreto? ¿Hasta cuándo van a mantenerse así? Sus preguntas me abruman, pero tienen razón. Lo único que puedo
Apenas vio la casa Tris por fuera, dijo que esa era su casa soñada, ni siquiera quiso verla por dentro, según a sus palabras “Fue amor a primera vista y se imagina criando a nuestra hija en este lugar” si ella es feliz, para mí es más que suficiente. Compramos la casa y empezamos con la mudanza cuanto antes, mientras acomodamos las cosas, ella me dijo que teníamos muy pocas cosas para una casa tan grande, le dije que, si eso le preocupaba, podríamos comprar todo lo que hiciera falta.Tris se río y me dijo que muy seguramente me voy a encargar de eso, no le dije nada, simplemente le sonreí al saber que me conoce bastante bien. Terminamos de organizar todo y nos acostamos a dormir, terminamos muy cansados y exhaustos, en especial porque la niña no quiso dormir su siesta, estuvo bastante activa.Al día siguiente, me despierto por el sonido de mi celular, me siento bastante cansado y molido por lo de ayer, después de la mudanza, cuidé de Grace mientras su madre dormía, debo admitir que es
—¿Qué haces en mi casa? — Su tono de voz es aporreado y áspero.Nuestro invitado vuelve a tomar asiento tranquilamente sin apartar la mirada de Derek, que parece que sus ojos arden como dos poderosas llamas, al ver que tiene todo el cuerpo tenso, me paro a su lado, veo como aprieta los puños con fuerza al tiempo que camina a paso decidido en su dirección, puedo notar como la mirada de Armando va cambiando poco a poco y su rostro palidece, todavía le tiene miedo al señor Baker, enseguida tomo su brazo con fuerza y lo aprieto contra mi pecho, puedo sentir como su cuerpo se relaja un poco. Al menos ahora no va a hacer algo impulsivo o al menos eso espero.—Me enteré que vivía en esta casa, creame que fue bastante difícil encontrar su dirección, pero le juro que no he venido con malas intenciones, sino todo lo contrario— Cruza su pierna derecha sobre la izquierda. —Por cierto, felicidades por su hija, es hermosa.—Gracias, se parece a su madre— Su tono de voz se relaja por unos instantes,
—Sin duda alguna— Me acerco a Derek y tomo sus manos con cariño. —Supongo que vas a volver a la oficina ¿Verdad?—No, me quiero quedar en casa.—Bueno, entonces ve a cambiarte, voy a preparar el almuerzo.Han pasado ya varios días desde la visita del señor Villanueva y Derek se nota algo distante, pero no con respecto a sus sentimientos o a su forma de tratarme, sino más bien a todo lo que está ocurriendo, por curiosidad, le he preguntado si algo malo ocurre y me dijo que no debía preocuparme, que todo está bajo control, al menos de momento, luego no volvimos a tocar el tema, me preocupa lo que trama Derek, pero me preocupa y angustia más lo que trame LaVein, si es que planea algo. El señor Baker tampoco me ha vuelto a decir nada del intruso, ni siquiera si ha revelado algo importante, parece ser que las palabras de Armando no son palabras sin fundamentos de alguien que le tiene miedo a Derek, sino que es algo completamente real ¿Ya habrá desaparecido a personas en el pasado? Espero q
Un fuerte dolor se extiende por todo mi cuerpo, haciendo que suelte un gemido, lentamente abro los ojos, mi mente está hecha un caos y trato de entender que ha ocurrido, pero luego tengo recuerdos de lo que acaba de ocurrir, trato de salir del auto, pero no puedo, busco mi teléfono con la mano, no puedo dejar de temblar por el miedo que tengo.A la distancia escucho unas voces, dos son de hombre y otro de una mujer, miro por el espejo cuarteado lateral izquierdo y veo a las tres personas, no conozco a ninguno de ellos. Al ver que están acercándose, decido “desmayarme”, trato de tener la respiración lo más tranquila posible para no levantar sospechas.—No está la niña.Cada fibra de mi ser se estremece al escuchar esas palabras, dándole gracias a Dios por haber enviado a Diana a último momento para llevarse a mi niña, escucho como alguien camina de la parte de atrás hasta donde estoy yo, unos dedos se deslizan por debajo de mi nariz.—Sigue viva.—No por mucho— Unos zapatos de tacón se
Pasaron dos minutos cuando la ambulancia llegó y se llevó a Astrid, detrás de ellos iba yo, en estos momentos no tengo cabeza para nada más que para pensar en ella, todavía cuando llegamos al hospital no le he llamado a nadie, ya que estoy más pendiente de lo que los doctores me digan, más ahora que entró a quirófano de emergencia.Camino de un lado a otro por la sala de espera, paso mis manos por mi cabello repetidas veces, en eso escucho como mi teléfono suena en mi bolsillo, enseguida lo saco y veo que es Diana, contesto la llamada, mi hermana me pregunta donde estamos, ya que es bastante tarde y no hemos pasado por la niña, un suspiro de alivio se me escapa al escuchar eso, me desplomo en una de las sillas y le cuento a mi hermana lo que acaba de ocurrir, ella suelta un chillido de horror y escucho como le grita a mi madre a la distancia, diciéndole que debe ir al hospital Santa Rosetta ahora mismo, que no hay tiempo de explicar nada.—Diana, no salgas de la mansión, no le quites