El camino

Con el mismo ceño fruncido que siempre, Thomas salió del entrenamiento. Red le había dado el visto bueno. Lo sorprendió diciéndole que Sophia le había escrito de manera voluntaria, sin él siquiera pedírselo, diciéndole que había cumplido con su primer día de condena. Se lo agradecía en el alma, pues el equipo tenía un importante partido en unos días y debía mantenerse dentro de la formación. Sólo había habido una sola ocasión en la que no había sido titular, y fue cuando internaron a Xavier por una infección pulmonar.

Tomó su bolso y sus cosas y bajó de la camioneta para entrar a su casa, donde lo esperaba su hijo. Hubiese preferido dejarlo en la casa de alguno de sus hermanos, pero ninguno podía cuidarlo. No le gustaba dejar a un niño de casi once años sólo, pero tenía que entrenar, y Xavier se aburría cada vez que lo llevaba al club. «Si no puedo jugar, ¿qué sentido tiene que venga? Prefiero quedarme en casa», le había dicho su hijo.

Finalmente, metió la llave en el ojo de la cerrad
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP