Camila durmió en el sofá, comió todo lo que pudo porque no sabía cuando volvería a comer, preparó 5 Sándwiches 3 para ella y 2 para cuando regresara el dueño de la casa del cual no sabe el nombre.
Por alguna extraña razón que ella desconoce se siente muy bien en esa casa, no tiene miedo de que algún drogadicto le vaya a tocar la puerta, o que quizás su padrastros vaya o Pedro el señor de la renta que en otras ocasiones a intentado penetrar a su casa.
La puerta se abre y ella se pone en alerta de un brinco.
Damian entra algo enojado y con un poco de sangre en su pecho, ella se alarma y se acerca.
-¿A quién mataste o quien te golpeó? -pregunta mirando todo su cuerpo.
-Vamos, te llevo a casa -dice él.
-Primero, te he preparado algo de comer, segundo dame una explicación, tercero no saldré contigo así y cuarto ¿y si ahora soy tu siguiente víctima? -pregunta alejándose un poco luego de arrastrar las palabras.
-No tengo hambre, no te haré daño así que muévete, iré a lavarme -dice entrando a una puerta que se supone es un pequeño baño. .
Todo el camino es silencioso, el enojo de Damian se ve a kilómetros, Camila sólo lo ve de reojos, mientras le indica a donde girar.
Llegan al bario, él lo inspecciona y luego la mira a ella.
-¿Aquí vives, torpe? -pregunta apagado el motor.
-Si -se limita a responder y se baja del la camioneta.
Él sale y le sigue los pasos. Cada paso que das es como caminar sobre cristales, la carretera ha dejado que el tiempo pase, que todos caminen sobre ella, conoce lo que se hace en los oscuros callejones.
-No tienes que llevarme hasta la puerta -espeta ella dándose la vuelta.
Él continúa en silencio, con su vista en su cabello castaño a la mitad de la espalda. Parece una nena de unos 15 años, ni su tamaño ni su carita la ayudan aparentar de más edad.
Se detiene en una puerta horrible, saca una llave de sus bolsillos y la entra en su lugar para abrir la puerta.
-¿Con quien vives? -pregunta él.
-Con mis padres -responde mirándolo fijamente.
-Bien, ya debo irme, ¿hiciste bien la tarea? -pregunta mirándola esperando una buena respuesta.
-Todo lo que hago, lo hago bien -contesta ella cruzándose de brazos.
-Que novedad... Torpe -dice arqueando las cejas -rompiste muy bien el celular, me golpeaste muy bien la cabeza, casi haces caer muy bien a una señora, ojala y hayas echo bien los sándwiches -dice con su rostro muy cerca a ella.
-Si, los Sándwiches está bien hechos, le puse un poco de veneno -dice abriendo la puerta.
Ella entra y solo deja una rejilla para verlo por última vez.
-Hasta luego, torpe -dice él.
-Bye loco -dice cerrando la puerta.
Damian llevaba horas intentando dormir, tenia muchas cosas en su cabeza, la graduación de su hermana de 15 años, el cumpleaños de su abuela, a la torpe, la fiesta que tenia que destruir el viernes, los encargos que le había asignado su jefe y nuevamente a la torpe.
Había algo en ella un poco familiar, sin contar sus ojos y cabellera que lo tenían algo loco.
Necesitaba relajarse, botar el estrés, sacarla a ella de su mente y ya tenía alguien para que lo hiciera olvidar y disfrutar a la vez
Sam.
Sacó su nuevo celular y le marcó, respondió de una vez, como si esperara la llamada.
Lo que tenia con Sam era fácil de explicar... amor por su coño, nada diferente a las demás, pero era la única que no se enamoraba de él o le pedía algo más que sexo. Se dió un buen baño, porque el tanto pensar en la torpe lo hacía sudar. Bajó por un poco de agua y a esperar que su puta privada llegara.
El timbre sonó, con su calma lavó el vaso, lo guardó y abrió la puerta. Ésta de inmediato se acercó a él y lo besó como si de ello dependiera su vida.
Sam, casi del mismo tamaño que Damian, trabajan juntos, grosera, odiosa, no se enamora, adicta a lo ilícito. Tatuada hasta en las nalgas, pearcing hasta en sus pezones y sonrisa encantadora y mirada entre dulce y maléfica; super rara. No estudia, dice que para matar personas, vender coches, echar carreras, destruir fiesta no hay que tener un título, solo las agallas y los ovarios bien puestos. Español, Italiano y ruso son sus idiomas favoritos y los habla a la perfección.
Se van juntos a la habitación y el fuego se apodera de sus cuerpos. Todos es intenso y es lo que menos se puede esperar de una chica ruda y un loco desquiciado amante a la velocidad. Después de tres rondas la despachó a su casa, no siempre está de ánimos para dormir con una chica.
Camila no ha podido dormir, su situación se le ronda la cabeza, quisiera que su padre biológico estuviese vivo, tal vez no tendría que desvelarse por hambre, por tener que hacerle las tareas a otros para conseguir dinero, el tener que aguantar a Pedro o Felipe.
No confía en nadie, un chico a intentando acercarse a ella junto a una chica, pero tiene miedo de que sólo quieran aprovecharse de lo único bueno que tiene, Inteligencia.
A decir verdad nunca a visto a la chica juntarse con alguien mas que no sea el chico del pelo rubio y ojos azules, se ven que son muy buenos amigos o quizás algo más.
Se ha enamorado, jamás y no cree hacerlo por mucho tiempo, no quiere quedar embarazada como su mamá y caer en manos de un Imbécil despiadado. Mejor sola que mal acompañada. Sus metas son claras, salir adelante, tener su negocio, sacar a su madre de la estúpida burbuja amorosa en la que está metida con el patán de Felipe.
Jueves 6:40 Am
Camila terminó de vestirse para ir a la secundaria, toma su pequeño celular y la mochila. Muchas veces se ha preguntado para que tiene un celular si nadie la llama.
Después de la primera tanda de clase llega el receso, algunos hacen deportes, otros comen, Damian está sumergido en su celular y Camila estudiando en una mesa. Se levanta para ir al baño y sin querer una bandeja cae sobre su cabeza, llenándola de comida. Todos se ríen y ella se siente mal, se levanta y a toda prisa se va al baño. La chica dueña de la bandeja la sigue hasta el baño.
-Camila, lo siento, no fue nuestra intension -hace una pausa -sólo queríamos sentarnos contigo y entonces te levantaste y la bandeja calló, ¿podemos ser amigos tuyo? -pregunta la chica detrás de ella.
Camila se sorbe la nariz y lava su cara y sus manos. La chica se acerca y la ayuda a limpiar su cabeza y quitar el resto se comida.
-Creo que tendrás que quedarte con esa blusa de tirantes y mandar ese suéter a la mierda -pronuncia la chica.
Camila sonríe con timidez y asiente. Fija la vista en su busto, ojala y nadie note sus buenos senos.
-Me llamo flor y mi amigo Michael -dice la chica sonriendo.
-Un placer, yo Camila -dice tímida.
Las chicas salen muy sonrientes aunque Camila está algo tímida aún. Llegan a la mesa en donde estaba ella antes y el rubio de ojos claros está ahí sentado leyendo uno de los libros, el desastre ya no está.
Él chico se levanta y abraza a Camila, ella corresponde y le sonríe.
Todo trascurrió normal, nada de peleas, caídas o comentarios, aunque Damian tenía una pelea en su cabeza, celos por la torpe y el pelotudo rubio.
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Damian Mi vida es una locura total, a veces suelo ser aburrido, grosero, me burlo de las cosas y a veces rudo. Me gustan las carreras ilegales, mi trabajo se basa en cosas ilegales: drogas y armas. Mi jefe es como un padre para mi, aunque tengo mis padres vivos y los adoro, mi hermana de 15 años es una princesa aunque de vez en cuando le sigo los talones para que no se tope con un Imbécil como yo.Vivo solo por mi trabajo y porque me gusta estar solo. De vez en cuando viene una que otra chica a mi cama, de todas las que han pisado mi casa, solo la torpe no la puedo olvidar. No estoy enamorado, pero tiene un algo que me tiene pegado a ella.Hace días se hizo amiga de Michael Gutierrez y de Flor Galviz, ya investigué a esos dos y nada fuera de lo común, aunque no me fío del imbécil de Michael, odio cuando con su perfecta sonrisa la hace reír o cuando la abraza. Ella se ve jodidamente
CamilaNo soy de pedir cosas prestadas y a personas desconocidas menos. Tengo a Ni siquieras se su nombre, pero como me dice torpe a mi, le pondré uno, aún no se cuál.Su pregunta me tiene en las nubes, no pensé eso.-Pues te hago las tareas, ordeno tu casa, no se -digo encogiéndome de hombros.-Bueno -dice y me entrega el dinero.-Gracias -digo algo avergonzada.Tanto rodeos para darme el dinero así no más.*****Una semana ha pasado y aún no se como pagarle, sin contar que aún debo dinero de la renta, tengo hambre y no tengo ni agua.Damian quedó de venir a buscar su dinero hoy, si ya me aprendí el nombre ya que Flor no para de hablar de él y dice estar enamorada perdidamente.No niego que él es muy guapo, alto, un dios griego, pero no creo que sea mi tipo, además nunca me he enamorado. Toda mi vida ha sido el
DamianHoy no he visto a la torpe, ayer le hice saber que hoy iría a cobrar el dinero que me debe, aunque lo que tengo es ganas de verla, me trae embobado o no se si esa sea la palabra correcta, pero me siento bien a su lado, su presencia es miel y paz. Su forma de expresarse, su sonrisa, es una locura total.Esto no es amor, pero tampoco es atracción sexual, no se muy bien que sea, pero me gusta.Después de ayudar a mi tía en la tienda, como algunos sábados hubo mucha gente en la cafetería, voy camino a casa de la torpe. Si no tiene para pagarme, la traeré a mi casa para " limpiarla" como pago de su deuda.Hoy es la fiesta en la azotea de los Dincent, ya le pedí a Sam para que me ayude a deshacer ese fieston, últimamente he estado aburrido. Era ayer viérnes y se suspendió ni idea de por qué.Estaciono mi camioneta en el callejón de la torpe, camino con pas
DamianDesde que me pidió que la abrazara no he podido dormir, me tiene loco y no de manera excitante. A diferencia de otras chicas que han estado en mi habitación, su cuerpo radica ternura, inocencia y dulzura. No veo su rostro, pero me imagino la montaña de pestañas reposando en sus párpados, sus labios ligeramente abierto y su rostro angelical.La acuno más a mi cuerpo mientras observo la claridad de la luna colarse por las telas de la cortina de la ventana. Su cabello huele a naranja con flores (mi mejor Amigo si que sabe comprar)Siento mis ojos cansados y decido dormir.-No, no, déjame por favor, no me toques -me espanto al escucharla gritar, está aún acunada en mis brazos.-Todo estará bien -digo acariciando su pelo. Ella se da la vuelta y se aferra a mi, colocando su cabeza en mi pecho.Su cuerpo tiembla, está algo sudada y no es para menos con esa pesad
Damian Inmediatamente siento una pistola en mi espalda, miro en dirección a Camila, ella se reúne con sus amigos y observo el lugar de reojo, no quiero que ella corra peligro. Me doy la vuelta rápido hasta tener la pistola en mis manos y me enojo al ver que se trata de Sam, ella sonríe y me abraza, correspondo al abrazo, aunque me resulta algo incómodo.-Ya tienes a una nueva morra -dice asintiendo en dirección a la puerta del instituto.-No es nada de lo que piensas -digo mirándola a los ojos.-¿Ah no? -dice con una sonrisa en los labios, chasquea la lengua y vuelve su mirada a mi -me imagino que por ella me cancelaste todo el maldito fin de semana -confirma guardando la pistola en su espalda.-Surgieron unos inconvenientes que luego te explicaré -digo dando un beso en su mejilla para irme al instituto.-Cuidala -dice dándose la vuelta y regresando a
DamianEs viernes, día de la estúpida fiesta la cual debo asistir para que mi "prima" pueda ir. He tenido unos días no muy buenos, aunque Camila los mejoró con su sonrisa y torpeza. La propuesta de mi jefe no salió de mi cabeza, pero no creo poner a la torpe en peligro.Ni señales del hijo de mi jefe y del Imbécil del padrastro tampoco, lo busqué hasta en el barrio donde vivía la torpe y nada que ver. Me coloco la camisa negra de mangas cortas, los dos primeros botones sueltos, un pantalón jeen algo rasgado y unas vans negras, salgo luego de perfurmarme y tomar las llaves. La torpe está en la sala esperando por mi. Lleva unos pantalones largos negros, unos tenis floreados haciendo juego con una blusa de mangas hasta los codos. Taeyang si que tienes gustos femeninos. La ropa le queda muy bien moldeada a su cuerpo, tiene un cuerpo envidiable a diferencia de Sam y no lo niego. Salimos y nos montamos en el a
DamianLa revisé y ni rastros de bala, debe estar desmayada por el asombro y la adrenalina. Piso el acelerador sin importar quienes estén al frente, los tipos nos siguen y no se porque carajo. Saco mi pistola y por el retrovisor los veo acercarse, disparo como puedo y fallo. Acelero sintiendo la adrenalina correr por mis venas. Camila sigue dormida y no quiero que despierte, sería más complicado. Vuelvo a disparar y le rebiento un neumático. Me desvío hasta llegar a mi casa.Entro a mi casa y la subo a la habitación. Necesito avisarle a Marcos, cuanto antes.CamilaMe despierto con un dolor punzante en la cabeza, me siento en la cama y él está acostado a mi lado. Me despierto sin hacer ruido y me doy una buena ducha de agua fría, me coloco una franela enorme de él y bajo hasta la cocina. Luego de preparar un café me siento e
CamilaEstar frente a él me da algo de nervios, quiero saber a que se dedica, como tiene ésta casa tan grande, dos autos, una moto, un celular carísimo. -¿Por qué razón? -dice cerrando la puerta para darme el frente.-Por la razón de que vivo con alguien que desconozco, no se si es un maldito narco, tienes una casa enorme, un celular que costaría mi manutención de un año, tienes dos vehículos, siempre andas bien vestidos y nunca te he visto trabajar, te persiguen matones, tu novia tiene más pinta de asesina que de mujer y corres ilegal -digo subiendo la voz con desespero.-Conformate con saber que estarás bien y no pasarás hambre -me contesta frío. -¿Sabes que? -hago una pausa y me acerco más a él -¡Vete a la mierda! -digo y me alejo de el con la rabia hirviendo hasta