Iris tomaba las tijeras dispuesta a cortar las nuevas rosas. En aquel momento Rob se le acercó para lanzarle una pregunta directa.-Iris… ¿No piensas asistir a la reunión del reverendo? -.-Oh cariño, no pensaba asistir, es una aburrida reunión de señoras tomando chocolate, hablando de temas desesperantes de la humanidad y de paso…No quiero ver a Haida y sus amigas-.-Creo que deberías ir, siempre hemos dado nuestro aporte, además hoy entregarán las condecoraciones a las familias que han formado parte del club, entre esas familias estamos nosotros-.-Bien cariño me cambiaré de vestido y hare acto de presencia-.-No puedo acompañarte y lo siento, estaré con los abogados representantes del acusado, debo ver el caso completo, estaremos en reunión-.-No te preocupes-. Se despojaba el delantal dejando todo en manos del jardinero para ir a prisa y darse un cambio de vestido. Elegante, y sofisticada, así era ella…Iris…porque Clara estaba en el pasado, y mucho menos aquel apodo Riss que tanto
Rosy bordaba el velo de novia que luciría en horas, se sentía apesadumbrada, ansiosa y nerviosa, quizás era el matrimonio con Calvin, la inquietante visita de la señora Cori, o la ausencia de familiares a su boda, sus primos le enviaban su regalo, pero anunciaban que no podrían asistir.En fin, dando la última puntada se pinchaba el dedo, las dos gotas de sangre manchaban en velo de novia.¿Se quedó aterrada…Un presagio acaso? Debía lavar la tela inmediatamente ¿Por qué se sentía tan llena de miedo y temor?Rosy encendía las luces en casa, con manos temblorosas bebía una gran taza de té para los nervios. Tanto tiempo esperando el gran día, estaba a solo unos pasos de la felicidad.-Debo calmar mis nervios…es una pequeña tontería y nada más-.Daba las ultimas puntadas en el bordado para irse a dormir algo cansada y agotada.La semana trascurría sin muchas novedades, Kimi acudía a la panadería y se quedaba en casa del abuelo día por medio, se había comunicado con su hermano Rick para co
-Mamá, espero que no sea feliz nunca, no se lo merece-. Pamela fruncía su ceño mientras que Madelin organizaba su cabello.-No debemos desearle el mal a los demás Pamela, es tu padre, mejor llevemos las cosas en paz, si no deseas ir…no lo hagas-.-Me pidió casi que llorando que estuviera en su boda…iré para que esa mujer no se crea la dueña absoluta de todo-.-Es una buena chica, no es tan mala como tú la vez… se prudente y no digas tonterías, ante todo es tu padre, es su boda y mejor que no le eches a perder el día a la novia-.-Serán pocos invitados, yo iré con Brandon, Edna no va ir, pero su esposo creo que si…-.-Son amigos de Calvin hace muchos años, no tendría sentido guardar enojo, quedaste hermosa-. El vestido azul pastel era hermoso. Brandon llegó en aquel momento por ella -Señora Madelin, la cuidaré y la traeré de vuelta a casa-.-Bien, entonces me quedo mucho más tranquila…no dejes que haga algo fuera de lugar-.Pamela y Brandon se marchaban, minutos después un auto estaci
La tasa del café aún conservaba el calor, los panes estaban rellenos de queso y jamón listos para ser empacados en la bolsa de papel e introducidos en la pequeña lonchera de mano. La ensalada era de verduras, pollo asado y un postre complementaban el almuerzo de Calvin, estaba revisando el periódico algo molesto, la propiedad había sido subastada antes de lo previsto, la señora Delie, había hecho un mal arreglo, su oferta había sido mejor, con las mejoras y remodelaciones sería una hermosa propiedad, la ganancia no estaba nada mal ciento cincuenta mil dólares, pagaría la comisión a Candela la astuta y sagaz mujer que trabajaba desde su llegada a Victoria Texas, una linda y agradable ciudad, donde Calvin tenía su oficina principal.Viajaba con regularidad a Houston donde tenía su otra oficina, la señora Wallis era la encargada de atender los clientes, en sus inicios era desde la casa de Wallis, precisamente desde su garaje, ella no había colocado objeción alguna al respecto, ya que eso
Tres días habían pasado desde que Mai estaba con ella, lo podía llevar al trabajo pues su presencia no se sentía en lo más mínimo, parecía que el perro la entendía mejor que los humanos. Su hija había regresado del campamento con buenas ideas, era una buena chica, aunque a veces algo de rebeldía salia a flote, pero nada preocupante, pues era relacionado a quedarse en la banca de la iglesia relegada, y no unirse al grupo de actividades del domingo, había inculcado en Pamela la oración. Pamela solía en su habitación cerrar la puerta al ver los días difíciles en que Calvin estaba molesto y decía esas palabras que lastimaban, Pamela se arrodillaba en su cama para decir algunas palabras que le dieran tranquilidad. Aunque su padre no era un hombre de golpes, o maltratarla con palabras obscenas, decía cosas que lograban bajarle su autoestima, hacerla ver fea, insegura, eso sí, resaltaba su inteligencia para luego decirle que era solo una zorra inteligente para leer libros y nada más. Pamel
Úrsula avanzaba por el amplio corredor en dirección a la oficina de Calvin, su vestido de flores azules era realmente hermoso, el cabello rubio recién cepillado había quedado perfecto, un corte arriba de los hombros le hacía lucir sensual, sabría apreciarlo el hombre que ahora estaba detrás del archivo revisando unos documentos.Se detuvo y con suma delicadeza cubría sus ojos.-Oh…creo que eres un fantasma, hazte visible ante mi-.Las carcajadas no se hicieron esperar.-Veo que has acertado, soy tu fantasmita travieso-.- ¿Que tan travieso será este fantasma? Calvin recorría sus caderas, alzando la amplia falda de Úrsula acariciaba su piel.-Es enloquecedor tu perfume-.-Deja, podrían vernos…eres un hombre casado con promesas que no cumplirás nunca-.-No empieces de nuevo, hasta cuando te tendré que repetir que no puedo divorciarme aun, Madelin… tu no tan tonta primita me dejaría en la calle, ¿Crees que se va quedar sin nada? La casa y la mitad de esta empresa le pertenecería…no seas
Úrsula abrazaba a Calvin quien, en un intento por mantenerse calmado en la sala de cine, miraba su teléfono para entretenerse en tonterías. -Clavin- La voz de Úrsula era un susurro. -Concéntrate en la película, desde que empezó ni le has prestado atención. -Úrsula es una cursilería, ella está a punto de morir, así que lo mejor que puede pasar es que descanse en paz- Dicho esto hacia señal de persignarse con su mano derecha. -Calvin deberías tener algo de respeto, así sea una película…es una historia real…tan real como la nuestra, solo que no me estoy muriendo y tú eres casado, eso sí…en vías de divorciarse nunca- -Te crees la perfección en pintura, siempre lo mismo Úrsula, si gustas hasta aquí llegamos-. -Calvin cariño, no te molestes conmigo-. -Ya te dije que las cosas con calma… si no la tienes entonces busca otro- -No…no volveré a molestarte-. Úrsula se acomodaba en la silla, en aptitud de distancia de Calvin, su rostro se tornó inexpresivo, con una mirada que en realidad era
El día domingo como de costumbre Madelin despertaba seis en punto, asistía con puntualidad al servicio de la mañana, ese momento de paz y comunión le daba las renovadas fuerzas para seguir adelante, últimamente el dolor en algunas zonas de su cuerpo se intentaba agudizar, pero no sería el motivo que ella faltase al servicio. El reverendo Jake y su esposa Mía, eran dos personas agradables, serviciales, y siempre al tanto de todos, eran alrededor de trecientas personas quienes asistían a los servicios de la mañana, luego siempre se ofrecía un desayuno, allí podían hablar y compartir de sus experiencias y situaciones.Edna se sentía mucho mejor, y asistiría también, le había telefoneado para decirle que almorzaran juntas. Pamela era del coro de la iglesia, ese día cantaría como solista. Madelin se sentía feliz, allí estaría con su amiga un buen par de horas.Esa mañana estuvo el sermón como hecho para ella, el reverendo había dado su sermón sobre el amor, el amor que podía perdonar, que