La hora del almuerzo estuvo en total calma, Aida saldría con Ciara, irían donde Mark, una tarde en la sala de belleza solía hacer maravillas. Aida partía un poco de budín en la cocina, la señora Yanela colocaba los platos en el lava vajilla. -Se nos casa la señorita Keila, créame que jamás lo imagine, buenos vientos para ella, la dicha le brota por los poros-. La señora Yanela sonrió, y dicho esto fregaba el piso de la cocina mientras cantaba sus boleros de amor. Aida y Ciara se colocaban en marcha en el auto, Martin había viajado con unos amigos, y regresaría el domingo a la noche, la universidad le esperaba y entraría en exámenes, estaba ya en la mitad de su carrera, y tenía propuestas laborales, era número uno de su clase. Llegaban al salón de Mark, las estaba esperando. -Estas hermosa Aida, me imagino que un baño de crema, uñas, y solo un pequeño corte de puntas-. -Perfecto…es lo que quiero-. -Y para Ciara…haremos una mascarilla, corte de unos dos centímetros, cepillado y q
Marla tocaba el timbre con insistencia, ante lo cual la señora Yanela acudía a prisa. Marla sonreía y entraba su equipaje a casa. Varias maletas fueron acomodadas, el chico tomaba la propina que le entregaba con un sonoro -Gracias, déjame tu numero por si las dudas, quizás tenga un cambio de hogar, seria valiosa tu ayuda-. Sonrió y tomaba la tarjeta.-Señora Marla, pero es una sorpresa verla, la esperaban en la noche-.-Pues adelanté mi viaje, ¿Y Aida se encuentra en casa? -.-No señora, salió esta mañana bien temprano a su oficina, pero regresará para la cena, quizás llegue a las cinco de la tarde, me dijo que cocinaría esta noche, yo saldré de descanso a las tres de la tarde, si gusta algo antes de irme solo dígame, ¿Gusta algo para almorzar? -.-Bien… almorzare fuera de casa, pierda cuidado, iré a comprar algunas cosas, por favor ¿Podrías darme la habitación del fondo que da hacia el jardín? No deseo subir escalones, y la vista es hermosa, almorzaré fuera de casa no se preocupe-. M
-Piénsalo, no estaría para nada mal, ahora soy una mujer divorciada, solterona- las dos soltaron la risa al mismo tiempo.-Hoy recibí una llamada del abogado de Robinson, se ve que tiene mucha prisa, en realidad lo haremos de común acuerdo...diferencias irreconciliables, el acuerdo está bien para mí, dividiremos nuestros bienes, creo que es mas que justo, no esperaba menos, estoy segura que vendrá al matrimonio de tu hija, quiero que me vea con la frente en alto…aunque no puedo negarte que he llegado sentir rabia y dolor, fueron años quizás echados al viento, por momentos quiero irme un tiempo, mi asesor podrá quedarse al frente, confío en sus buenas decisiones….Kat hay días que despiertas y tu corazón siente dolor-.-Te comprendo Marla, eso pasa, pero tiempo al tiempo querida, estarás mejor, y cuando mires al pasado, quizás te sonrías-.-Tienes razón, todo es cuestión de tiempo-.Marla y Kat caminaron por el amplio jardín, admirando la noche para luego entrar a casa, Marla se despedí
Los novios salían de la iglesia en aquel momento, entre lluvias de arroz y pequeñas monedas doradas, como símbolo de felicidad y prosperidad, sonreían ante los aplausos, Michael tenía su auto listo para llevar su esposa al hogar, sonreían derrochando amor, dejando claro a ojos de todos que sería un hasta que la muerte los separe.Los demás les seguirían en sus autos.Robinson aplaudía a los novios, se acercaba a Marla para pedirle que se reunieran al siguiente día.-Bien entonces te espero en la oficina a las 10 en punto-.-Ahí estaré-. Se alejaba en dirección al auto de Horacio, se iría con Aida a la recepción.Leila buscaba a Horacio con algo de disimulo, se cruzaba justo en aquel momento con Jim, en aquel momento, un frio saludo fue todo, se quedó mirándole por unos minutos mientras se alejaba de él.-Que ven mis ojos, ya se consoló con la secretaria de Horacio-. Caminaba hacia su auto para abrir la puerta, cuando una voz le hizo girar.-Hola hija, cancelé el vuelo, Kat me dijo que
Aida llegaba a casa en un silencio abismal, Marla estaba en su habitación dormida. Entraba en la cocina para sentarse unos minutos allí en el silencio de la noche, sus pensamientos estaban inquietos, desde que habían llegado notaba que algo no encajaba en su lugar, se sentía algo abrumada, era un peso que su alma palpaba, era una tristeza como si algo estuviera a punto de derrumbarse. No tenía las palabras exactas en aquel momento, era un susurro que le seguía a todas partes.Quizás la separación de sus padres le abrumaba el alma, y le tallaba el corazón, jamás se había imaginado que sus padres hubiesen llevado un matrimonio siendo al final infelices, porque ahora toda relación con el pasado era eso…nada.Subía las escaleras hacia su habitación, al parecer Horacio no llegaría pronto a casa. Lo mejor era dormir, no soñar, ni imaginar, ni siquiera hacerse preguntas pues todas estaban sin respuesta por ahora, solo sentía que una nube gris y negra se le posaba sobre su vida, habría una to
El almuerzo estuvo en un ambiente agradable, Keila y Michael, anunciaban que irían a su luna de miel, así que al regreso terminarían de darle los últimos toques a la casa, Horacio colocaba a su disposición lo que necesitaran, el mismo se encargaría que todo quedara perfecto.-Hermanito querido…es una noticia estupenda-.-Me parece perfecto Horacio, así tu hermana encontrará su nido de amor hecho un sueño-. Kat sonreía.George preguntaba por Marla, nunca faltaba a un almuerzo.-Si mamá jamás se pierde de uno-.Aida le marcaba constantemente, pero sin obtener respuesta alguna.-Es extraño que no me responda, creeré que algo se le presentó-.- ¿Y cómo está tu madre Aida? No es un secreto para ninguno de nosotros el momento que atraviesa, quizás por eso no vino hoy, a lo mejor quiera estar sola, un tiempo-. George sonrió para tomar la mano de Aida y apretarla con cariño.-Sabes que cuentas con nosotros querida-. Kat le abrazó. -Te amamos como una hija-.-Kat yo también te amo mucho-.-Bue
El sonido del despertador volvía a timbrar ante lo cual Horacio despertaba sobresaltado, ocho de la mañana en punto y él dormía plácidamente, Aida no se encontraba en la habitación.Había llegado algo tarde a casa, por lo que el sueño se apoderó completamente de sus parpados, aun traía la camisa del día anterior, Aida de seguro lo había notado, que decir, cuando en realidad para que explicar lo que es inexplicable, seria mentiras a medias, o verdades a la inversa, entraba en la amplia sala de baño para apresurarse, afeitarse, y vestirse, tenía varias juntas pendientes ese día.El agua caía libremente, se sentía nuevamente fresco y listo para iniciar un día algo diferente a los demás, Leila había ido a la oficina en la noche, algunos tragos que compartieron, pero nada más, bueno para que mentir, si algunos besos, algunos juegos, pero eso solo hasta ahí, estaba pensando seriamente en dejar aquel juego con ella, porque al paso que iban, caminaban con rumbo al precipicio.Aida ingresaba j
El teléfono de Robinson repicaba, al cabo de unos segundos, atinaba decir; -Puede subir-. Iba hacia la puerta, cuando esta se abrió. Las miradas se cruzaron.-Buenos días…buen día señora Marla, es un gusto-.-Buen día…. ¿Odette?... Que sorpresa ven mis ojos, bien no demoraré solo firmaré unos documentos del señor Robinson y saldré de aquí, claro con mi pasaporte en mano, es vital para viajar, creo que mi hija está por llegar, nos iremos juntas, aun no tengo automóvil, tuve que devolverlos, ya sabes, avalúan todo lo que tienes, hacen largos inventarios, después partir todo lo que tenemos, así son estos divorcios, quieres estar tranquila, tomando café, riendo y diciendo; Oh, no querido toma tú la cafetera, yo me llevaré el microondas, o peor aún, ellos se quieren quedar con todo, y dejarte en la calle-. Marla señalaba con el lapicero los papeles que leía.-Lo entiendo señora Marla, debe ser difícil-. Odette se sonrojaba mientras entregaba unos documentos sellados a Robinson, el sin hace