POV : MAXIMUS.

—¿De verdad como puede estar ocurriendo algo así Max?

Mary prorrumpió en un estallido de cólera tras corroborar lo que yo le acababa de pedir que fuese verificado. La noticia ya había sido difundida y estaba en la portada de todos los portales de noticias de farándula de la ciudad.

Era algo muy común que se manejase ese nivel de persecución a la privacidad con estrellas de cine y de televisión, pero después del estallido de mi fama como dios del amor se había vuelto común que los reflectores se fijasen en mí, siendo apenas un escritor de romance erótico.

—No lo sé Mary — susurré al teléfono con un dejo de nostalgia en mi voz—… Pero tengo la sospecha de que esta vez nada es accidental… no te puedo explicar ni como ni porque, pero tengo la sospecha de que hay una mano moviendo los hilos detrás de todo esto.

Me sentía compelido por una fuerza que me hacía querer estar solo, pero al mismo tiempo sentía una devastadora necesidad de correr para volver a la cabaña para mirar