...Pisadas, muchas pisadas y una puerta abriéndose con brusquedad fueron el motivo de que abriera los ojos.

Maggie empezó a llorar en su celda mientras se hacía bolita en una esquina alejada, yo me puse en pie como pude y recibí con la mirada más fría que pude a la bola de moteros que se nos acercaron.

Reconocí a Memphis y a Zazu, pero a parte de ellos otros dos hombres con chalecos de cuero se nos acercaron. Mis ojos esmeralda se quedaron clavados en el motero que estaba en el centro, era tan alto como Hades, su pelo era rubio ceniza y sus ojos marrones. Su cuerpo era fuerte y con músculos aunque no llegaba a tener la complexión de Hell, no era feo pero tampoco atractivo, sus rasgos eran demasiado toscos pero simétricos, sus labios eran normales y de un tono rosado sano. Pero lo que hizo que mis ojos no se despegaran de su persona era el claro liderazgo que desprendía con cada paso que daba.<