Fern nunca se había sentido tan humillada en su vida. Nunca antes le había sucedido algo así. Ella estaba aturdida. Podía sentir el hedor horrible que emanaba de su cuerpo...

Los enloquecidos fanáticos se abalanzaron hacia ella mientras se mareaba. ¿Acaso iban a golpearla?

Ella dio unos pasos hacia atrás, aturdida y confundida, y no sabía qué hacer.

Ella cerró instintivamente los ojos, pensando que estaba a punto de recibir una fuerte paliza. No había forma de que pudiera hacerle frente a ellos. ¡Pero justo en ese momento, fue jalada hacia atrás con gran fuerza!

Fern chocó contra un robusto pecho y fue abrazada. Su protector le gritó a los fanáticos maníacos: “¡Váyanse! ¡Ni se les ocurra acercarse a ella!”.

Era Jeremy. Había bajado del coche y corrido hacia Fern para protegerla después de ver las intenciones de las personas.

“¡Ay! ¡Es Jerry!”.

Esos fanáticos estaban locos por Jeremy. Todos comenzaron a gritar emocionados apenas lo vieron llegar.

Se detuvieron en seco y no