Henry suspiró levemente. Él sabía que Tammy lo trataba extremadamente bien, pero pensaba que su manera de hacer las cosas a menudo era demasiado extrema.

Como en ese instante, por ejemplo. Tammy estaba parada frente a él sin importarle nada más. Ella pensaba que él era débil solo porque sus piernas estaban discapacitadas.

En realidad, él no necesitaba una mujer que lo protegiera así.

Él extendió la mano para apartar a Tammy del camino y poder enfrentar a Gerald por su cuenta.

“Viejo Amo Chester, por favor, decida si quiere dispararme o no después de escuchar lo que voy a decir”. A pesar de tener un arma apuntando directamente a su cabeza, Henry aún hablaba con el Viejo Amo Chester en un tono honesto.

Gerald sintió de repente una sensación de admiración por Henry. Él nunca había conocido a una persona tan tranquila. ¿No le tenía miedo a la muerte en absoluto?

“Está bien, te daré una oportunidad. Di lo que quieras decir de una vez”, dijo Gerald. Él no pensó que las pocas palabras q