"¡Sienna!". Eugene vio que Sharon estaba a punto de desmayarse y la sostuvo en seguida.

"Sienna, ¿qué... qué te pasa? ¿Te sientes mal?”. Autumn estaba muy preocupada y se acercó a mirar a su hija con su corazón hecho pedazos.

Sharon estuvo a punto de desmayarse, y su conciencia estaba un poco confusa, pero cuando vio los rostros de su hermano y su madre aparecer ante ella, se despertó de inmediato y se puso alerta.

"¿Eres... eres mi madre?". Todavía no podía creer que su madre biológica apareciera frente a ella.

“Mi querida hija, ¿puedes finalmente perdonarme? ¿Estás dispuesta a reconocerme?". En ese momento, los ojos de Autumn lucían vibrantes mientras miraba a Sharon con anticipación.

Las emociones encontradas retumbaban en el pecho de Sharon. Parecía que estaba murmurando para sí misma: "¿De verdad eres mi madre…? Pero dijeron que te volviste loca...".

Quizás fue su comentario lo que agitó a Autumn. La mujer, que parecía tranquila, de repente tensó sus rasgos faciales y gritó: