Hoy es mi primer día como asistente personal de Diego Valencia. Hoy es el inició de la pesada en la cual se convertirá mi vida.
Durante varios años trabaje de costurera para costearme la universidad. Desde muy pequeña presencié el trabajo de mi abuela y mi madre por lo cual conozco cada parte del procedimiento de confesión y venta de las telas.Intente buscar un puesto que tenga relación con mi carrera en varias empresas, pero ellos buscaban a mujeres con experiencia. Por ello agradezco la oportunidad que me otorga el señor Aníbal sé que más que nada lo hace para darle una lección a su hijo, pero para mí significa mucho. Significa la oposición de recuperar a mi hijo y darle la vida que merece.Diego se ha acostado con varias de sus secretarias y ha causado muchos problemas; principalmente, con Mariana quién es su prometida y la hija de uno de los principales socios de la empresa. Supongo que con aquellas circunstancias tiene relación mi contratación porque no es un secreto para nadie que él me repudia.Sinceramente, no me esmero demasiado en mi físico. No deseó llamar la atención de las personas por ello me oculto detrás de unas gafas ostentosas y en reducidas ocasiones cepillo mí cabello abundante y rizado. Oculto mi cuerpo con prendas largas hasta la altura de mis tobillos.Cuando llegué a mi puesto de trabajo me percaté de que la antigua secretaria de Diego está recogiendo sus pertenecías. La mujer pelirroja de mirada profunda me mira como si deseara asesinarme.Verónica presumía que a pesar de los cambios que sufrió la empresa cuando Diego tomo la presidencia, ella seguiría en su puesto de asistente personal. Don Aníbal antes de cederle el puesto a su hijo le impuso como única condición que él escogería a su secretaria.—No durarás demasiado, adefesio —Espeta antes de alejarse—Eso ya lo veremos—Murmuré para mí misma y luego centré la mirada en una mujer rubia con sonrisa luminosa quién se acerca a mí —Buenos días, Soy Belinda Uriarte.—Buenos días yo soy Cielo, la secretaria del licenciado Ariel— Me devuelve la sonrisa—¿Sabes si el señor Valencia ya llego a la empresa? —Inquiero dudosa—¿Fernando o Diego? —Pregunta desconcertadaRodee los ojos, escuchar ese nombre me quema por dentro -Diego—El señor Diego siempre llega una hora tarde. Fui su secretaria durante algún tiempo—Me aclara—Conozco sus antecedentes, suele ser muy amable, sin embargo, en ocasiones tiene un carácter complicadoAsentí— Si, conozco a Diego muy bien.—Prefiere el café amargo y unas galletitas con chispa de chocolate. Su almuerzo favorito lo encontrarás en el restaurante Real. —Me informa y tome notas en mi pequeña agenda— Sé discreta y eficiente con él o no conservaras el trabajo.—Muchas gracias, Cielo.Acomode mis pertenencias en mi lugar y al transcurrir la hora que indico Cielo llego Diego tomado del brazo de su prometida.Mariana es muy hermosa, su cabello es dorado y sus ojos son azules. Su azul me recuerda demasiado a su hermano. Odio que se parezcan tanto porque deberé verla todos los días y sería como verlo a él.Cuando éramos niñas fue mi amiga, sin embargo, durante la adolescencia cambio rotundamente conmigo y ahora me odia. Nunca entendí su cambio rotundo de actitud y no negaré que hasta el día de hoy me duele.La empresa está dividida en dos socios principales Aníbal Valencia el padre de Diego y Edward Galván el padre de Mariana.Aníbal solo tuvo dos hijos la pequeña Megan quien tiene la misma edad que mi solecito y Diego, su primogénito y su único hijo varón, por ende, quién heredará la mayoría de sus negocios.También él tuvo un hermano mayor quién fue el padre de Fernando, pero murió hace varios años cuando su hijo era un bebé.Poco tiempo después de la muerte de su esposo Olga la madre de Fernando se caso con Edward Galván, su socio y dos años después Mariana llego a este mundo. Por ello Fernando y Diego son primos y cuñados al mismo tiempo.No lo considero malo porque no comparten lazos de sangre, pero me resulta extraño. Creo que su matrimonio es un acuerdo entre ambas familias para asegurar el futuro de la empresa.Esperé pacientemente a que la pareja culminé el beso y posteriormente seguí a Diego rumbo a su oficina.—Licenciado, buenos días, ¿Desea que ordene su desayuno? —Inquiero centrando mi mirada en la suya, pero él está concentrado en su celular rodeando sus ojos verdes.Diego es guapo, sin embargo, aprovecha su belleza y poder para embaucar a las mujeres y burlarse de ellas. Nunca más caería con un hombre de su familia por ello solo lo veo como a mi jefe, a quién debo agradarle porque de lo contrario me despedirá.—Licenciado— Replico subiendo el tono de voz—No te acomodes, Adefesio, no durarás mucho—Responde seco sin mirarme—Puede entregarme su agenda personal porque debo manejarla—Le solicité ignorando amenazas. —Si necesita algo más estoy a sus órdenesÉl no respondió y salí de la oficina. El resto del día me dediqué a registrar su agenda en mi ordenador además de recibir llamadas y comunicarlo. Además de inversionistas lo han llamado varias mujeres quiénes asumo que son sus amantes.—Buenos días, Belinda, felicidades por el ascenso. —Me saluda con una sonrisa Ariel Cisneros antes de entrar en la oficina de Diego—Muchas gracias — Asentí con la cabezaTambién conozco a Ariel desde la infancia y compartimos algunas clases. Es el mejor amigo de Diego y por supuesto fue parte de la apuesta. Ellos son similares en su personalidad, en el sentido que, con mujeres hermosas, son coquetos y cínicos, la diferencia con Ariel es que él es amable conmigo y no posee una cuantiosa cuenta en banco.Sus padres lo perdieron absolutamente todo hace algún tiempo a causa de un fraude y por ello su situación económica se complicó.—Necesitaba algo. —Inquiero al entrar en la oficina, él me llamo hace algunos minutos—Si o no te hubiera llamado, Adefesio — Responde con un tono burlón—Su nombre es Belinda—Le recuerda Ariel —No tiene nada de linda—Le comenta a su amigo ignorando por completo mi presencia. Me siento completamente invisible ante él.—Necesita algo—Replique con la poca paciencia que tengo—Que desaparezcas de la faz de la tierra, pero no lo harás, empleadita— Se burla y me entrega un papel— Ve a este restaurante y compra mi almuerzo favorito.—Pero se encuentra al otro lado de la ciudad —Vocifere incrédula—No te pregunté, es una lastima, pero no te dará tiempo para almorzar. Aunque pensándolo bien no te caería mal bajar unos kilos de más ¿Quieres ordenar algo Ariel? —Le pregunta a su amigoÉl niega con la cabeza, puedo ver lástima en la forma en la cual Ariel me mira.No me importa lo que deba hacer, no me rendiré, haría lo que sea por él, por mi solecito. Soy consciente de que solo es el inicio de las humillaciones de Diego, sin embargo, yo soy más fuerte de lo que él creePor fortuna el mensajero de la empresa debía realizar unos trámites en la ciudad y aceptó llevarme al restaurante. Allí compré el almuerzo y lo cargue a la cuenta de Diego porque él no me entrego dinero.El chofer me hizo el favor de devolverme a la empresa. Él continuo con sus labores y yo me dirigí al ascensor. Estaba muy ajetreada porque debido al tráfico llegaré tarde.Estaba a punto de entrar en el ascensor cuando alguien que salía de allí me empujó y caí al suelo. No me importa lastimarme, sin embargo, mi mala suerte hizo de las suyas y el almuerzo se hecho a perder.—Lo siento —Él extiende su mano hacia mi, pero yo me niego y me levanto sola.Clavo mi mirada en la suya disimulando que el corazón está a punto de salirse de mi pecho. Odio que a pesar de los años este ser tan despreciable cause estos efectos en mí. Yo debería odiarlo con toda el alma no temblar ante su presencia.Sé de buena fuente que hace varios meses el regreso al país, pero había tenido la buena suerte de no toparme con Fernando Valencia.Él me mira de una manera tan dulce que corro el riesgo de olvidar todo el daño que me provocó su desprecio. Es increíble que detrás de un hombre con apariencia de ángel se oculte el mismísimo demonio.Recogí el pedido del suelo e intente salvarlo, pero ya no tiene sentido porque la comida se echó a perder y no tengo dinero ni tiempo para comprar otro almuerzo. Estoy segura de que Diego se enfadara muchísimo. —No te vi, Bell.. — Se disculpa él —Ya no diga nada, licenciado— Le suplico sin siquiera sin mirarlo, estoy haciendo un gran esfuerzo para no gritarle todo lo que merece. Nunca pensé volver a verlo después de lo ocurrido y que tuviera el cinismo de dirigirme la palabra como si no hubiera ocurrido nada. Es el rey de la falsedad. —Su primo se enojará conmigo por su culpa y me correrá. —Le recrimino enfadada —Diego no te despedirá por un almuerzo dile que es mi culpa y yo le ordenó a uno de los empleados que.... Negué con la cabeza sin permitirle continuar. No quiero escuchar ninguna de sus mentiras. Estoy haciendo un esfuerzo sobrehumano para contenerme y no escupir mi odio. —Yo lo arreglo. —Le respondo inexpresiva —No sabía que trabajabas en esta área. Será hermoso ver t
Han transcurrido dos semanas desde que soy la asistente de Diego. Cada día con él se ha convertido en un nuevo martirio. Solo finge cuando su padre está cerca, pero sé que me desprecia. No ha dejado de repetirme que únicamente le inspiró asco, son las palabras que utilizó mi padre antes de marcharse, me duele, me quema el escucharlas. Al parecer es mi destino tener el desprecio de los hombres, pero no me importa. El único hombre que me interesa es mi hijo, nadie más. Estoy reunida con Cielo y otra secretaria, una mujer mayor quien fue amiga de mi abuela cuando ella trabajo en la empresa. Estamos almorzando en la cafetería ubicada en frente de la empresa —Es una pena que María no pudo almorzar con nosotras. La señora Mariana la tiene harta con los preparativos de la boda. —María es la secretaria de Fernando —Les recordé —Si, pero ayuda a Mariana porque su secretaria es una inútil. Esa tipa únicamente se dedica a enseñarle las piernas a los licenciados, principalmente, a Diego. No
Creo que gane un par de puntos con Diego, después de mucho tiempo por fin logramos hablar como dos personas civilizadas sin agredirnos ni nada por el estilo.Estoy centrada en la música de mis auriculares caminando rumbo hacía la parada de autobús. Ya es bastante tarde, pero lo bueno es que está parte de la ciudad es muy concurrida.A pesar de que está a punto de oscurecer varias personas recorren la avenida, saliendo de su trabajo o los vendedores ambulantes comienzan a aparecer.Casi salte del susto cuando un coche se estacionó en frente mío. Pensaría que se trata de un secuestro, pero conozco a la perfección ese vehículo y el dueño.Preferiría que se tratara de un secuestro, quisiera nunca más en mi vida volver a verlo. No me siento capaz de contener el odio que me carcome al verlo, solo con su mirada tono azul enciende un fuego interno en mí que quisiera apagar para siempre.Desearía no sentir absolutamente nada por él.-¡Sube! -Me exige saliendo del carro, sus ojos azules parecier
Diego Debo reconocer que Belinda ha sido muy eficiente durante las últimas semanas, pero aún no estoy seguro de quedarme con ella. Estoy demasiado estresado, Mariana está mucho más intensa que de costumbre debido a que cada vez falta menos para la boda. No sé en qué estaba pensando cuando le propuse matrimonio, su fortuna no es lo suficientemente grande para tolerarla, esa mujer es insoportable.He tenido que hacer grandes sacrificios para huir de ella y encontrarme con la bella modelo que conocí en la última fiesta.Desde que la vi decidí que sería completamente mía. Siempre he sido así, a la mujer que deseo la tengo en mi cama sin afrontar las consecuencias. A veces me pregunto a mí mismo porque estoy con Mariana.La respuesta más obvia sería por amor, pero no es eso. Admitiré que en principio si la amaba con locura, pero llevábamos cuatro años de relación y la rutina se ha encargado de arruinar nuestra relación.Le fui infiel muchas veces y la actitud obsesiva y controladora de e
BelindaNo puedo creer que tengo tan mala suerte, tuve que subirme a ese tonto autobús y estoy segura de que Diego me correrá.Solamente se escuchan los gritos de los licenciados en la sala de junta. María quién es la secretaria de Fernando intenta consolarme y Cielo se ve muy furiosa debido a que ella odia las injusticias.-Deberías hablar con recursos humanos Cielo ríe fuerte -ves muchas películas, el señor Aníbal es muy justo, pero no te pondrá por encima de su hijo.-Eso lo sé-Deberías recoger tus cosas -Ríe Verónica, la ex secretaria y actual amante de Diego.Me levanté del lugar y volví a dirigirme al baño con mis amigas. Mis anteojos se volvieron a empañar debido a las lágrimas.-Te ves muy diferente sin lentes, con un buen maquillaje te verías guapa. -Agrega Cielo -La verdad si Casi saltamos del susto cuando un hombre entró al sitio lo cual es extraño porque este es el baño de mujeres.-Señor Fernando se equivocó de baño-María ve a revisar los reportes que te envíe y tú Ci
Le entregué el informe a Diego y él lo está revisando junto con Ariel. Note que en el proyecto que él presentó había unas fallas debido a que él no considero unas cifras. Si te equivocas con un número al calcular toda la operación se ve afectada. -¡Eres un genio, Belinda! -Exclama Ariel-Allí está el fallo de nuestros cálculos, Diego.Él asiente -No eres tan inútil como pareces, mojigata. -Anoche analicé los costos del proyecto que presentó. Al no considerar esos costos se verá afectado el resultado que planteó frente a la junta. -¿Cuál es el resultado considerando los nuevos costos?. Comencé a calcular en mi calculadora y luego de unos minutos obtuve la respuesta y se la indique, él obviamente frunció el ceño. Diego planteó que bajo su presidencia se triplicarían las ganancias de la empresa, y para lograrlo presento un proyecto. Él problema es que Ariel y él omitieron los cálculos y debido a eso no podrá cumplir con las metas. -¡Esto no puede ser! ¡Mierda! -Debieron asesorarse
Odio a Diego, sé que lo digo muy seguido, pero él se esfuerza para que lo aborrezca cada día más.Finge ser buena persona con los demás y debido a eso me ascendió de secretaria a asistente personal. Dirían es bueno un ascenso porque aumento tu sueldo, pero no es así, sigo cobrando exactamente lo mismo.Para complicar la situación además de acompañarlo en la empresa debo ir con él a los lugares que se le antojen.Ayer se le ocurrió ir de compras y adivinen quién cargo las bolsas.Además, debo cubrirlo cuando está con otras mujeres y llama Mariana, él me entrega el celular a mí y yo tengo que decirle que estamos en una reunión de negocios ,cuando en realidad estoy en la cafetería de un motel barato, o en la sala de su departamento de soltero.Es increíble el apetito sexual de este hombre.Tiene sexo como yo bebo agua y en cada ocasión con una mujer diferente.¿Cómo no contrae ninguna enfermedad ni ha embarazado a nadie?Este sujeto ya debería tener mínimo una docena de mini Dieguitos. P
Narrador omnisciente En este instante Fernando se encuentra en la clínica, más precisamente, en la enfermería, debido a que Diego sufrió un desmayo.Desde hace años él le tiene temor a la sangre, lo cual es normal.—¿En qué estaba pensando?—No pensabas, idiota.—¡Maldita sea!—Tranquilo, Diego. ¿Quieres explicarme otra vez que ocurrió?.—Estábamos discutiendo —¡Qué raro!—Luego se cayó o creo que yo la empuje.Todo fue muy rápido. —¿Ustedes son familiares de Belinda Uriarte? —Pregunta una enfermera llegando. —Sí, es mi mujer —Responde Fernando Diego no comprende porqué le molesta que su primo llame a Belinda “Su mujer”. Seguramente le enoja la idea de que su primo se involucre con una mujer de posición inferior, como ella. —La paciente se encuentra fuera de peligro. Perdió mucha sangre, pero ya le realizaron una transfusión. —¿Puedo verla? —Pregunta Fernando —Si, pero en estos momentos está débil a causa de la pérdida de sangre. —También quiero verla. —Eres un idiota Diego,