Cori colocó la tetera lista para verter el café junto a una jarrita de leche y crema. Añadió canela, le encantaba batirlo a punto con un toque de canela.-Señora Cori… ¿Usted ha soñado con Úrsula? Es que no dejo de pensar ¿Por qué ella haría tal cosa? …suicidarse-. Susurró atemorizada.-Nunca pensé que tuvieras delirios, Calvin es un buen marido, deberías dejar de hablar tantas cosas dementes-.-Es que yo creo que…bueno yo…siento que estoy en… he sentido…-.-Trágate al menos lo que preparé…-. Cori daba un manotazo en la mesa, Rosy guardó silencio, tomando el plato que tenía frente a ella se dispuso a desayunar, Cori comenzó a contarle de varios platos que eran la tentación de Calvin, era mejor que se hiciera un curso de cocina y aprendiera a prepararlos, no siempre podía contar con su ayuda, ella tenía mil cosas que hacer. Rosy no dijo palabra alguna, pero la mujer no paraba de hablar.Rosy no quería parecer desagradable así que habló sobre el jardín, el nuevo papel tapiz de la cocina
El viento azotaba las ventanas de la vieja habitación, Kimi revisaba las fotos del viejo baúl del abuelo, era hora de confrontar la verdad y la mentira, había deseado con todo su corazón no confirmar verdades, pero al final estas eran inevitables, no le diría nada al abuelo ni a su buena Loly, era su madre y desconocía la razón o motivo para aquella maldad. Su supuesta madre era un ser mezquino y despreciable.Ahora las cosas estaban claras y tenía como hacerle frente.Su tío Dick y Frederick, eran dos chicos buenos, soñadores, con metas y deseos de marcharse de Victoria, su crimen había sido sentir sus corazones conectados, su terrible crimen en aquel momento era no seguir las reglas de sus padres.- ¿Pero ¿cómo aquella tragedia los arrastró a la muerte? -. Visitaría a la señora Haida, era la hermana de Frederick, estaba segura que de algo podía ser útil visitarla. Había encontrado documentos que daban constancia de no ser un mero invento las cosas que estaba armando para llegar a la
El viento atravesaba el jardín en una ráfaga fría. El sol era cubierto por una pequeña nube. Haida reconocía el silbido apacible.Haida conocía aquel silbido sigiloso.-Sus muertes quedaron en el vacío, sin justicia y sin perdón-.Las dos mujeres guardaron silencio durante largos minutos.Kimi no paraba de llorar, Haida dejaba sus lágrimas correr sin detenerlas. El corazón le dolía, por eso la decisión de marcharse era de las más sabias que había tomado.Pero antes quería ver a Fred y Rick lejos de toda maldad, emprendiendo una nueva vida, en un nuevo lugar. Era hora de visitar la tumba de su hermano y despedirse, lo llevaría presente en su corazón y pensamientos, era hora de soltar todo aquello. Hora de soltar el pasado que les ataba y no les permitía avanzar.Kimi limpiaba sus lágrimas, estaba agotada y cansada.-Debo hablar con Clara-.-No te dirá la verdad, ahora la conoces ¿Qué quieres hacer? -.-No lo sé, me siento cansada… ¿Debo decirle a Rick? ¿Fred lo sabe? -.-Fred solo sabe
La tasa del café aún conservaba el calor, los panes estaban rellenos de queso y jamón listos para ser empacados en la bolsa de papel e introducidos en la pequeña lonchera de mano. La ensalada era de verduras, pollo asado y un postre complementaban el almuerzo de Calvin, estaba revisando el periódico algo molesto, la propiedad había sido subastada antes de lo previsto, la señora Delie, había hecho un mal arreglo, su oferta había sido mejor, con las mejoras y remodelaciones sería una hermosa propiedad, la ganancia no estaba nada mal ciento cincuenta mil dólares, pagaría la comisión a Candela la astuta y sagaz mujer que trabajaba desde su llegada a Victoria Texas, una linda y agradable ciudad, donde Calvin tenía su oficina principal.Viajaba con regularidad a Houston donde tenía su otra oficina, la señora Wallis era la encargada de atender los clientes, en sus inicios era desde la casa de Wallis, precisamente desde su garaje, ella no había colocado objeción alguna al respecto, ya que eso
Tres días habían pasado desde que Mai estaba con ella, lo podía llevar al trabajo pues su presencia no se sentía en lo más mínimo, parecía que el perro la entendía mejor que los humanos. Su hija había regresado del campamento con buenas ideas, era una buena chica, aunque a veces algo de rebeldía salia a flote, pero nada preocupante, pues era relacionado a quedarse en la banca de la iglesia relegada, y no unirse al grupo de actividades del domingo, había inculcado en Pamela la oración. Pamela solía en su habitación cerrar la puerta al ver los días difíciles en que Calvin estaba molesto y decía esas palabras que lastimaban, Pamela se arrodillaba en su cama para decir algunas palabras que le dieran tranquilidad. Aunque su padre no era un hombre de golpes, o maltratarla con palabras obscenas, decía cosas que lograban bajarle su autoestima, hacerla ver fea, insegura, eso sí, resaltaba su inteligencia para luego decirle que era solo una zorra inteligente para leer libros y nada más. Pamel
Úrsula avanzaba por el amplio corredor en dirección a la oficina de Calvin, su vestido de flores azules era realmente hermoso, el cabello rubio recién cepillado había quedado perfecto, un corte arriba de los hombros le hacía lucir sensual, sabría apreciarlo el hombre que ahora estaba detrás del archivo revisando unos documentos.Se detuvo y con suma delicadeza cubría sus ojos.-Oh…creo que eres un fantasma, hazte visible ante mi-.Las carcajadas no se hicieron esperar.-Veo que has acertado, soy tu fantasmita travieso-.- ¿Que tan travieso será este fantasma? Calvin recorría sus caderas, alzando la amplia falda de Úrsula acariciaba su piel.-Es enloquecedor tu perfume-.-Deja, podrían vernos…eres un hombre casado con promesas que no cumplirás nunca-.-No empieces de nuevo, hasta cuando te tendré que repetir que no puedo divorciarme aun, Madelin… tu no tan tonta primita me dejaría en la calle, ¿Crees que se va quedar sin nada? La casa y la mitad de esta empresa le pertenecería…no seas
Úrsula abrazaba a Calvin quien, en un intento por mantenerse calmado en la sala de cine, miraba su teléfono para entretenerse en tonterías. -Clavin- La voz de Úrsula era un susurro. -Concéntrate en la película, desde que empezó ni le has prestado atención. -Úrsula es una cursilería, ella está a punto de morir, así que lo mejor que puede pasar es que descanse en paz- Dicho esto hacia señal de persignarse con su mano derecha. -Calvin deberías tener algo de respeto, así sea una película…es una historia real…tan real como la nuestra, solo que no me estoy muriendo y tú eres casado, eso sí…en vías de divorciarse nunca- -Te crees la perfección en pintura, siempre lo mismo Úrsula, si gustas hasta aquí llegamos-. -Calvin cariño, no te molestes conmigo-. -Ya te dije que las cosas con calma… si no la tienes entonces busca otro- -No…no volveré a molestarte-. Úrsula se acomodaba en la silla, en aptitud de distancia de Calvin, su rostro se tornó inexpresivo, con una mirada que en realidad era
El día domingo como de costumbre Madelin despertaba seis en punto, asistía con puntualidad al servicio de la mañana, ese momento de paz y comunión le daba las renovadas fuerzas para seguir adelante, últimamente el dolor en algunas zonas de su cuerpo se intentaba agudizar, pero no sería el motivo que ella faltase al servicio. El reverendo Jake y su esposa Mía, eran dos personas agradables, serviciales, y siempre al tanto de todos, eran alrededor de trecientas personas quienes asistían a los servicios de la mañana, luego siempre se ofrecía un desayuno, allí podían hablar y compartir de sus experiencias y situaciones.Edna se sentía mucho mejor, y asistiría también, le había telefoneado para decirle que almorzaran juntas. Pamela era del coro de la iglesia, ese día cantaría como solista. Madelin se sentía feliz, allí estaría con su amiga un buen par de horas.Esa mañana estuvo el sermón como hecho para ella, el reverendo había dado su sermón sobre el amor, el amor que podía perdonar, que