—Necesito que te comprometas a querer a este bebé que crece en mi vientre,tal cómo si fuera tu hijo,de eso depende el éxito de nuestras relación,¿me entiendes?

Un silencio incómodo se hizo presente entre nosotros y él me miró con dulzura.

—Me extraña que me digas eso,yo te quiero y todo lo que venga de tí para mí es sagrado.Seré el mejor de los padres para ese niño y no voy a reclamar mi derechos de marido,yo esperaré a que estés lista para mí.

—Gracias,David.Eres un hombre maravilloso.

Él se quedó en silencio y su mirada dejó ver un velo de dolor.

—Lamento ser el motivo de tu tristeza.

—Descuida,no es por tí.Yo llevo las heridas de un amor que me lastimó,hoy después de varios meses pude verla con un bebé en sus brazos y me pasó por la cabeza la idea loca de que podía ser mi hijo.

Lo animé para que hablara y se desahogara un poco y él me contó que la conoció en una discoteca y que ella estaba despechada por su ex novio y tuvieron una noche de pasión que se multiplicaron por muchas,l