Estoy charlando con Wendy. Ella es la única persona que sabía que Fer y yo fuimos novios, por lo tanto, es la única que pudo decirle a mi tía.La castaña de cabello largo y ojos grises se hizo la desentendida en cuanto le pregunte.—No puedo creer que desconfíes de mí.—Yo que ganaría, además, tú sabes que odio a esa vieja.Eso es verdad porque ella se interpuso en el matrimonio de sus padres. Es sabido que esa mujer es una cualquiera, el único que no se da cuenta es mi tío.—No entiendo quién pudo ser.—No hay que ser muy listos, Bell. Seguramente algún vecino te vio, tú siempre llevabas a Fernando a la casa cuando no había nadie y no precisamente a hablar.Reí —Claro que a hablar.—Seguramente —Rodea los ojos —Pero no me has contado como te va en el trabajo. —Pésimo, insultos, gritos, en una palabra, Diego.—Ese hombre no madura.Negué con la cabeza —¿Cómo va el negocio?.—No me puedo quejar, pronto, regresará Dylan ¿Te acuerdas de mi primo?.—Sí —El que se babeaba por ti y lo igno
Durante toda la tarde me he dedicado a mirar películas y jugar con mi pequeño debido a que es un día lluvioso y no podemos salir al parque.Mi tío está descansando ,al igual que mi abuela, porque a ella la lluvia la fatiga y mi tío trabajo toda la noche. En cuanto a su esposa ella debe estar en algún casino o bar mientras él descansa.—Corazoncito, no tengas miedo.—Los truenos me dan miedo. —Son como Ángeles, jugando bolos, estás bajo techo y te prometo que no te harán daño.—Deje un beso en su mejilla —Yo siempre te cuidaré incluso de las feas tormentas.Salí de mis pensamientos cuando escuche el timbre. Al abrir me di cuenta de que mi amiga Wendy está acá, pero no está sola porque su primo la acompaña.Definitivamente, Dylan se ve mucho más guapo que en nuestros años en el colegio, ya no utiliza lentes y su dentadura se ve perfecta, también se ve más fornido que antes.Cabello corto castaño, ojos grises y tez clara, si lo viera en la calle no lo reconocería.—Quita tu cara de boba y
Narrador omnisciente Olga está enfadada debido al retraso de su hijo.Aún sigue molesta porque Fernando no fue escogido como presidente, pero el hecho de que su sobrino Diego haya sido escogido no es tan mala idea porque pronto se casará con su hija.—¡Tienes una idea de donde se encuentra tu hermano!Mariana niega con la cabeza —Salió antes que yo ¿El que me preocupa es Diego?.—Debes cuidar de tu prometido,corazón, recuerda que muchas zorras lo rodean.—¿Te refieres al adefesio ese?—Ella ríe —Diego, no la tolera muy pronto la despedirá, mamita, nunca entendí porqué odias tanto a esa insignificante.—Ahora no vale la pena hablar de eso, amor. —Ella se centra en Fernando quien está llegando.Fernando es el mayor tesoro de Olga, su primer hijo y su adoración. Su más grande orgullo, ella es capaz de hacer lo que sea para protegerlo.Ella debe protegerlo de las zorras que intentan aprovecharse de él. Ya una vez una niña intento arruinar su futuro con un mocoso que seguramente no era suyo
Definitivamente, Diego está mal de la cabeza. No supe como explicarle a Wendy él motivó por el cual regrese semidesnuda de la empresa. En este momento estoy realizando unos balances en la computadora. Fui interrumpida cuando mi abuela entro sin tocar al cuarto.—¿Qué pasa, abuelita?—Te buscan abajo.Baje a la sala y me percaté de que el chofer de Diego está acá y trae varias bolsas de tiendas famosas de ropa. Lo ayudé a acomodarlas en el sofá y él me entrego una nota de parte de Diego, luego se despidió.—Belinda, en las siguientes bolsas encontrarás ropa para un mes.Quiero que la uses para la empresa y nuestras salidas, mi asistente personal no puede vestir como un espantapájaros, Diego.—¿Qué significa esto?— Pregunta mi abuela —Es una ropa que compre en la empresa porqué debo estar bien presentada ahora que soy la asistente oficial de Diego.—Está ropa se ve muy costosa, hija.—Trabajo en una empresa de moda, abuelita y le hacen descuentos a los empleados.—Sí Don Aníbal también
El resto del día reprimí mi tristeza y me dediqué a realizar los balances, pero es muy complicado concentrarme. Salí de mis pensamientos cuando alguien se acercó a mí y me percaté de que se trata de Dylan. Él está vestido con una chaqueta color negra de cuero y unos jeans color azul, también lleva un ramo de rosas color blanco con él.—Muchas gracias —Le agradezco tomando las flores —Las ví y pensé en ti.Antes de llevarte a tu casa podríamos cenar.Le diría que debo quedarme a trabajar con Diego, pero él hace media hora está encerrado con Mariana, supongo que ellos cenaran juntos y se irán a su casa.—Por supuesto, sólo le entrego unos papeles al licenciado.Estaba a punto de entrar a su oficina cuando él salió del lugar tomado del brazo con su prometida.Noto que Diego le lanza una mirada asesina a Dylan y no comprendo el motivó.—¡Que cursi! ¡De donde sacaste esas rosas!— Exclama Mariana quien también nos mira mal—Yo se las regale, señorita.— Responde Dylan—Licenciado, ya realice
Fue muy extraño lo que me ocurrió hace un par de días. No me di cuenta como llegué desde el carro de Diego hasta el sofá de mi casa.Mentiría si dijera que Diego se ha vuelto a comportar como siempre.Los últimos días se ha mostrado simpático, comprensivo e incluso amable conmigo.Si estamos hablando de Diego Valencia, el hombre que me humilló, apostó mi virginidad con sus amigos y me ha maltratado desde que tengo uso de razón.Sé que es extraño, pero está cambiando de actitud conmigo.Lo único que se me ocurre es que se debe al trabajo porque le he salvado el culo más de una vez.En este instante me encuentro en la mansión de mi peor enemiga, Mariana Valencia y del examor de mi vida, Fernando Valencia.Me encuentro sentada al lado de Diego, la organizadora, Mariana, Verónica y Doña Olga, están charlando sobre los preparativos de la futura boda.Sobre el banquete, la luna de miel, las decoraciones del club y la Iglesia en la cual se realizará. Diego prácticamente asiente a todo y en cua
Estoy abrazando a mi pequeño quién no deja de llorar. La enfermera me explico que no tiene daño físico, solamente está asustado.—Ya paso mi bebé sé que te asustaste. —Deje varios besos en su mejilla —¿Cómo se encuentra el hombre que me acompañaba?. —Le pregunto a la enfermera —Está fuera de peligro y desea verla.La habitación es la número 205.Salí de la enfermería y subí con la ayuda del ascensor rumbo hacia la habitación de Fernando. Únicamente espero que no se halla roto nada, durante nuestro trayecto en la ambulancia no dejaba de quejarse.—¿Amor, me esperas acá?—Le pido a Aarón mientras lo bajo de mis brazos en la puerta de la habitación —No, yo voy contigo.—Pero bebé no me tardaré.Él niega con la cabeza y vuelve a llorar por ello no tengo opción y debo volver a cargarlo en brazos para entrar a la habitación.Al entrar me percaté de que Fernando está sentado en la cama con una enfermera al lado quien le está terminando de acomodar el suero en su brazo.—Su marido corrió con s
Me encuentro en la oficina de Diego redactando una carta que él me está dictando. Odio tener que realizar estás tonterías.Le falta poco para pedirme que le dé comida en la boca.—No me gustó esa parte.—¿Cuál?—Desde el principio, borra todo.—Licenciado, ya debo ir a almorzar.—Creo que se te hizo tarde, muñeca —Antes de seguir con la importante carta quiero decirle algo —Dime.—Tengo algunos problemas económicos y necesito un adelanto de mi sueldo.Él ríe fuerte —En esta empresa no damos adelantos, no soy beneficencia, chiquita. —Él se acerca a mí y revuelve mi cabello.—Usted me lo debe.Carcajea—Yo no te debo nada.—Gano como una secretaria cuando soy su asistente.Trabajo más horas de las que debería e incluso los fines de semana.—Sí no te gusta puedes irte— Sentencia —De verdad necesito el dinero.—¿Para qué?. — Inquiere—Dejo todo el día sola a mi abuela quién tiene problemas en la vista, quisiera contratar a alguien para que la acompañe y la cuide.—Pensaré si la empresa pu