Inhalando profundo abrí la puerta, salí y la cerré, forcé una sonrisa cuando Jack frunció el ceño y cuestionó —¿No me vas a invitar a pasar? —, gruesa saliva rodó por mi garganta y miré hacia la puerta —¿Estás con alguien? ¿Volviste con ella? —, hizo una pausa —¿Es eso? ¿Regresaste con esa mujer?

—No, es alguien más—, suspiré.

—¿Una aventura supongo? —, guardé silencio porque no quería decir esas cosas —Porque aún estás casado Adiel.

—Estoy en los últimos trámites, en menos de una semana estaré divorciado.

—Me da gusto—, miró hacia la puerta y preguntó cruzado de brazos —¿No me la presentarás? —, mordí el interior de mi labio —Tranquilo, no tiene que ser ahora—, miró el reloj y dijo —Me iré, pensé que estabas solo.

—No te vayas, podemos hablar en el salón del edificio. Porque si viniste a esta hora es porque no puedes dormir con eso que tienes guardado ahí dentro.

—¿Tú acompañante no se molestará?

—No, ella ya está dormida.

—Ok—, caminaron hacia el salón, se sentaron frente a f