Camila
No soy de pedir cosas prestadas y a personas desconocidas menos. Tengo a Ni siquieras se su nombre, pero como me dice torpe a mi, le pondré uno, aún no se cuál.
Su pregunta me tiene en las nubes, no pensé eso.
-Pues te hago las tareas, ordeno tu casa, no se -digo encogiéndome de hombros.
-Bueno -dice y me entrega el dinero.
-Gracias -digo algo avergonzada.
Tanto rodeos para darme el dinero así no más.
*****
Una semana ha pasado y aún no se como pagarle, sin contar que aún debo dinero de la renta, tengo hambre y no tengo ni agua.Damian quedó de venir a buscar su dinero hoy, si ya me aprendí el nombre ya que Flor no para de hablar de él y dice estar enamorada perdidamente.
No niego que él es muy guapo, alto, un dios griego, pero no creo que sea mi tipo, además nunca me he enamorado. Toda mi vida ha sido el afán por sobrevivir y cuando vivía con mis padres mi prioridad era mi madre. Creo en el amor, creo que algún día saldré con alguien al cine, a comer helado, que me dirá lo bien que luzca,pero por el momento no.
Ordeno un poco el cochinero este y busco en todas las esquinas, quizás encuentre alguna moneda, no se.
Alguien llama a la puerta y después de respirar hondo abro. Me preparo para encontrarme con un interesado Damian viniendo por el dinero que no tengo.
Mi corazón se acelera al enterarme quien es; Pedro el señor de la renta, se ve furioso.-Hola Don Pedro -digo nerviosa.
-Hola nada -dice entrando a la casa.
Mi cuerpo completo se tensa, no se que cuento decirle, si me corre me llevará el mismo diablo.
-El dinero de la renta -dice girándose para verme a la cara.
-Yo, yo aún no lo tengo -digo entrelazando mis dedos con nerviosismo.
-Eso no es mi problemas, te he dado semanas puta -dice asiendome enojar.
—Deme dos horas para buscar el dinero y pasárselo —digo nerviosa.—No tengo tu tiempo, ramera —dice acercándose más.
Quisiera gritarle, pegarle, pero estoy en su territorio y no tengo ventaja alguna.
Se acerca a mi con pasos que me hacen temer, se posa frente a mi, siento mi cuerpo estremecerse. Me toma de los codos y me acerca a él.
-Déjame en paz -digo intentando zafarme de su agarre. Su agarre es fuerte, él hunde su asquerosa cara en mi cuello, siento como humedece mi cuello de su apestosa saliva. Su aliento es horrible. Me tira al piso y se abalanza sobre mi. Mis ojos se humedecen, los siento arder, gritos ahogados se escapan de mi, no quiero que mi primera vez sea de ésta manera y mucho menos con este imbécil.
-Te voy a cobrar todo lo que me debes, puta -dice rompiendo mi vestido.
Cierro mis piernas y grito para que alguien me escuche, pero es imposible.. Él se coloca entre mis piernas y acaricia mis piernas, saca mis bragas y las desliza por mis piernas, vuelve a tumbarse y oro a Dios porque un rayo lo mate y no me siga tocando.
Mis lágrimas siguen saliendo, si éste hombre me llegar a violar por completo no quedará nada de mi. Es mi peor pesadilla.
-Déjame por favor -grito empujándolo pero su peso es mayor que mi fuerza.
Intenta besarme pero no lo dejo, me muevo debajo de él. Desata sus pantalones y vuelve a tumbarse antes de bajarlos.
-Serás mía perra -dice lamiendo mi cuello y dirigiéndose a mis senos.
Grito y forcejeo, intento quitarlo de encima de mi, pero ko funciona, me duele su agarre, su saliva me da asco, mi piel está de gallina por la asquerosa sensación.
Mi madre llega a mi cabeza, recuerdo las veces que la escuché gritar de esta forma y yo no podía hacer nada.
Un fuerte golpe en la cara me hace reaccionar, está listo para entrar dentro de mi. Ya ni siento las piernas para cerrarlas, me duele todo el cuerpo. Con mis manos intento y lo empujo, pero no logro nada, ríe como imbécil, besa mi mejilla y acaricia mi sexo y se lame la mano.
—¡No por favor! —grito resistiéndome.
—Me vas a pagar las que me debes, perras.
-¡Sueltala hijo de perra! - escucho la voz de alguien muy conocido.
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DamianHoy no he visto a la torpe, ayer le hice saber que hoy iría a cobrar el dinero que me debe, aunque lo que tengo es ganas de verla, me trae embobado o no se si esa sea la palabra correcta, pero me siento bien a su lado, su presencia es miel y paz. Su forma de expresarse, su sonrisa, es una locura total.Esto no es amor, pero tampoco es atracción sexual, no se muy bien que sea, pero me gusta.Después de ayudar a mi tía en la tienda, como algunos sábados hubo mucha gente en la cafetería, voy camino a casa de la torpe. Si no tiene para pagarme, la traeré a mi casa para " limpiarla" como pago de su deuda.Hoy es la fiesta en la azotea de los Dincent, ya le pedí a Sam para que me ayude a deshacer ese fieston, últimamente he estado aburrido. Era ayer viérnes y se suspendió ni idea de por qué.Estaciono mi camioneta en el callejón de la torpe, camino con pas
DamianDesde que me pidió que la abrazara no he podido dormir, me tiene loco y no de manera excitante. A diferencia de otras chicas que han estado en mi habitación, su cuerpo radica ternura, inocencia y dulzura. No veo su rostro, pero me imagino la montaña de pestañas reposando en sus párpados, sus labios ligeramente abierto y su rostro angelical.La acuno más a mi cuerpo mientras observo la claridad de la luna colarse por las telas de la cortina de la ventana. Su cabello huele a naranja con flores (mi mejor Amigo si que sabe comprar)Siento mis ojos cansados y decido dormir.-No, no, déjame por favor, no me toques -me espanto al escucharla gritar, está aún acunada en mis brazos.-Todo estará bien -digo acariciando su pelo. Ella se da la vuelta y se aferra a mi, colocando su cabeza en mi pecho.Su cuerpo tiembla, está algo sudada y no es para menos con esa pesad
Damian Inmediatamente siento una pistola en mi espalda, miro en dirección a Camila, ella se reúne con sus amigos y observo el lugar de reojo, no quiero que ella corra peligro. Me doy la vuelta rápido hasta tener la pistola en mis manos y me enojo al ver que se trata de Sam, ella sonríe y me abraza, correspondo al abrazo, aunque me resulta algo incómodo.-Ya tienes a una nueva morra -dice asintiendo en dirección a la puerta del instituto.-No es nada de lo que piensas -digo mirándola a los ojos.-¿Ah no? -dice con una sonrisa en los labios, chasquea la lengua y vuelve su mirada a mi -me imagino que por ella me cancelaste todo el maldito fin de semana -confirma guardando la pistola en su espalda.-Surgieron unos inconvenientes que luego te explicaré -digo dando un beso en su mejilla para irme al instituto.-Cuidala -dice dándose la vuelta y regresando a
DamianEs viernes, día de la estúpida fiesta la cual debo asistir para que mi "prima" pueda ir. He tenido unos días no muy buenos, aunque Camila los mejoró con su sonrisa y torpeza. La propuesta de mi jefe no salió de mi cabeza, pero no creo poner a la torpe en peligro.Ni señales del hijo de mi jefe y del Imbécil del padrastro tampoco, lo busqué hasta en el barrio donde vivía la torpe y nada que ver. Me coloco la camisa negra de mangas cortas, los dos primeros botones sueltos, un pantalón jeen algo rasgado y unas vans negras, salgo luego de perfurmarme y tomar las llaves. La torpe está en la sala esperando por mi. Lleva unos pantalones largos negros, unos tenis floreados haciendo juego con una blusa de mangas hasta los codos. Taeyang si que tienes gustos femeninos. La ropa le queda muy bien moldeada a su cuerpo, tiene un cuerpo envidiable a diferencia de Sam y no lo niego. Salimos y nos montamos en el a
DamianLa revisé y ni rastros de bala, debe estar desmayada por el asombro y la adrenalina. Piso el acelerador sin importar quienes estén al frente, los tipos nos siguen y no se porque carajo. Saco mi pistola y por el retrovisor los veo acercarse, disparo como puedo y fallo. Acelero sintiendo la adrenalina correr por mis venas. Camila sigue dormida y no quiero que despierte, sería más complicado. Vuelvo a disparar y le rebiento un neumático. Me desvío hasta llegar a mi casa.Entro a mi casa y la subo a la habitación. Necesito avisarle a Marcos, cuanto antes.CamilaMe despierto con un dolor punzante en la cabeza, me siento en la cama y él está acostado a mi lado. Me despierto sin hacer ruido y me doy una buena ducha de agua fría, me coloco una franela enorme de él y bajo hasta la cocina. Luego de preparar un café me siento e
CamilaEstar frente a él me da algo de nervios, quiero saber a que se dedica, como tiene ésta casa tan grande, dos autos, una moto, un celular carísimo. -¿Por qué razón? -dice cerrando la puerta para darme el frente.-Por la razón de que vivo con alguien que desconozco, no se si es un maldito narco, tienes una casa enorme, un celular que costaría mi manutención de un año, tienes dos vehículos, siempre andas bien vestidos y nunca te he visto trabajar, te persiguen matones, tu novia tiene más pinta de asesina que de mujer y corres ilegal -digo subiendo la voz con desespero.-Conformate con saber que estarás bien y no pasarás hambre -me contesta frío. -¿Sabes que? -hago una pausa y me acerco más a él -¡Vete a la mierda! -digo y me alejo de el con la rabia hirviendo hasta
DamianHace media hora que se fue y ni siquiera se a donde. Siento como que fue una eternidad. Me odio por hacerla enojar y tan tierna que se ve cuando sonríe. No puedo quedarme aquí sin saber de ella.Enciendo la moto y salgo como alma que lleva el diablo. He dado vueltas y vueltas y nada que ver.Veo una chica caminar sola y me acerco, es ella y respiro antes de frenar a su lado.-¡Súbete! -exijo frío.-No, se llegar andando -responde aún caminando y con las manos cruzadas.-No te lo pregunté, ¡Súbete! -digo siguiéndola.-Te dije que no -dice aumentando los pasos.Entonces dos camionetas se hacen presentes, la veo una por detrás y otra por delante.-¡Vamos sube! -le grito y ella me desafía con la mirada.-¿Y si no que? -pregunta con las manos en la cintura.-Te doy un bala
CamilaY es ahí cuando la confusión se apodera de tu cabeza, no sabes exactamente que sientes, no te decides por algo en especifico y es lo que me está pasando en estos momentos.El jefe de Damian se ve que es un hombre malo y despiadado, me da miedo pero a la vez no, se que sería capaz de matarme pero siento que no. No se. Pero no quiero estar aquí.-Es una amiga Marcos, solo será por hoy -dice Damian tomándome de las manos.-Ni por tres segundos, te la llevas de aquí ¿y si es una infiltrada? -dice el hombre de nombre Marcos.-No lo es, la traje porque nos estaban atacando en casa, mañana me la llevo a casa de mis padres -dice enojado.-Me la sacas, la dejas dormir en la calle o donde la sacaste -dice Marcos acercándose.-Vámonos, a este no le ruegues, de seguro ni familia tiene, viejo amargado -digo y me abofeteo ment