Madelin contaba varios paquetes que habían llegado para entrega inmediata. En aquel momento un auto llamaba su atención. La chica en cuestión nunca le había visto. Ingresaba a la estafeta de correo con una amplia sonrisa, era rubia, ojos claros, le calculaba unos 25 años como máximo.-Buenos días, señora Madelin es un gusto, vengo por un paquete, me confirmaron que ya estaba aquí en Victoria, mi nombre es Rosy Colton, y mi dirección es…-.-Buenos días señorita Rosy, precisamente revisaba los envíos y justo su nombre me llamó la atención-.-Gracias…-. Firmaba el recibo y tomaba los paquetes en mano.-Me mudaré aquí, estoy terminando de acomodar algunas cosas en Houston, este lugar es encantador-.La señora Wallis ingresaba justo en aquella hora.-Madelin buenos días, cariño…creo que algo llegó para mí-.-Buenos días Wallis, lo reviso en el sistema...Oh sí, es una caja grande Wallis-.-Traje mis ayudantes-. Los hijos de Wallis ingresaron en la estafeta.-Bien muchas gracias señora Madel
Iris abría la puerta ante la mirada sorprendida del personal, casi nunca pasaba por el lugar. Rick no se encontraba.-Señora Iris es un gusto verla-.- ¿Podrías llamar a Rick? No está nada mal este sitio, productos de primera calidad, elegante, buena iluminación, marcas reconocidas-. Observaba el lugar. -No puedo negar que mi hijo tiene buen gusto. ¿Bien niña podrías decirme cuanto tiempo tendré que esperar por mi hijo? -.-Señora Iris, la verdad no sabría decirle con exactitud-.-Entonces le esperaré-. Subía las escaleras sin decir nada más. La chica rápidamente llamaba a Rick, tenía que decirle que su madre se encontraba en el lugar, además estaba segura que posiblemente el y Fred estuvieran juntos.-Gracias por avisarme, estoy esperando que Fred termine su sección de fotos, un cambio más y terminamos, en unas dos horas, llegaré algo tarde, dile a mamá por si quiere irse y volver-.-Es una mujer difícil, creo que esperará de ser posible, trae una cara de no darse por vencida-.La ch
-Reverendo que placer verle, ¿A que debo esta visita tan inesperada? no voy a la iglesia, pero que bendición para mí porque ella viene a mi… si hubiese llamado con el mayor de los gustos habría ido hasta la iglesia, usted es una persona muy ocupada en sus oficios y tareas ministeriales-.-Oh, disculpa Calvin... no quiero quitarte mucho tiempo hijo…, sé que vives muy ocupado…no te demoraré, quería pedirte si puedes alquilarnos el salón de fiestas, nos enteramos que eres el nuevo dueño, tenemos una cena para recaudar fondos, el lugar esta bien ubicado, lo decoraremos con flores y cintas…quería saber en cuanto nos lo alquilarías-.-Reverendo…que pronto corren las noticias, era una sorpresa para Madelin, no le había contado aun-.-Pues la noticia corre…Úrsula nos comentó que tu quizás nos darías una mano con ese tema y tener la amabilidad de prestarlo, nos contó que sueles enviarnos ayuda a la iglesia, solo que eres muy reservado-. La esposa del reverendo le miró con una sonrisa.-Vaya, s
Leonard le miró mientras la tomaba de la cintura y le ayudaba a sentarse en su auto -Te llevaré a casa, me preocupa que conduzcas sola, no me mires así, no aceptaré excusas de tu parte… estás pálida-.-Es solo cansancio-.-Aun así, ven…te llevaré tu auto en la mañana a la estafeta, y ahora iré contigo…y no coloques excusas-.-Bien, veo que será imposible negarme-.Leonard se colocaba al volante, su mirada y la Madelin se cruzaron durante unos segundos, se percató que el cinturón de seguridad debía ser colocado, se acercaba para colocárselo, y hecho esto, emprendía el regreso. En el camino le contó algunas anécdotas del trabajo, de su madre y travesuras de Mai, en fin, quería distraerla.Cuando llegaron a casa, por suerte Pamela y Brandon estaban saliendo de casa, a comprar algunas cosas a la tienda de víveres. Se acercaron rápidamente a ella para ayudarle, le dieron las gracias por traerla, Leonard les dijo que su auto estaría a resguardo, en la mañana lo dejaría en la estafeta.-Si q
Calvin apagaba la luz en su oficina mientras tomaba una carta que estaba en su escritorio. Úrsula era la remitente de aquellas líneas, parecía no tener la intención de leerla, aunque terminó guardándola en su gabán gris.Apagando todas las luces avanzaba por el amplio corredor, al llegar a la sala de espera, acercándose al sillón encendió un cigarrillo para fumar sin prisa. Sentía como si una melodía que rodaba su cabeza, envolvía el lugar… ¿Era feliz? Se preguntó así mismo y no encontró la respuesta apropiada, no la tenía en realidad.Úrsula se convirtió en un bonito encuentro, su matrimonio era un fracaso, las decisiones debían ser tomadas, no pensaba seguir en el mismo círculo de vicios y pasiones, alguien comenzaba a llenar su corazón, acallando las voces de sus propios demonios que no dejaban de hablarle cosas y lanzarle ideas. Se colocaba en pie para dar una última mirada al lugar y lanzar una bocanada de humo.Cerraba con llave y la luz de un auto ingresando en el área no llamó
Madelin estacionó su auto en la vereda, cerraba su auto y se desplazó por el pequeño jardín que estaba en la entrada de la propiedad.Tocó a la puerta y esperó. Al cabo de varios minutos la puerta se abría ante la mirada sorprendida de la mujer.-Madelin…que sorpresa-.-Pasaba por aquí, a veces son solo coincidencias-.-Claro…pasa, estás en tu casa-. Se miraban fijamente, aunque Madelin tenía claro el motivo de estar allí, parecía una sorpresa completa.Pasaron al interior y al cabo de varios minutos, una copa grande con una exquisita bebida de piña era entregada en su mano.-Piña, me encanta-.-Oh si la piña es deliciosa…-.-Quería hablar contigo, quizás no sea importante o quizás si lo sea, pero creo que es la hora de hablar con la verdad, puede ser cruel, puede ser muy dura, pero eficaz-.-Entonces dime tu-.-Prefiero que inicies, es mejor así, si no parecerá un interrogatorio-. Las dos mujeres se miraron por unos segundos tan fijamente, que la mirada profunda de Madelin, causó pen
Una semana después de muchos eventos sucesivos, Madelin y su vida estaban al borde de todo, Leonard estaba de viaje quedando Mai a cuidado de ella. Por otro lado, Úrsula parecía desaparecida por esos días, su madre le anunció una visita sorpresiva esa tarde. Pamela estudiaba para los exámenes finales junto a Brandon. Edna viajó por unos días para visitar unos familiares, esperaba que estuviera de vuelta para ir a su revisión médica. En esos días llamó a su padre con más regularidad quedando de ir a verle, y llevar a Pamela, debía sentarse esa tarde con su hija, eran tantas situaciones encontradas, decisiones por tomar en un tiempo tan corto. Revolvía la salsa con mirada perdida en la pequeña planta que decoraba su ventana. La voz de Calvin llegó a sus espaldas, pero sonaba tan lejos, tan distante, que solo acertaba a balbucear, sus pensamientos iban y venían. -Y como bien sabes…creo que no es bueno que continúe viviendo aquí, ¡las dos pueden vivir sin mi…te daré la pensión que te
Se animó a seguir la conversación con el buen Hendrix. -Doctor Hendrix, sabe que iré sola, no quiero preocuparlos por nada-. -Madelin…eres una condenada testaruda, habla por lo menos con tu hermano…de lo contrario me veré forzado, somos amigos hace años, así que te pido que no cargues este peso sola, por favor descansa-. -Estaré el jueves con usted, después de eso, me tomaré unas vacaciones, Pamela va de excursión con el grupo de la iglesia, será bueno tener dias para mí, buscaré un lugar afable, emocionante, con sol, playa, brisa y coctel-. -Te envidio, te espero entonces-. -Gracias doctor Hendrix-. Colgaba la llamada, se quedó mirando por el retrovisor la chica que subía al auto de Calvin, sonreían felices, podía decirse que era luna de miel, pan de hojuelas. Se quedó viendo la escena, Úrsula solo era alguien de paso para Calvin, ahora una nueva conquista ocupaba sus días. -Es perfecto, no tendré que ocuparme nunca más de él-. El auto se colocaba en marcha en sentido contrario