Allek.
13 de Abril de 1998.
A los 10 años.
—Allek cariño, camina rápido antes que trate de alcanzarnos. —Mamá apresuraba el paso, queríamos irnos lo más lejos posible de ese lugar y lo mejor para ello era largarse antes de que cambiara de opinión y tratara nuevamente de mantenernos encerrados en aquella cárcel a la que llamábamos casa.
—Pero... Cleo... ¿Por qué no vino con nosotros? —Indagué. Mamá suspiro ante mi pregunta y su voz se quebró al responderme.
—Ella... Sabes que siempre fue la favorita de tu papá— mintió, él no la toleraba cuando estaba feliz mucho menos cuando lloraba y le repetía miles de veces que era un estorbo para todos. —Le di a escoger y prefirió quedarse a acompañarlo a él, no te p
Beatrice Collow.Uno, dos, tres.—Cien.—Digo limpiando mis manos luego de ponerme en pie.Observo el cuadro de Leo al fondo y suspiro. Si el me viera en estos momentos estaría quizás orgulloso de mí, pero como no está en esta estúpida ciudad sino en una vecina haciendo de Alcalde el muy baboso pues le saco el dedo medio y doy media vuelta para salir del lugar donde entreno.Varios compañeros me miran con desprecio, es normal, no cualquier mujer llega de ser"nadie-la-chica-de-la-calle"a ser"La Detective graduada con honores que no ha fallado ningún trabajo"—Collow...—Dice Hanna, una policía que me saluda con la cabeza y se aparta.No me tomo las molestias de gastar saliva en alguien como ella, quien solo me empezó a tratar cuando demostré lo
Mia.Camino por los pasillos de la Universidad atestados de estudiantes que van de un lugar a otro. Erior pasa por un lado de mí dándome un asentimiento de cabeza para ir directo a la sala de profesores, yo me hago la que no vio nada de nada.Aunque hasta hace unos segundos él mismo me dejo entrar antes para que nadie se diera cuenta que veníamos juntos y así no tuviera conflictos con mis otros compañeros. Al apenas poner un pie en la puerta del salón la escucho.—Mia...—La voz de Marie es parecida a la de los fantasmas de películas. La miro y hago una mueca, porque ya sé que es lo que sigue, no respondí a ninguno de los mensajes que me dejo y tampoco devolví las llamadas. Pero es que siento que ella no me entendería en nada al igual que Vicky que también me ha estado escribiendo como desquiciada porque viene a la ciudad
Erior.—Y entonces Profesor, ¿Se debe aplicar esa formula también?Escuchar la voz de Tahia durante más de diez minutos preguntando lo que he explicado cien veces antes, es un poco frustrante y más por el echo de que mi novia ni siquiera pudo hablar conmigo por que ella y sus dos amigas tuvieron que abordarme justo antes de salir.—Si.—Suspiro cuando noto que Esika y Abigail toman nota y vuelven a borrar. Dios les he dicho infinidades de veces lo que deben y no hacer pero siguen igual de perdidas.—Profesor, ¿Tiene novia?—Indaga Esika pestañeando varias veces, como sé por donde va a ir ahora la cosa tomo los libros, bolígrafos y hojas para empezarlas a guardar antes de ponerme en pie.—Si tengo, si me disculpan debe de estar esperándome para almorzar en casa—miento, Mia hace como d
Mia.Camino por los pasillos luego de haber hablado con las enfermeras de guardia, me da escalofríos de tan solo estar aquí. Pensaba que no había nada peor que estar en una estación de policías, pero la realidad es que si lo hay y en definitiva es este.No me gusta tener que ver gente enferma, mucho menos escuchar a las personas llorar por ciertos lugares cuando le dan noticias tristes. Marie por suerte es más ruda que yo, le da igual todo lo que sucede y va metida en su teléfono mirando vídeos de gatos.—Creo que es por aquí.—Digo, mi acompañante levanta la mirada por segundos solo para no chocar con nadie y luego vuelve a lo suyo. Hasta que se detiene cuando lo hago, frente a una puerta de color blanco con el número 08 escrito en frente.Carraspeo.Marie guarda el teléfono y coloca la mano sobre mi hombro,
Erior.—¿A donde vamos a parar?—Digo, seguí por todo el camino a mi hermano en completo silencio, pero debo aceptar que entrar a un barrio más o menos feo me hizo dudar por completo en él y más cuando uno de los chicos que estaba en la esquina que pasamos se quedo mirando directo a mi calzado. Empiezo a creer que me van a quitar la ropa como siga adentrándome más aún.—No te asustes, no creo que nos vayan a hacer daño.Mark habla con total seguridad y yo, estoy que me cago en los pantalones por completo.Al pasar las calles con rapidez llegamos a un lugar totalmente diferente, calles limpias y todo ordenado. En varios lugares custodiado por policías y hay un parque en frente de donde nos hemos parado.—Aquí quiero montar el negocio,—Giro para notar la estructura que dice "En venta" debo aceptar qu
Mia.Muerdo mi labio con tan solo notar la preocupación en la cara de Allek, sé que no tuvimos mucha interacción últimamente pero me hace sentir un poco mal saber que está así.—¿Le pedimos el número?—Vicky me mira y luego a Marie quien niega con la cabeza.—Mia ya tiene quien la azote— le guiña el ojo y yo, solo suspiro.Quiero entrar y decirle que todo va a estar bien, mentirle. Porque no soy estúpida como para no darme cuenta que la mujer acostada sobre la camilla no va a despertar, su rostro está pálido y no se ve mover ni los parpados.Empujo la puerta dejando a las chicas perplejas, Allek me mira y la sorpresa en rostro es evidente.—Mia ¿Que haces aquí?Doy pasos grandes y lo abrazo. Es extraño sentir empatía por alguien que no conozco verdaderamen
Erior.Mia, Mia, Mia.Es lo único en lo que puedo pensar mientras camino a paso veloz por las calles. En definitiva debí comprar aquel auto que me ofreció el hermano de Aurora cuando recién empezábamos a vivir juntos, pero bueno, no se puede cambiar el pasado.Deje de escuchar a Mark creo que cuando los chicos con mal aspecto me observaron con ganas de asaltarme, por suerte para mí no pienso muy bien cuando estoy pensando en una meta clara y justo ahora, solo pienso en llegar a dónde esté Mia para explicarle que es lo que realmente siento.Paso la avenida y llego al hospital.Estoy tan sudado que cualquiera pensaría que me llovió a cántaros solo a mí. Una que otra persona se me queda viendo con pesar quizás creyendo que algo malo sucedió y que por eso estoy con esta cara de preocupación y casi corriendo por los pasil
Mia.Mis piernas de entrelazan con las de Erior.Succiona una parte de mi cuello y gimo, su erección se hace visible desde donde estoy. Es tan fácil excitarlo solo con un simple sonido o palabras... Eso me encanta de él.Luego de comer el helado y dejar clara algunas cosas acerca de su machista y plástica familia, claro, también acerca de la quebrada y asquerosa que poseía yo en algún momento de la vida. Terminamos sobre su cama, porque si de algo estoy segura es que molestos, triste y demás siempre nos tendremos esas ganas que vamos a querer satisfacer solo con nuestros cuerpos.Erior me sonríe y de inmediato lo beso con deseo, deja de seguirme y comienza a bajar poco a poco con sus labios por mis sen