Simon cargó a Sharon fuera del hotel. Era de noche y hacía una brisa fría. Por lo tanto, Sharon se estremeció al sentir un poco frío.

El vino de Sally había empapado la tela alrededor de su pecho. Su cabello también estaba mojado y su vestido estaba manchado de crema. Al verse a sí misma en tal estado, ella se sintió avergonzada.

"Gracias, por favor bájeme", ella dijo en voz baja.

En ese momento, un coche llegó ante ellos y se detuvo.

Simon la soltó. Ella vio que el traje formal de Simon ahora también estaba manchado de bastante crema y sintió pena por ello. "Lo siento, ensucié su ropa de nuevo. ¿Quizás podría quitarse la camisa y dejar que la lave por usted?".

Simon permaneció en silencio y simplemente la miró. Inicialmente, él sintió curiosidad por saber por qué ella había insistido en que él fuera su pareja para ingresar al hotel. Él pensaba que ella estaba allí intencionalmente para causar estragos. Sin lugar a dudas, por lo que había visto, parecía como si ella realmente hubiera planeado destruir el banquete. Sin embargo, ella también terminó metiéndose en un lío.

El hombre no dejó escapar un solo sonido y siguió mirándola. Su mirada la hizo sentir que ella era bastante desagradable. Ella dejó escapar una sonrisa seca y dijo: "Sé que me veo muy repugnante en este momento, pero no tiene que mirarme así, ¿no?".

"Ah...". Tan pronto como ella dijo eso, el hombre extendió su mano y la presionó contra el coche. Su imponente figura comenzó a acercarse lentamente a ella mientras la envolvía en sus brazos.

"No me importa qué tipo de rencor tengas con mi sobrino. No deseo meterme en tu lío". Sharon entendió claramente su advertencia.

Esa noche, ella lo había usado para entrar en el hotel. Él podría olvidarse de eso, pero si ella estaba conspirando para usarlo para vengarse de Howard, ella había imaginado mal las cosas.

La fría aura que emanaba del cuerpo del hombre la hizo temblar. 'Entonces, parece que él me ayudó hace un momento solo para poder proteger su dignidad'.

Ella sonrió y dejó escapar una sonrisa. 'No es de extrañar que él estaba enojado'.

Sharon bajó la mirada y contuvo las emociones que había en su corazón. Ella dijo en voz baja: "No se preocupe, Presidente Zachary, que tal cosa solo sucedió una vez. No habrá otra vez".

Ella nunca había pensado en usarlo para vengarse de Howard. Después de todo, este era su propio problema.

Simon miró el rostro de Sharon que estaba manchado de crema y de repente le parecía gracioso. Aquellos que no tenían idea de lo que había sucedido pensarían que ella acababa de asistir a una fiesta de cumpleaños.

Su expresión seria se aflojó gradualmente. Él soltó su mano, abrió la puerta del coche y dijo con voz profunda: "Sube al coche".

Sharon lo miró, perpleja. Él dijo con cara de tranquilidad: "Te llevaré a casa".

"Bueno... no quería molestarle".

Antes de que pudiera terminar de hablar, el hombre la llevó inmediatamente al interior del coche. Luego, él ingresó al coche también y le ordenó al conductor que arrancara el motor.

Sharon estaba realmente preocupada por ensuciar el coche. Ni siquiera se atrevió a moverse cuando se sentó en el coche.

"Bueno... ¿Y cómo regresaría el Director Zachary?". Ella recordó que Simon había venido con Douglas.

"Habrá otro coche para llevarlo a casa".

Sharon lo miró. 'Oh, cierto. Las familias adineradas como la suya no pueden tener solo un coche'.

El coche se detuvo en el barrio donde se alojaba Sharon.

A lo largo del camino, los dos no intercambiaron una sola palabra. Sharon inclinó la cabeza y miró al hombre que había cerrado los ojos para descansar. "Presidente Zachary, he llegado a mi casa. Gracias por traerme a casa".

"Mm", respondió el hombre. Sin embargo, él no abrió los ojos.

Una atmósfera así haría que cualquiera se sintiera incómodo. Por lo tanto, Sharon rápidamente abrió la puerta del coche y se bajó.

Tan pronto como bajó del coche, el hombre en el vehículo dijo: "Espera".

Luego, ella inmediatamente agarró lo que fue arrojado desde el interior del coche. ¡Era el traje de él que estaba manchado de la crema!

"¿No dijiste que me lo lavarías?". Él arqueó las cejas y la miró desde dentro del coche.

"¿Ah? Sí... Lo lavaré...", ella respondió rápidamente. Ella lo veía como una persona elegante y pensaba que se desharía de ese traje; o tal vez él lo tiraría directamente en el basurero y ni siquiera dejaría que ella lo tocara.

"Lávalo tú misma", añadió el hombre.

"Por supuesto, lo lavaré hasta que parezca nuevo". Ella suponía que Simon quizás pensaba que ella lo mandaría a la lavandería.

Posteriormente, el coche que tenía delante se alejó. Sharon bajó la cabeza y miró el traje en su mano y luego suspiró.

Le dolía mucho la cabeza. Ella había alquilado el vestido que llevaba puesto y, en ese momento, estaba tan sucio que le daría asco sólo al mirarlo.

Después Sharon regresó a su habitación, ya era bastante tarde. Afortunadamente, ella había llamado a Riley para decirle que trabajaría horas extras y que tenía que molestarla para cuidar de su hijo.

El niño y Riley ya se habían acostado. 'Menos mal, si no, si me ven en esta situación...'.

Sharon se duchó rápidamente y regresó a la habitación que le pertenecía a ella y a su hijo. El niño estaba abrazando a un muñeco de dinosaurio y durmiendo profundamente.

Ella le acarició la cabeza con mucha dulzura y miró su rostro tierno que la hizo sonreír con mucha felicidad.

Sin querer despertarlo, ella se fue al otro lado de la habitación y se acostó.

Sin embargo, ella no tenía sueño. Al recordar lo que había sucedido en el hotel y la expresión de sorpresa en el rostro de Sally, parecía que ella lo había adivinado correctamente. '¡Sally no está embarazada del hijo de Howard!'.

Existía la posibilidad de que el bebé tuviera algo que ver con el doctor que ella había visto en el hospital.

¡Ella tenía que buscar al hombre e investigar a fondo la verdad detrás de esas fotos íntimas mostradas en su boda de hacer 5 años!

...

Simon regresó a la casa Zachary después de llevar a Sharon de regreso a casa.

En el momento en que entró por la puerta, vio a su padre, su cuñada, Howard y la esposa de Howard en la sala. Parecía como si lo hubieran estado esperando.