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Rosaura:
Llevaba toda la semana sin hablar con él. Me sentía fatal, justo iba a marcharme a Murcia esa tarde, y no volvería a verle. Estar en la misma ciudad que él me daba miedo, encontrarme con él y que la gente opinase sobre nuestra relación.
Sabía perfectamente que era lo que no quería, sabía que no quería que me relacionasen con alguien como él, manchar mi nombre y mi reputación con toda esa mierda era algo de lo que me arrepentiría toda mi vida. Pero … es que él era tan genial, como persona, lo que me hacía sentir cuando estábamos juntos…. Que dolía no intentarlo, no darle una oportunidad a aquello.
Quizás fue eso lo que me hizo recapacitar, o pensar en no volver a verle cuando me fuese a Murcia, quizás fueron las dos cosas, quizás no fue ninguna, pero le llamé.<
14 Rosaura: Estaba histérica, con las mismas ropas de esa tarde, no tenía más ropa, ¿recordáis? Mi maleta iba en el avión. Ya había hablado con mi jefe, me dijo que llevaría la maleta a mi casa, y que me tomase un par de días libres para volver, que entendía perfectamente que me hubiese dado un ataque de ansiedad al ver a Pablo allí, y que no tenía de que preocuparme. Os asegura que tenía el jefe más comprensivo del mundo mundial. Él me estimaba mucho como persona, quizás era por eso por lo que me mimaba tanto, como si fuese un tío lejano o algo así. El club al que Noah se refería estaba en mitad de la avenida principal, en medio centro de Madrid, era una discoteca de 3 plantas, a la que había que asistir con invitación. Ese pequeño detalle se le olvidó mencionarlo, porque era obvio que no podía entrar y menos con las pintas que llevaba. Saqué el teléfono, echándome a un lado, quedándome perpleja al ver la lar
15 Noah. Estar con ella me hacía sentir bien, aun estando allí, con riesgo de ser fotografiado, ser el foco de un nuevo escándalo. En aquel momento no podía pensar en nada más. Tengo una pregunta – dijo de pronto, con la boca llena, tragando lentamente el trozo de melón - ¿cuál es tu historia con el español? Quiero decir… ¿cómo puedes hablarlo tan bien, casi como si fueses nativo? ¿Tanto? ¿No tengo un acento raro? – sonrió, dando un sorbo a su tercera copa de champagne. Un poco, pero pronuncias muy bien, hablas con mucha soltura. Eso es porque soy bilingüe desde niño – reconocí – mi madre era española ¿sabes? – se sorprendió al escucharme hablar sobre ello – se marchó a Bélgica por los estudios, conoció a mi padre y se enamoraron. Ya sabes la típica historia entre países – sonrió, apretando mi ma
16 Rosaura: Gemía como una loca, sobre su cama, con sus labios entre mis pliegues, dándome más de aquello que me hacía perder la cordura, metiendo un par de dedos en mi interior, intensificando el placer incluso más. Se colocó el condón en cuanto mi cuerpo comenzó a convulsionar, se subió encima, aferrándose a mis labios, con ese sabor tan característico, propinándome la primera estocada. Gemía más alto de la cuenta, con mi cuerpo en llamas, sin poder detenerlo, convulsionando al fin, dejando que el final llegase a mí, corriéndome. Pero él siguió dándome más, y más, haciéndolo incluso más placentero. Jamás en mi vida me habían hecho disfrutar tanto en la cama cómo lo hacía él. Espera – me detuvo, cuando estaba a punto de volver a correrme, con él era increíble. Le miré sin comprender. La sacó de mi interior y miró hacia abajo – el condón se ha roto. ¿Qué? – pregunté, hist
17Noah.Tuve una mañana agotadora, mi hermano opinaba que mejor comer por ahí, pues por la tarde también teníamos compromisos, pero yo quería volver a casa a ver a mi preciosa.Dejé aparcado el coche en el garaje, entré en casa, con Rey abalanzándose sobre mí, feliz de verme. Un aroma agradable recorría la casa, cuando llegué al salón la vi allí, poniendo la mesa.Espero que tengas hambre – me dijo, dejando los platos sobre la mesa. Era verdura salteada, con lo que parecía ser ensalada de lentejas, y dos huevos escarchados – es una receta propia – me quité la chaqueta, y me senté en el puf, junto a ella, agarrando el tenedor, probando un primer bocado. Estaba riquísimo, era lo mejor que había probado en la vida.Trabajadora, salva vid
18Rosaura:Cenamos un delicioso sushi que me fascinó, entre bromas, anécdotas y muchas risas. Ni siquiera me dejó recoger la cocina. Las copas de vino ni nada. Lo hizo él, mientras yo contestaba los mensajes que tenía pendientes.Susana:¿No vas a contarme quién es el tío con el que sales?Yo:Nos estamos conociendo aún. Y ya te he dicho que es complicado. Nuestro padre nos enseñó a valernos por nosotras mismas, sin acercarnos a los famosos, inculcándonos unos valores que nos mantuviesen lejos de ese mundo. Quiero ser reconocida en este mundo por mis logros académicos, no por estar saliendo con un famoso.Levanté la vista del teléfono, observándole allí, quitándose el delantal, apagand
19Rosaura:Las semanas pasaron, era un gran alivio volver al trabajo, me sentía realizada después de cada operación, y muy querida en las consultas. Mi nivel de profesionalidad siempre me caracterizó como una buena neurocirujana.Hablábamos poco él y yo, sobre todo porque estaba liadísimo con los entrenamientos, se acercaban los partidos de la Champions League, y estaba que no daba abasto.Esa noche jugaba un partido súper importante, había estado ausente todo el día, y unas horas antes me llamó, según él para que le diese suerte en el partido.Mi padre estaba en el salón, con mi sobrino, ambos mirando la televisión, expectantes, era uno de los partidos más esperados, Chelsea contra el Real Madrid.No sabía bien por qué, pero me apetecía ver ese partido, apoyarle de alguna manera a co
20Rosaura.Ni siquiera quería pensar en las consecuencias de mis actos, ni en lo que opinarían los demás cuando se enterasen. No le dije nada a mi familia sobre dónde iba, mentí diciendo que tenía un viaje de trabajo, incluso le solté esa mentira piadosa a mi mejor amiga. Sólo pensaba en él, en la cara que pondría al verme.Agradecí a los chicos que me dejaron en atocha, cogí un taxi, y en un rato me personifiqué en su casa. Bajé del coche en la esquina de su calle, llevaba una pequeña maleta, sólo iban a ser dos días, no necesitaba mucho más.Entré por la puerta de atrás, justo como él me indicó, y llamé a su puerta. No vi necesidad de avisarle por teléfono de que estaba fuera, no lo creí necesario, aunque me arrepentí en cuanto la pue
21Noah.Era la primera vez en toda mi vida que no me molestaba que una chica estuviese celosa, no cuando se trataba de ella, que me demostraba lo mucho que le importaba, además de lo asustada que estaba con todo aquello, pero parecía que, a pesar del miedo, quería aferrarse a lo que teníamos.Estábamos en la cocina, preparando un rico salmorejo. Ella llevaba puesta mi camiseta, sin nada debajo, bailando al ritmo de una canción electrónica, con ese culito que me volvía loco.¿Te apetece…? – comenzó.¿Quieres follar? – pregunté, sorprendiéndola, se dio la vuelta, divertida, mientras yo apoyaba la mano en la encimera, echando mi cuerpo hacia adelante, besándola apasionadamente, aupándola encima de la encimera, importándome bien poco la comida<