Aida llegaba a casa en un silencio abismal, Marla estaba en su habitación dormida. Entraba en la cocina para sentarse unos minutos allí en el silencio de la noche, sus pensamientos estaban inquietos, desde que habían llegado notaba que algo no encajaba en su lugar, se sentía algo abrumada, era un peso que su alma palpaba, era una tristeza como si algo estuviera a punto de derrumbarse. No tenía las palabras exactas en aquel momento, era un susurro que le seguía a todas partes.Quizás la separación de sus padres le abrumaba el alma, y le tallaba el corazón, jamás se había imaginado que sus padres hubiesen llevado un matrimonio siendo al final infelices, porque ahora toda relación con el pasado era eso…nada.Subía las escaleras hacia su habitación, al parecer Horacio no llegaría pronto a casa. Lo mejor era dormir, no soñar, ni imaginar, ni siquiera hacerse preguntas pues todas estaban sin respuesta por ahora, solo sentía que una nube gris y negra se le posaba sobre su vida, habría una to
El almuerzo estuvo en un ambiente agradable, Keila y Michael, anunciaban que irían a su luna de miel, así que al regreso terminarían de darle los últimos toques a la casa, Horacio colocaba a su disposición lo que necesitaran, el mismo se encargaría que todo quedara perfecto.-Hermanito querido…es una noticia estupenda-.-Me parece perfecto Horacio, así tu hermana encontrará su nido de amor hecho un sueño-. Kat sonreía.George preguntaba por Marla, nunca faltaba a un almuerzo.-Si mamá jamás se pierde de uno-.Aida le marcaba constantemente, pero sin obtener respuesta alguna.-Es extraño que no me responda, creeré que algo se le presentó-.- ¿Y cómo está tu madre Aida? No es un secreto para ninguno de nosotros el momento que atraviesa, quizás por eso no vino hoy, a lo mejor quiera estar sola, un tiempo-. George sonrió para tomar la mano de Aida y apretarla con cariño.-Sabes que cuentas con nosotros querida-. Kat le abrazó. -Te amamos como una hija-.-Kat yo también te amo mucho-.-Bue
El sonido del despertador volvía a timbrar ante lo cual Horacio despertaba sobresaltado, ocho de la mañana en punto y él dormía plácidamente, Aida no se encontraba en la habitación.Había llegado algo tarde a casa, por lo que el sueño se apoderó completamente de sus parpados, aun traía la camisa del día anterior, Aida de seguro lo había notado, que decir, cuando en realidad para que explicar lo que es inexplicable, seria mentiras a medias, o verdades a la inversa, entraba en la amplia sala de baño para apresurarse, afeitarse, y vestirse, tenía varias juntas pendientes ese día.El agua caía libremente, se sentía nuevamente fresco y listo para iniciar un día algo diferente a los demás, Leila había ido a la oficina en la noche, algunos tragos que compartieron, pero nada más, bueno para que mentir, si algunos besos, algunos juegos, pero eso solo hasta ahí, estaba pensando seriamente en dejar aquel juego con ella, porque al paso que iban, caminaban con rumbo al precipicio.Aida ingresaba j
El teléfono de Robinson repicaba, al cabo de unos segundos, atinaba decir; -Puede subir-. Iba hacia la puerta, cuando esta se abrió. Las miradas se cruzaron.-Buenos días…buen día señora Marla, es un gusto-.-Buen día…. ¿Odette?... Que sorpresa ven mis ojos, bien no demoraré solo firmaré unos documentos del señor Robinson y saldré de aquí, claro con mi pasaporte en mano, es vital para viajar, creo que mi hija está por llegar, nos iremos juntas, aun no tengo automóvil, tuve que devolverlos, ya sabes, avalúan todo lo que tienes, hacen largos inventarios, después partir todo lo que tenemos, así son estos divorcios, quieres estar tranquila, tomando café, riendo y diciendo; Oh, no querido toma tú la cafetera, yo me llevaré el microondas, o peor aún, ellos se quieren quedar con todo, y dejarte en la calle-. Marla señalaba con el lapicero los papeles que leía.-Lo entiendo señora Marla, debe ser difícil-. Odette se sonrojaba mientras entregaba unos documentos sellados a Robinson, el sin hace
Jim ingresaba en la oficina esa tarde para dar una última revisión a los documentos, todo estaba en perfecto orden, varios días de trabajo dieron su resultado como tal se esperaba.De repente una voz llegaba a sus oídos, era Leila. Ni más ni menos, tendría que darle los buenos días por diplomacia, escuchaba a Horacio que hacia su entrada en el lugar.-Jim, perfecto, te luciste, una magnifica propuesta, la hiciste mucho mas ambiciosa de lo que se esperaba, creo que podemos iniciar con toda la infraestructura en diez días, envía el personal, quiero que los ingenieros revisen una vez más…y aquí están los primeros giros-.-Pues me alegra que te gustara, solo expuse tu proyecto, lo que adicione fue solo una pequeña parte-.-Es ideal, te agradezco-.-Señor Kent, la señorita…-.-Emma, no recibo a nadie por ahora, estamos concentrados en los puntos que nos quedan por revisar-.-Señor, es la señorita Leila-.-Buenas tardes a todos…lamento importunar Horacio, si no fuera realmente urgente no me
Todo estaba en cajas para comenzar la tarea de organizar con calma, los chicos marcaron cada una lo cual haría la tarea menos difícil.-Bien abuela, todo esta aquí, esta noche nos quedaremos, mañana te ayudaremos a organizar, Martin… te pintará el jardín… yo me ocuparé de la cocina, mamá me dio varias ideas, abuela Kat vendrá temprano para darte una mano-.Martin colocaba las ultimas cajas en el estudio.-Marla me encanta tu nueva casa, deseo que seas muy feliz aquí, es acogedora, grande pero no tan inmensa, pequeña pero no estrecha…buena elección-.-Entonces es mejor decir…perfecta-. Dijo Ciara.-No existen casas perfectas, mira la nuestra, yo le haría algunos cambios, por ejemplo, me encantaría un balcón en mi habitación para escapar de noche por él-. Martin miraba a Ciara, mientras le lanzaba pelotas de papel.-O para llegar en la madrugada sin que nadie se dé cuenta-. Ciara esquivaba las bolas de papel.-Mejor imposible hermana, lo acabas de expresar de una manera clara-.- ¿Y tu
El teléfono timbraba, una y otra vez.- ¿Quién podrá ser a esta hora? Adrián se detenía en el semáforo que justo cambiaba a rojo. La llamada era de Leila, era toda una sorpresa, no esperaba que le llamara, su acompañante miraba por la ventana.-No te preocupes, podemos cancelar la cena, en otra ocasión será--Ni lo pienses, nada se cancela, es importante que tengas algo en cuenta, tengo buen apetito, y jamás cancelo una cena-.La mujer que le acompañaba era Shelby, sobrina de Olivia, se encontraba en la ciudad para asistir a la inauguración de la nueva biblioteca, y cumplir con algunos compromisos laborales.El teléfono continuaba repicando sin que hiciese intento de atender la llamada.-Creo que insisten en hablar contigo-.-Creo que no atenderé ahora, quizás mañana-.Continuaron avanzando y al llegar al restaurant la insistencia de la llamada continuaba.-Creo que…-.-Hola…si… ¿Como estás? -. Adrián le hizo señales, ella se quedaba allí quieta e inmóvil.-Estoy a punto de cenar, y a
El despertador no emitió ningún ruido, despertaba por una pequeña coincidencia, el viento movía las cortinas de un lado a otro, Leila bostezaba, se había quedado en casa de Olivia, se sentó abruptamente en la cama, una sesión de fotos le esperaba en hora y media, seria un articulo sobre la diseñadora Blau, era la dueña de la casa de modas Blau, según ella iniciales de su esposo e hija muertos en un accidente aéreo ocurrido tan solo un año atrás.Con bastante prisa se daba un baño, salia en toalla y semidesnuda buscaba en el armario algo para ese día, siempre dejaba allí algunas prendas por si las necesitara.Se acomodaba el cabello en un moño alto, no tenía tiempo para peinados, o irse donde Mark a embellecerse.Bajando las escaleras a prisa pasaba al comedor, quedando muda ante el saludo de Adrián, Olivia, y la chica de azul, en especial el de esta última, veía un rostro que le era familiar, pero no recordaba bien quien era.-Buenos días, lamento llegar tarde al desayuno-.-Buen día