Erior.
—¿A donde vamos a parar? —Digo, seguí por todo el camino a mi hermano en completo silencio, pero debo aceptar que entrar a un barrio más o menos feo me hizo dudar por completo en él y más cuando uno de los chicos que estaba en la esquina que pasamos se quedo mirando directo a mi calzado. Empiezo a creer que me van a quitar la ropa como siga adentrándome más aún.
—No te asustes, no creo que nos vayan a hacer daño.
Mark habla con total seguridad y yo, estoy que me cago en los pantalones por completo.
Al pasar las calles con rapidez llegamos a un lugar totalmente diferente, calles limpias y todo ordenado. En varios lugares custodiado por policías y hay un parque en frente de donde nos hemos parado.
—Aquí quiero montar el negocio,—Giro para notar la estructura que dice "En venta" debo aceptar qu
Mia.Muerdo mi labio con tan solo notar la preocupación en la cara de Allek, sé que no tuvimos mucha interacción últimamente pero me hace sentir un poco mal saber que está así.—¿Le pedimos el número?—Vicky me mira y luego a Marie quien niega con la cabeza.—Mia ya tiene quien la azote— le guiña el ojo y yo, solo suspiro.Quiero entrar y decirle que todo va a estar bien, mentirle. Porque no soy estúpida como para no darme cuenta que la mujer acostada sobre la camilla no va a despertar, su rostro está pálido y no se ve mover ni los parpados.Empujo la puerta dejando a las chicas perplejas, Allek me mira y la sorpresa en rostro es evidente.—Mia ¿Que haces aquí?Doy pasos grandes y lo abrazo. Es extraño sentir empatía por alguien que no conozco verdaderamen
Erior.Mia, Mia, Mia.Es lo único en lo que puedo pensar mientras camino a paso veloz por las calles. En definitiva debí comprar aquel auto que me ofreció el hermano de Aurora cuando recién empezábamos a vivir juntos, pero bueno, no se puede cambiar el pasado.Deje de escuchar a Mark creo que cuando los chicos con mal aspecto me observaron con ganas de asaltarme, por suerte para mí no pienso muy bien cuando estoy pensando en una meta clara y justo ahora, solo pienso en llegar a dónde esté Mia para explicarle que es lo que realmente siento.Paso la avenida y llego al hospital.Estoy tan sudado que cualquiera pensaría que me llovió a cántaros solo a mí. Una que otra persona se me queda viendo con pesar quizás creyendo que algo malo sucedió y que por eso estoy con esta cara de preocupación y casi corriendo por los pasil
Mia.Mis piernas de entrelazan con las de Erior.Succiona una parte de mi cuello y gimo, su erección se hace visible desde donde estoy. Es tan fácil excitarlo solo con un simple sonido o palabras... Eso me encanta de él.Luego de comer el helado y dejar clara algunas cosas acerca de su machista y plástica familia, claro, también acerca de la quebrada y asquerosa que poseía yo en algún momento de la vida. Terminamos sobre su cama, porque si de algo estoy segura es que molestos, triste y demás siempre nos tendremos esas ganas que vamos a querer satisfacer solo con nuestros cuerpos.Erior me sonríe y de inmediato lo beso con deseo, deja de seguirme y comienza a bajar poco a poco con sus labios por mis sen
Mia.Nada más poner un pie dentro de la Universidad, todo se volvió un poco raro.La Directora no espero ni un minuto en presentarse ante Erior, quién con disimulo me miraba desde un costado para saber si todo estaba bien.Es que desde que salimos de esas cuatro paredes que fueron cómplices de nuestra intimidad, estuve un poco distraída. Pero eso se me pasó de inmediato cuando una mujer mayor con aire de aristocracia se paró en frente de mi novio y con aires superiores, le indico la siguiera.Por supuesto él ni siquiera reparó en mí, para no levantar sospechas. Pero como a mí sí me pica mucho la curiosidad no duré nada en girar la cabeza como la niña del exorcista. La mujer daba miedo y eso debía de aceptarse, Erior a pesar de ser un hombro fuerte de sentimientos se notaba un poco cabizbajo, como si tuviera conocimiento de lo que se le
Erior.Suspiro.El olor a pintura me parece un poco agradable, miro los alrededores y noto que ha quedado como deseaba.La habitación de Mia está pintada de un color violeta con diseños de flores y mariposas de tono rosa pastel.—Espero no estés fantaseando con mi hermana... —La cara de pocos amigos de Allek se hace presente, viene cubierto de manchas color blanco.Su entrecejo fruncido hace que chasquee la lengua, el convivir con él es un poco difícil. Cuando me pidió ayuda para acomodar el departamento no pensé que enserio se atreviera a poner de su parte siendo el hombre exitoso que es.
Mia.—¿Estás segura de que me luce?Miro por novena vez a Erior quién aún no se decide porque camisa usar, él quiere lucir bien porque así siente que no me hará que dar mal. Si supiera que no me importa para nada lo que otros puedan decir con tal y pueda pasarlo bien con él en todo momento.Suspiro.—Amor, te quede perfecto.Y es enserio, a Erior le queda bien todo. No sé si es debido a su tamaño o a qué es un castaño precioso.—Voy a creerte, pero recuerda que aún me quedan unas cuantas combinaciones m&aacut
Erior.¿Por qué debo hacerme el duro! Ah, sí, no todo tiene que ser sexo.Mia me mira con esa mirada arrasadora que suele tener, mientras respiro profundo.No quiero que la noche acabe tan rápido, a penas y llevamos una hora de haber llegado. Se muerde el labio inferior y me pone difícil la tarea de mantenerme sereno.Escucho un murmullo, al parecer ella también. Nos giramos para buscar de dónde proviene pero nada.—¿Creer que Collow nos encontró? —Niego.—No, de haber sido así estaría por aquí pateando mi culo. —Agrega para sí misma.
Beatrice Collow.—Te lo dije como mil veces ya, Axel. —Respiro hondo, mientras mi compañero revisa nuevamente la libreta entre sus manos, — ¿Vas a seguir fingiendo ser un buen detective? Porque no te queda para nada bien.
Último capítulo