La competencia estaba reñida. La maestra Gómez y Nicole se decidieron por ropa para mujeres con un concepto antiguo, pero interesante, dado que se inspiraron en la era medieval. Siempre que ellas se encontraban en el concurso, Claudia y Lisa eran atacadas por sus rivales con insultos y provocaciones.
El día esperado llegó y la pasarela estaba lista para presentar los diseños de los concursantes. Una amiga de Nicole era su modelo y Matt el modelo secreto de las chicas. Cada concursante tenía que presentar tres prendas de sus diseños.
—¿Cuál es tu modelo? —Nicole se le acercó a Lisa desafiante.
—¿Quién más? —Gómez atacó—. Es obvio que la descerebrada se cree tanto que ella misma va a modelar —se burló de Claudia.
—Eso no es asunto de ustedes. —Claudia contestó indiferente y s
—¡Esto es el colmo, Jessica! —Kevin alzó la voz con reclamo. Estaba que explotaba de la rabia. Ambos se encontraban en la oficina de él mientras la chica lloraba con desesperación.—¡Te lo juro, Kevin! Yo no lo hice. Ni siquiera sabía que ese dibujo existía. Te lo juro, Kevin.—¿No sabías que existía? Tú tenías la carpeta donde estaba el dibujo. No me mientas deliberadamente.—¡Pero no lo vi! Tenías muchos dibujos ahí, me cansé de ver el rostro de Laura y la cerré. Además, yo no fui la única que vio los dibujos. Paloma también.—Sí, pero Paloma no haría algo así. Ella no está loca como tú. —Kevin se dejó llevar por la ira. Jessica lo miró con tristeza y salió corriendo de la oficina&
—Mi amor, debiste decirme, preciosa. —Kevin acariciaba el cabello de Laura con ternura. Ella estaba recostada de él, sentados en un sofá en la recepción de la institución.—Esa persona me dijo que te haría daño, Kevin. Tuve mucho miedo, no sabía cómo reaccionar.—¿Y qué dice la policía? —Jimena preguntó con preocupación.—Pues están investigando. —Kevin contestó—. La dirección IP de donde se creó la cuenta es de un computador de un cibercafé. Pudo ser cualquier persona. La policía ha estado viendo los videos de las cámaras de seguridad de la galería y el apartamento, pero la persona que se refleja lleva una capa con capucha y supo posicionarse para que la cámara no le enfoque más que la espalda.—Pero, por el
Claudia corrió al parqueadero entre lágrimas. Nunca se había sentido tan humillada en su vida. Iba a abrir la puerta del carro cuando Matt la atrajo a su regazo y la envolvió con sus brazos. Claudia se separó de él con rapidez.—¿Qué haces? ¡Te vas a ensuciar! ¿No ves lo repugnante que estoy? —Ella expresó exaltada. No lo miraba a la cara, la vergüenza no la dejaba. No quería que él descubriera esa parte de ella. No, él no podía saber sobre eso, él no.—¡Me importa un carajo! —La abrazó con fuerza—. Vámonos de aquí, preciosa, ¿sí?Claudia se apartó y negó entre lágrimas.—No, Matt. Aléjate de mí. Tú no mereces estar con una mujer como yo.—Vámonos, amor —comandó ignora
Claudia decidió salir de su encierro y fue a la institución. Estaba sentada en el sofá de la recepción cuando Matt entró. Claudia se puso de pies nerviosa y se quedó observándolo un rato. Se veía muy bien con su traje de ejecutivo. Ya no era aquel chico mal peinado y mal vestido que conoció en la universidad, había cambiado mucho y era cuestión de tiempo para que encontrara un nuevo amor.—Hola, Claudia. —Matt la saludó tratando de no tartamudear.—Hola, Matt. —Ella devolvió el saludo con nerviosismo.—Vine a traerle estos documentos a Jimena. —Apuntó hacia su maletín como si ella pudiera ver a través de este.—Ella está en su oficina. —Trató de disimular los nervios.—Gracias... —Hizo una pausa y la miró a los ojos—. &ique
—Otra vez fallamos. —Jessica se lamentó. Ella y Ángel estaban sentados en la sala de la casa.—Parece que Paloma notó que la seguíamos. Jess, es mejor dejar de jugar a los espías y decirle a tu primo. Ya han pasado varias semanas y ningunos de nuestros planes han resultado. No sabemos cuál es la intención de Paloma al tener esas fotografías.—Tienes razón. —Jessica suspiró—. Hoy mismo desenmascaramos a esa loca.***—Hola, Jimena. —Un hombre vestido de ejecutivo la saludó con fervor. Era uno de los socios de la empresa que ella conoció mientras estuvo trabajando allí. Él siempre la trató con mucha amabilidad y desde que se enteró de la institución, empezó a apoyarla. Él era delgado y de cabello castaño oscuro peinado siempre hacia atr&
❤️ Te Amo (final)4el amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;5no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;6no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.7todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13******************************************************************************Paloma se acercó a Laura aprovechando que ella quedó sola. Se acercó con sigilo y sacó un pañuelo de su mochila.—¡Ojos Melosos! —Kevin la llamó de repente y Laura fue
—¡Felicidades! —Sus hermanas, tía y prima la abrazaron con fervor. Lisa también se unió al abrazo.—Gracias. —Claudia respondió perdiendo el aire—. Pero ¿podrían dejarme respirar? —se quejó con dificultad.Las chicas la soltaron y Clara dejó salir una lágrima que limpió con dramatismo.—¡Hora de irnos, amor! —Matt anunció extendiendo su mano.—¿Nos la prestas por cinco minutos más? —Jimena la jaló del brazo y miró a las demás con complicidad.—¿Qué quieren? —Claudia indagó con recelo.—Sabemos que tú y Matt decidieron quedarse en el apartamento antes del viaje, pero... —Laura dudó antes de continuar y Cecilia se desesperó.—Te hicimos una res
Claudia abrió los ojos y sonrió al ver el rostro dormido de Matt. ¡Se veía tan lindo! Se acurrucó sobre su gran y firme torso e inhaló su delicioso olor. Su esposo era muy atractivo y otra mujer se estaría lamentando por el gran desperdicio. ¿Quién duerme al lado de semejante hombre sin que nada suceda? Acarició su mejilla con ternura y besó su frente. Él abrió los ojos lentamente y sonrió al verla. La atrajo hacia él para tener más contacto con su piel y besó su mejilla.—Buenos días, reinita. ¿Cómo amaneciste?—Bien, grandulón. Siempre que esté a tu lado, estaré bien.—No, amor. Debes estar bien, aunque yo no esté. —Acarició su mejilla y le regaló una mirada llena de amor.—Matt... —Bajó la mirada con tristeza