Bueno, nos vemos el miercoles jijiji
Sintiendo el filo de la daga enterrarse cada vez más en su cuerpo destruyendo sus órganos, impulsivamente el animal giró su mandíbula hacia el cazador y sin titubear desgarró, mutiló, desmembró y tragó cada parte del cuerpo de su enemigo hasta su entera y total extinción llevándose consigo la desaparición del ejército que se encontraba ahí.Algunos guerrilleros se hicieron polvo en el aire dejando caer en el suelo la armadura que usaban junto con sus espadas y cascos.Todos dejaron el enfrentamiento y comenzaron a dar saltos y alaridos de victoria.— ¡Alejandro! ¡¿Dónde estás muchacho?! — Llamó Quirón buscándolo entre la multitud de guerreros.El zorro dió media vuelta y al ver a Quirón poco a poco disminuyó su tamaño hasta quedar en su estado original.Quirón con fuerzas corrió hacia él y antes de que cayese al suelo lo sujetó y éste tomó su forma humana, apoyando uno de sus brazos sobre los hombros del centauro.— Vamos muchacho, todo salió bien. ¡Triunfamos! — Le dijo sin notar la
El ser humano entre sus inentendibles decisiones, tiene el acarrear problemas que no le competen. ¿Por qué?Siento mi cuerpo moverse pero no tengo fuerza nisiquiera para abrir mis ojos.— ¡Hey todos, llegaron!¿Sigo en la batalla? No, sé muy bien lo que hice...— ¡Tómenlo con cuidado, ha perdido mucha sangre!Me duele el cuerpo, me siento débil... Quiero, ansío verla. Tengo otra vez ese sentimiento que sufría de niño cuando nos obligaban a separarnos.— Isabel, ¿no la vieron en el camino? — Preguntan.— ¿Qué no estaba con ustedes? — Responde el que estoy seguro es Quirón.Trato de ponerme alerta y abro mis ojos, al hacerlo observo a unas elfas a mi alrededor junto con unas sacerdotisas las cuales me hacen curaciones con su magia. Más alejados están Breeze y Quirón hablando entre sí haciendo señas y muecas, los observo y estos lentamente se dan cuenta de mi estado de conciencia.— Is-sab-bel... — Susurro hacia Breeze la cual me observa detalladamente y lentamente niega con su cabeza.N
Thank you so much Arigato Gracias No sé en qué idioma expresar mi agradecimiento para con mis lectores, con ustedes, no creí nunca lograr en menos de 3 meses alcanzar o casi alcanzar lo que no pude en aproximadamente 5 años en otras plataformas. Me sentía desanimada y triste porque yo veía mi historia grande, interesante y con potencial y sentía que nadie deseaba leerla, pero al entrar en esta plataforma me sorprendí mucho y retomé las ganas de continuar. Los capítulos pre-escritos están a punto de culminar su publicación aquí en Buenovela, al publicar el último comenzaré a actualizar de manera más ralentizada pero daré todo de mí para mentener una constancia aquí en la plataforma. ¡Quisiera saber más de ustedes y leer sus opiniones y comentarios! Espero prontamente nos volvamos amigos ♥
— Vamos, ¡Ya levántate!Todo está adormilado y un cosquilleo recorre mis labios y mis dedos.— No puedes perder tiempo, por favor. ¡Abre los ojos!El viento hace helar mi piel y me siento titiritear.— ¡Isabel!Despierto de un solo golpe con el corazón acelerado y me percato que sigo cabalgando y el cemental esta trotando a toda velocidad.— ¿Pero qué...? — Observo mis manos y tallo mis ojos, al enfocarse mi vista, se dirige al frente y realizo la existencia de un abismo que cada vez está más cerca de mí.— ¡Alto! — Grito tomando las riendas del caballo jalándolas hacia a mí y este relincha en respuesta. — ¡Ya detente! ¡Soo! — Las patas del caballo chocan contra las piedras y se trae consigo arena la cual cae esparcida hacia la caída en picada.Milagrosamente me encuentro sana y salva. El caballo está sumamente agitado y asustado, éste se devuelve unos cuantos pasos y su cabeza comienza a moverse hacia todos lados.— Tranquilo muchacho, calma, respira... — Comienzo a decir al mismo qu
La fuerza de la luna suele ser sorprendente, su energía inestable y su sabiduría magnífica.El espíritu de la luna siempre ha sido algo de temer, algo peligroso e inestable que hay que aprender a controlar con mucho cuidado. Es esa una de las razones por las que Isabel jamás había tenido que cumplir con la Luna Gigante, debido a que ésta aún no podía controlar sus propios poderes y el trabajo siempre se le era dado a su padre.Aún así, allí se encontraba Isabel, en medio del bosque siendo poseída por la magia de la luna, el espíritu de la antigua y original madre astral. Todo el poder tomaba cargo de su cuerpo y no existía nada que ella pudiese hacer para detenerlo, más que simplemente soportar el dolor y la posesión aceptando la cruel realidad, que ahora debía ser ella quién llevase esta responsabilidad.Sólo podía agradecer una cosa y era que no recordaría nada de lo que hiciese mientras la luna era dueña de ella.Se encontraba bajo la luz de la misma en un pequeño claro entre la es
Mi pequeño hijo...Escucho a lo lejos una mujer hablar.Mi pequeño y valiente guerrero, takeshi.Me remuevo agitado y una opresión comienza a asfixiarme.Mamá te ama, papá te ama.Abro los ojos dando un pequeño salto en la cama y trato de orientarme.¿Dónde estoy? — Me digo.Observo alrededor y realizo que me encuentro en un campamento en una de las tantas cuevas de las montañas del norte. Hay más camas cerca de la mía donde yacen guerreros y entes del bosque heridos siendo atendidos por las sacerdotisas.Vuelvo mi vista hacia el frente y lo que veo es el techo de la cueva, respiro profundamente y cierro los ojos.De repente, una luz blanca atraviesa el lugar haciendo que todo salga disparado por los aires al mismo que escucho gente gritar del susto. Me siento en la cama y segundos después aparece un estruendo que hace temblar la tierra haciendo que todos caigamos al piso.— ¿Qué es eso? — Preguntan a lo lejos.— ¿Qué fue esa onda de luz? — Pregunta Quirón a Genosse.— ¡Mi reina! — Ll
— Tu deber, es proteger a la estirpe Alejandro. — Dice Nascút.— Pero... El pueblo... — Menciono observándolas.— Mi hermana menor tiene razón, es tu deber como caballero, como portador del Hilo Dorado, y como su amante. — Continúa Moare.Isabel me observa nerviosa y me toma del brazo, vuelvo mi mirada hacia las norias y éstas parecen estar de acuerdo.— Nosotras ayudaremos a proteger el bosque, las dríadas lucharán de nuestro lado al igual que los Ents y los demás entes y espíritus protectores escondidos. Podremos defenderlo, no te preocupes kitsune. Por los momentos... — Explicó Nascút y señaló a Isabel. — Ella, es tu mayor prioridad.— Pero... — Replico una vez más.— Nada, es vuestro deber Alejandro. — Culmina Viatä, y asiento.— ¿Cómo nos iremos? ¿Hacia dónde debemos ir? ¿Cual buscamos primero? — Preguntó Isabel a las norias.Las tres alzaron sus manos y la niebla hizo un remolino del cual al disiparse salieron dos caballos.— Me parece que, los conocen ¿No? — Mencionó Moare.Amb
Una antigua espada, blandida en guerra, marcada, manchada en sangre, fiel servidora y ejemplo de orgullo, admiración y pasión... ¿Quién eres?Ambos huíamos a todo dar por el túnel de neblina de las norias.Sentía mi alma despedazarse, el sólo hecho de pensar que abandonaba a un pueblo que me recibió con los brazos abiertos en el momento en que más ayuda y apoyo necesitaban, me consumía lentamente.Era el pueblo de Alejandro, su familia, sus amigos, conocidos, su madre y hasta hermanos adoptivos, todos dejados atrás por el simple hecho de protegerme, de protegernos, de proteger la sangre de mi familia, pero específicamente... Por mí.Giré a verlo y tenía una mirada determinante, fija hacia el frente, tragué en seco y volteé hacia atrás.— Un túnel demasiado grande y largo como para haber sido sacado de la nada... — Susurré.Suspiré en respuesta y seguí cabalgando a Storm ganándole unos pocos metros a Alejandro.Mis marcas tenían cierta luz tenue amarilla y fugazmente tuve la sensación