Esa ducha corta se convirtió en uno de los baños más largos y relajantes que he tenido en mi vida. La conexión entre Hunter y yo se hizo más presente aún en esos instantes que estuvimos encerrados alejados del mundo y sus problemas.
La tensión sexual estuvo presente en todo momento, pero fue agradable darme cuenta de que a parte de nuestra compatibilidad física, también éramos capaz de hablar con el otro.
De reírnos, de bromear, de hacer cosas tan mundanas como lavarnos el pelo mutuamente.
El motero estaba haciendo un trabajo maravilloso haciéndome adicta a su compañía.
Y por más que adorara el cambio que había tenido nuestra extraña relación. Me jodía no saber que esperar en un futuro.
¿Qué era lo que el motero tenía planeado cuando el año de que estuviera aquí terminará?
–Hell, ¿Dónde quieres que ponga las cartas de vida de nuestros nuevos empleados?–. Pregunto Roger, un hermano que igual que yo, se dedicaba a trabajar en el club.–Escanéalos y mándaselas a Demonio, él se encargará de darnos un mejor resumen de sus antecedentes que lo que ellos escribieron–.–Si Vice–.Mi hermano se va a cumplir con la tarea y yo continuó con mi trabajo, examino la instalación de arriba abajo, soy muy cuidadoso con los detalles, hace un par de años unos inspectores nos cayeron por sorpresa y nos dieron una multa de casi treinta mil dólares por el riego de salubridad que representaban los baños.Hades casi rompe mis huesos por eso, y yo se los rompí al imbécil que estaba a cargo de la limpieza.Unos dirían que fui muy duro, pero yo creo que tipo tuvo suerte de poder seguir usando las manos despu&eacut
–Ponte de pie, no peleo con tipos que están en desventaja–. Dijo Hunter mientras seguía viendo a mi amigo como si fuera a matarlo.Lo que probablemente sea cierto y de hecho lo esté planeando en su mente.–Rey ni se te ocurra ponerte de pie–. Amenace pero ambos me ignoraron.Reykon sin darme una mirada, pero con delicadeza, retiro mis piernas de las suyas y se puso de pie. Anton me detuvo de hacer lo mismo.–Pero que haces, suéltame– Murmuré entre dientes pero él apretó el agarre en mi brazo –Déjalos, tenía que pasar tarde o temprano. Sabes que Rey jamás permitiría que estés con alguien que no te sepa defender, por lo que va a medir al tipo. Y tú motero necesita pelear por su orgullo, si lo que nos contaste es cierto. Se debe sentir bastante inútil de no haberte podido rescatar tantas veces–. Me respondió
–Estoy harto de las malditas peleas. Mi club no es un ring de lucha, quiero una buena explicación de porque mi Vicepresidente luce como la mierda–. Interrumpió mi padre abriéndose paso entre los cuervos.Hunter no agacho la mirada pero aceptó el regaño sin oponerse, se giró para escupir sangre al piso y se limpió la boca con el dorso de la mano, Reykon debió reventarle el labio para hacerlo sangrar de esa manera.–Estaba tocando a Tasha– Fue lo que dijo Hunter como excusa después de que mi padre lo presionará a hablar y él se volteo a verme con el ceño fruncido.Ah claro que sí, échame la culpa a mí. Total, de todas maneras ni me importa. Baboso.–Natasha hazme el favor de cubrirte–. Dijo Hades claramente enojado y ahí caí en cuenta de que seguía en sostén deportivo.Mi blusa
–¿Está todo bien?–. Pregunte cruzándome de brazos y Boris me asintió con la cabeza.–No tiene nada roto, solo está un poco magullado y el orgullo herido de que definitivamente él se llevó más golpes de los dos–. Asentí agradeciéndole y me acerqué a mi amigo.–¿Te duele mucho?–. Dije con un poco de remordimiento, él me dio una media sonrisa y negó con la cabeza– Me alegro –.Terminé y también sonreí. Reykon conociéndome mejor que nadie entrecerró los ojos sospechoso.Pero no le di tiempo a reaccionar cuando mi patada en el estómago lo hizo chocar con la pared. Una patada idéntica a la que le había dado minutos atrás Hunter. Reykon se puso a toser y se deslizo por el muro hasta el suelo.Hice muecas por el dolor punzante en mi cuerpo por el movimiento b
–Tasha, antes de que tomes una decisión quiero que sepas que si decides quedarte conmigo no hay nada que no haría por ti. Incluso si...–. Tomó una respiración– Incluso si decides que quieres una vida alejada del club. Te seguiría a dónde fueras mientras esté contigo–. Su voz se rompe en esa última parte y mis ojos se llenan de lágrimas.Hunter dejaría los Black Ravens si se lo pidiera, pero ¿Cómo puedo pensarlo siquiera si él ama tanto pertenecer a esta familia?, su familia.No, jamás sería capaz de hacerle eso. Fue el motero caliente y misterioso el que me cautivo desde el principio. Imaginarlo sin su chaleco de cuero o sin su Harley es simplemente impensable.Yo lo quiero tal cuál como es, no necesita cambiar nada.Bueno, tal vez podría pasar más tiempo conmigo en lugar de estar arreglando problemas del cl
Intenté volver a separarme pero el motero no me dejo, apretó mis caderas y bajó sus manos hasta mi trasero dónde lo estrujó a su gusto. Cuando su lengua rozo la mía decidí que podía olvidar el hecho de qué había comprado una mansión sin consultármelo por ahora.Tenía otras prioridades en mente en estos momentos y no estaba dispuesta a volver a interrumpir los mejores besos que me han dado en toda mi vida.Me colgué completamente del cuello del hombre poniéndome de puntitas para estar más cerca y poder hacer fricción entre nuestros cuerpos. Hunter bajo aún más sus brazos y en segundos me estaba cargando al estilo de recién casados sin dejarnos de besar.Cuándo empezó a caminar en dirección a la puerta nos dio a ambos una tregua para poder respirar y aproveche para ver la propiedad de reojo, pues mi atenci
Unos besos en mis mejillas son la razón de mi despertar. Una gran sonrisa se abre paso por mi cara y unos labios dejan un suave beso en los míos.Cuándo nos separamos alzo la cabeza y abro mis ojos para poder apreciar la imagen de mi motero de ojos ónix recién levantado. Su pelo está hecho un nido de pájaros, sus mejillas están rojas y sus ojos brillan como nunca. Se ve guapísimo.Y es solo mío.Sonrió aún más con ese pensamiento y acaricio su pecho con mi nariz.–Buenos días muñeca–. Me saludo con la voz ronca por haberse levantado a penas.–Buenos días motero–. Contesté de la misma manera, mis manos acariciaron su torso y me topé con una superficie distinta. Bajé la mirada y la regresé con una ceja alzada– ¿Dormiste con el chaleco puesto?– Pregunté divertida a
–¿Estás segura? ¿No quieres que me quedé?–. Preguntó pero negué con la cabeza.–Hay una cosa que quiero hablar con él y prefiero que sea a solas–. Pedí y él asintió.–De acuerdo, estaré con los demás en el bar, para estas alturas todos habrán terminado de desayunar–. Lo dice mientras se me acerca y deja un beso en mi cabeza– No tardes mucho, hay muchas cosas que tenemos que hablar–. Dijo y le guiñe un ojo antes de que se fuera y cerrara de nuevo para darnos privacidad.Cuando estuvimos solos Hades se vio visiblemente incómodo lo cual me divirtió un poco.–¿De qué querías hablar Natasha?–. Me preguntó y admiré lo tranquilo que sonó.–Amaste a mi madre–. Afirme más que pregunté y vi como su cuerpo se tensó.<