Bonnie comenzó a llorar en voz alta en los brazos de Diana. Tal vez la ruidosa discusión que estaban teniendo ellos la había asustado.

“Oh, ¿qué pasa, Bonnie? ¿No te sientes bien otra vez?”. Diana había pellizcado en secreto a Bonnie un momento atrás. Era solo que no esperaba que llorara tan fuerte.

Ella no podía soportar ver a Penelope quedarse sin palabras en la discusión de antes. Después de todo, Penelope era su mayor apoyo.

“Oh, qué buena chica. Creo que escuchó la voz de su padre y quiere que su padre la cargue”, dijo la señora York.

Simon volvió a centrar su atención en la bebé, cuyo rostro estaba sonrojado por todo el llanto. Él frunció el ceño y dijo: “Dámela”.

Diana lo escuchó obediente. Ella cargó al bebé hacia él de inmediato y le dijo a Bonnie: “Está bien, ahora estás en los brazos de tu padre. No llores más”.

Sharon también se acercó para mirar a la bebé. Bonnie dejó de llorar una vez que Simon la tomó en sus brazos. ¿Ella podía realmente reconocer a su padre?

“Te