(Contenido fuerte)No puedo creer la forma tan horrible en la que Fernando me ofendio. No tenía ningún derecho a hacerlo.Divise la noche estrellada y me percaté de que comenzaron a reflejarse fuegos artificiales los cuales indican que ya es media noche. —Feliz cumpleaños —Cuando levante la vista me percaté de que Diego está allí con Dos Copas con listones rosa azul en mano—Prepare esto para los tortolos ¿Dónde está Fernando?—No sé ni me importa —¿Por qué lloras Bell? Es tu cumpleaños, chiquita.—Siempre me pasa lo mismo con él. —Tome la copa de Diego y la bebí rápidamente porque lo único que deseo es olvidar, él me acompañó bebiendo la Copa restante.—Debías beber despacio, te hará daño.—Ya nada me puede hacer daño.Limpie mis lágrimas y me dirigí rumbo hacia la barra en busca de mi cartera perdida y mi amiga. Pero la segunda sigue bailando con Ariel y más que abrazados se están comiendo a besos mutuamente.Quien también está bailando pegado a Tamara y otras dos mujeres es Fernand
Desperté abruptamente debido al si sonido de mi celular. Me percaté de que unos brazos están entrelazados en mi cintura y un cuerpo pegado al mío. Me siento aterrada porque no recuerdo absolutamente nada de lo que ocurrió anoche. Lo último que recuerdo es mi discusión con Fernando en la cual me trato como basura.Observe el lugar detenidamente y me percaté de que me encuentro en una habitación del hotel debido al color de sus paredes el cual combina con el resto de la arquitectura y al observar el lugar es evidente que es un hotel.Tome valor para despojar mi cuerpo de la sabana y descubrir si tengo la ropa interior, la respuesta es negativa. No soy una eminencia, pero es evidente que me acosté con alguien, estoy desnuda en un motel con un intenso dolor en mis partes íntimas.Debí reprimir mis lágrimas con todas mis fuerzas, siento como un nudo se forma en mi garganta.No me atrevo a girar y descubrir con quien pase la noche. Quisiera salir corriendo sin voltear y olvidarme de todo.
Fernando El ambiente se está tornando muy tenso. Me encuentro en la Iglesia al lado de mi madre, Edward se encuentra en el carro al lado de Mariana quien debe esperar porque el novio es quien entra primero.Decidí acabar con esta tortura y llamarlo porque no responde mis mensajes, pero las llamadas entran directamente al buzón.-Aníbal ¿Dónde está tu hijo? -Le pregunta Edward acercándose -Salió antes que nosotros -Responde él y Carla asiente con la cabeza.-Fernando por favor ve a buscarlo -Me pide mi madre Caminé entre la multitud de personas que invitaron mis padres y me percaté de que Tamara también se levantó de su asiento.Cuando salí de la Iglesia me percaté de que mi hermana vestida de novia está entrando al lugar por lo cual la detuve.-¡Mariana regresa al carro! -Le ordenó-Yo sé que Diego no debe tardar y lo esperaré adentró.-Por favor escucha a Fernando, Mariana.-seguramente le ocurrió algo al carro yo lo esperaré adentró. -Sentencia y entra a la Iglesia.Edward quien e
Belinda Todo me parece irreal, como si estuviera siendo la espectadora de una horrible película de terror.Acabo de despertar hace dos minutos y no caigo en cuenta de que esto me ocurrió a mí. Me encuentro en una especie de habitación rodeada de lujos ostentosos.Mi vestimenta no es la misma que tenía hace unas cuantas horas. Estoy vestida con un camisón blanco muy elegante y también revelador.Recuerdo que Diego me durmió en la casa y dos veces en el avión por lo cual creo que viajamos durante varias horas.Intente levantarme de la cama, pero no pude evitar volver a caer debido al mareo que siento. Es como si estuviera en una especie de juego del parque de diversiones.—Aún estás débil —Cuándo giro hacia la derecha me percató de que él está sentado en un sofá observando —¡Estás mal de la cabeza! ¡Me dormiste! ¡Me secuestraste!—Entiende, bebé. No podía dejarte sola a merced de mi familia y mi primo después de lo que hice.—¿Qué hiciste?—Deje a Mariana plantada tal como me lo pedis
Llevo más de una semana en este maldito infierno.He intentado llamar a alguien, pero todos los teléfonos están cortados, y en cuanto a los sirvientes, a penas me dirigen la palabra.Extraño demasiado a mi hijo y mis amigos.Cuando siento deseos de acabar con mi vida solamente pienso en ellos.En este instante me encuentro observando el mar e imaginando ,como sería mi vida, si nunca hubiera aceptado ese maldito trabajo o si Diego Valencia no respirara.—¿Cómo estás, Sexy? —Él toma mi cintura y deja un beso en mi cuello —¿Qué tanto miras?—El mar me calma.—A mí tú me calmas.—¿Cuándo volveremos? No podemos estar acá toda la vida.—Si podríamos, pero tengo asuntos que atender, muy pronto regresaremos a nuestra casa.—¿Nuestra casa?Él ríe —¿Crees que permitiré que regreses a tú casa?. Tú vivirás conmigo como mi mujer.—Es lo que más quiero —Le finjo una sonrisa —Me encanta tu cambio de actitud —Él une sus labios a los míos en un el cual le seguí—Ya entendí lo que es mejor para mí y mi h
Meses despuésDiego No puedo creer que el imbécil de mi padre se atreva a hacerme esto. Podría hundir a ese idiota fácilmente si así lo deseara.Tiene suerte de que no conviene a mis planes exponer sus negocios porque de lo contrario ya estaría en prisión.—¿Cómo te atreves a cancelar mis tarjetas? —Le grito mientras hablamos por teléfono —Es la única forma en la cual tienes comunicación conmigo. Te necesito en la empresa, Diego. Deben estar todos los socios para elegir un nuevo presidente sabes que está estipulado en los estatutos.—Me da igual tu empresa, Papito, por el momento no volveré.Él ríe —Crees que no sé en que lugar te encuentras. Cuando tú fuiste por la leche yo traje el queso, querido. Si no quieres que tu tío Edward se entere de tu ubicación debes regresar.—Lo pensaré, no quiero dejar sola a Belinda.—Esa mocosa solamente nubla tu mente. Te advierto que estamos a un paso de perderlo todo y tu sabes lo que eso significa.—Lo sé, papá. —Es todo lo que respondí antes de
Belinda Luchar ni intentar huir sirve de nada simplemente aumenta su violencia y en este momento sería muy riesgoso ser golpeada por Diego.Ya perdí las esperanzas de que alguien esté buscándome o que siquiera le importe a mi familia.Le escribí una carta a mi abuela informando que estoy secuestrada y nunca obtuve una respuesta.No sé si no le llegó o no le interesa el asunto es que nadie me salvará. Podría morir mañana a manos de Diego y a nadie le importaría.En este instante me encuentro sentada en las piernas de Diego mientras él reparte besos en mis labios y ejerce fuerza en mi cintura. Durante las últimas dos semanas he tenido que tragar mi repulsión y fingir un cambio de actitud.No es fácil, pero debo sacrificarme para obtener mi libertad.—Me encantan tus labios, pero sabes que es lo que más me gusta —¿Qué? —Pregunto curiosa—Esto —Él desliza sus manos hacia mis muslos subiendo mi falda —Me fascinan tus piernas, me encanta que uses falda, pero me encantaría que no uses nada.
Me duché durante más de media hora posteriormente escogí la ropa interior color blanco y un vestido color rojo ajustado. Es una de las prendas que él compró para mí junto con lencería y pijamas cortos.Decidí dejar mi cabello suelto y me maquillé minuciosamente. Me siento impotente al saber lo que ocurrirá está noche, al tener que maquillarme y vestirme para agradarle a mi captor.—Ya la cena está lista —Me hace saber él mientras entra al cuarto sin tocar —Me siento un poquito mal—¿Otra vez náuseas?Asentí con la cabeza —Cuando lleguemos a la ciudad iremos al doctor quizás un Mini Dieguito viene en camino.Negué con la cabeza —Conozco mi cuerpo y no es eso, además el nacimiento de Aarón fue muy complicado porque yo era muy joven y los doctores me explicaron que sería complicado que vuelva a embarazarme.—Buscaremos la forma, bebé. Maldije internamente al darme cuenta de que ni mis mentiras lograrán que este hombre cambie de opinión.—Gracias por ser comprensivo, amor. Te espero mie