Gea
Hoy es sábado, debe llegar el material publicitario y la maqueta del complejo habitacional que está promocionando Lynch. En dos días empieza su gran e****a inmobiliaria. ¿Será que nadie se ha dado cuenta? ¿Ni siquiera mi jefe? ¡Vaya tipo y su pico de plata!
Han pasado varios días desde que hablé con Tyler. Confío en que su amigo el exmilitar que trabaja con ellos, haga su trabajo. Cada vez que tengo que tratar con Lynch, mi cuerpo se eriza, el estómago se me descompone y las arcadas me invaden, no puedo evitarlo, aunque trato de disimularlo para que no se dé cuenta.
Estoy terminando de concretar los requerimientos que me faltan del salón, cuando tocan a mi puerta.
—Buenos días, señorita Collins —volteo hacia la puerta y veo a Román Lynch parado en ella, enseguida un escalofrío recorre mi cuerpo, en sus manos tenía una bandeja con café de algún Starbucks de la zona.
—Buen día, señor Lynch —le c
Gracias por seguir allí, leyéndome capitulo a capitulo, te invito a leer mi otra historia Contigo Ahora que está completa en esta plataforma. deja un comentario. tu apoyo como lectora es muy importante para nosotros los escritores. un gran abrazo
GeaLa semana ha sido bastante complicada, ya casi termina el evento de Román Lynch. Organizativamente ha sido todo un éxito, emocionalmente para mí ha sido una tortura.La exposición del complejo habitacional era todo un espectáculo de lujo y comodidades, grandes empresarios del área de la construcción se veían con ánimo de invertir en ese proyecto. A simple vista Román, los había convencido con su despliegue de carisma y profesionalismo. Nadie podía negar que tenía poder de convencimiento, lo que no sabían era que no tenía escrúpulos.Me sentía mal por no poder alertar a nadie, ni siquiera a mi jefe, quien estaba con claras intenciones de apoyar a su amigo. Pero esa eran las instrucciones que me había dado Tyler. No podía hablar con nadie sobre Lynch. Eso podía alertarlo y se pe
GeaDesperté sobresaltada, eran las cinco y media de la madrugada, hacía frío. Estaba un poco entumecida. Me paré de la cama con mucha pereza. ¡Nada que no me pueda quitar con un buen baño! Como era temprano, podía darme el lujo de preparármelo como Dios manda, me hacía falta eso para relajarme. Vertí sales aromáticas en la bañera. Puse algo de música, me desvestí y entre. Enseguida el agua caliente hizo su trabajo. Me sentí como nunca.Mis manos se posaron en mi vientre. Un hijo. Un hijo de Adam. ¡No! Era mío, solo mío.¿Una posición egoísta? ¡Si!Pero como iba a esconder una verdad del tamaño de un niño. Adam no es estúpido y sabe sacar cuentas. Apenas empecé a pensar en él, mis ojos se llenaron de lágrima
AdamLa semana ha pasado lenta, el trabajo se me ha hecho demasiado pesado y no logro concentrarme. Ha sido difícil sacarle a MacQueen los detalles de la operación, aunque nos ha mantenido al tanto de la dentro de lo que puede decirnos.Asegura que Gea está protegida, pero ¡Carajo, quiero verla!No entiendo como empresarios con amplia experiencia en el ramo de la construcción puedan caer en las redes de estafadores como Lynch. Según el informe que nos presentaron, el complejo maquetado para la presentación es majestuoso, la idea de tener una zona combinada del tipo residencial - comercial con todos los servicios y prestaciones necesarias para que una familia de clase media alta pueda tener lo necesario sin salir de su zona de confort, ha sido ampliamente aceptada. Los terrenos donde se planea hacer la construcción están en
Gea No puedo abrir los ojos, la cabeza me duele horrores, me siento muy pesada. Poco a poco me hago consciente de mí, aunque estoy adormilada, con la boca seca y con la saliva con mal sabor. No recuerdo mucho lo que me ha pasado, no sé dónde estoy, mi última imagen es la de la sonrisa llena de ironía de Román Lynch… ¡Oh, Dios mío! ¿Qué ha hecho conmigo?, ¿dónde estoy?, ¿Por qué me ha secuestrado? Debo calmarme, me siento muy nerviosa, debo pensar en mi hijo, necesito saber dónde estoy para buscar la manera de escapar de aquí. Estoy sentada de forma incómoda, con las manos atadas en la parte de atrás de la silla, mis tobillos también están amarrados, aun con los ojos cerrados trato de agudizar mis otros sentidos. Me concentro en lo que me rodea. Escucho el sonido constante de algo que gira, pareciera un como un ventilador de techo, pero con el frio que hace aquí no creo que sea eso, agudizo un poco m
AdamPor mucho que MacQueen nos insistió en que nos quedáramos, no hubo poder sobre esta tierra que me obligara a hacerle caso, yo tenía el cómo solventar la situación y él las herramientas para hacerlo, o lo hacíamos en conjunto o yo lo hacía solo. Iba contra mi naturaleza quedarme sentando esperando noticias.Así que, una vez que le suministré parte de la información, partimos hacia su centro de operaciones, tardamos poco más de treinta minutos en llegar. Ya sus compañeros de las fuerzas especiales que había contratado estaban reunidos y atentos. Enseguida que llegamos, los reunió y rindió la información pertinente que nos iba a permitir encontrar a Gea y a atrapa a Lynch.Fue determinante lo que le comenté sobre el colgante que le envié de regalo a Gea. Cua
AdamAl fin las 1900 habían llegado, Tyler y yo nos vimos envuelto en una operación tipo comando en la que nunca hubiéramos pensado en participar. MacQueen agarró a todos sus hombres nos montamos en unas camionetas y fuimos hasta el sitio, el trayecto se me hizo eterno yo solo pensaba en encontrar Gea con vida. Monitoreaban el sitio, gracias al rastreador que tenía en el collar.Apenas llegamos, se hizo el desplazamiento, los hombres de MacQueen tomaron posición en silencio, nos ordenaron quedarnos replegado atrás, yo ya no podía con la zozobra. Ty, me tenía contenido, necesitaba entrar, necesitaba encontrarla.Los siguientes minutos fueron una locura el equipo de operaciones especiales entró, se escucharon detonaciones, disparos, gente gritando que salían corriendo hacia donde estábamos nosotros, enseguida eran cercados por el grupo especial. Al fo
GeaNo puedo abrir los ojos, mi cuerpo se siente pesado.Escucho muchos murmullos, como cigarrones o abejas que revolotean a mi alrededor.Lo vuelvo a intentar.Nada…No puedo…Me siento muy cansada…No pienso en nada, solo tengo mucho sueño…Murmullos suaves…Siento mi mano izquierda presionada, algo me hace cosquillas en el antebrazo, intento abrir mis ojos, me cuesta mucho, pero sigo intentando.Al fin pude abrirlos, a pesar de la oscuridad puedo distinguir algunas cosas, ya que a mi izquierda hay una ventana que deja pasar un poco de la claridad de la noche. eso me hace fijarme que quien me tiene tomada de la mano es Adam, está dormido con la frente sobre su brazo y sus manos tomaba la mía. Es su cabello que me roza lo que me hace sentir cosquillas.Con mi mano libre trato de tocarlo, aunque me pesa un m
Dos días después, sentada en una silla de ruedas, estaba esperando que me diera el alta, por protocolo debía salir en silla de ruedas, sujetaba la manta que la enfermera había colocado sobre mis piernas. Adam estaba a mi lado, escuchando atentamente las instrucciones del médico.Tras despedirnos del médico y las enfermeras, Adam empujó la silla de ruedas hacia la entrada del hospital y, cuando salimos a la calle, parpadeé, cegada por el sol. Había una limusina aparcada en la puerta a la que me ayudó a subir. Unos minutos después, el lujoso coche se deslizaba por las calles de Chicago, hasta su ático. Un trayecto que hicimos en completo silencio.Apenas llegamos, empezó…—Deberías irte a la cama.—No, estoy harta de estar en la cama —le conteste con voz molesta.—Entonces deberías tumbarte en el sofá. Te llev