Sentí la sangre hervir.Si antes estaba ofuscado ahora estaba apuntó de perder el control. Estaba seguro de que a eso estaba jugando Charles, no quería darle el gusto.

- Tú no eres absolutamente nadie para decirme que hacer con mi vida, ni con la vida de mi hija, quiero que te vayas ahora mismo de mi casa - él sonrió desafiante y bebió el resto de su cerveza de un solo golpe. Puso la botella en la encimera de la cocina y se volvió a dirigir a mí.

- Siempre te has empeñado en querer arruinar a mi familia. Has sido desde el principio una piedra molesta en mi zapato. Primero lo intentaste con Cassie y después tomaste a Ayra porque ella no tenía nada. Te pareció perfecta porque te necesitaba. Nunca la amaste, siempre has sido el hipócrita egocéntrico que arruinó la vida de mi hija. La enamoraste y te fuiste. Tenías tú vida lista por aquí y a ella siempre de repuesto por allá. La embarazaste y ni cuenta te diste. La dejaste sola como siempre. Y apareciste al fina