—Pueden dejar eso para después, estamos en medio de una batalla no en el lobby de un hotel
—Tu estas celoso de que pueda besar a mi amor, no seas envidioso Franck y ocúpate de matar al enemigo
—Cierra la boca idiota, mejor busca a ese malnacido se escapó de la redada y te ha de estar buscando como le loco que es
—No te preocupes por eso en breves minutos me encontrara, alguien lo traerá ya que eso es lo que quiero y no deseo que se metan esto es entre ese maniaco y yo
—¿A dónde vas con tanta prisa nena?
—¡Lucciano!
—Que emoción si me recuerdas, eso es bueno porque te iras conmigo nena ¡Te extrañe sabes! ¿Tu no?
—¿Qué haces aquí? ¿Estás loc
—¿Qué diablos estas diciendo Rebeca? ¿Cómo puedes pensar en poner en peligro a mis nietos? ¡Te volviste loca!Sobre mi cadáver los pondrás en peligro—En realidad, no creo que se haya vuelto loca mamá, la idea de Rebeca es muy buena, si es verdad que los niños pueden estar en peligro, pero nada pasara los tendremos custodiados y ellos pueden hacerlo—También creo que es una buena idea ¿Qué dices Marcos?—No lo sé Eva, los niños pueden resultar heridos o muertos en el peor de los casos, no estoy muy seguro, ¿no apoya esa loca idea Rebeca? ¿No puedes dejar a un lado esta absurda pelea y preocuparte por tus hijos?—Debes decidirte Marcos, entiendo lo que tu esposa quiere hacer, si tu no le das ese voto de confianza ¿Crees que podrá hacerlo? &iq
—Franck estas en posición—Si Rebeca, veo a Elías escondiendo a Joseph, Carlos está tratando de evitar que entren por ellos, como les dijiste a los de servicio se dejaron vencer y ya están en la puerta principal—Eso suena bien, el mayordomo se encargará, Carlos es un señuelo—Tranquilo tío protector Carlos sabe lo que hace—Si tú lo dices Xime te creo, ¿cómo esta Julio?— Está a mi lado llorando como Magdalena, tranquilo ya se le pasara, esta emocionado al ver a su hijo—No salió sentimental el cucarachón—Deja de ver películas Rebeca—Nunca me dejas ser feliz ¡Gruñón!—Concéntrense, al parecer ya rompieron la segu
—Desaparecieron, al fin podemos respirar un aire de tranquilidad—No cantes victoria, Rebeca al menos debes lastimarte mucho y así quedaremos a mano—¿Qué haces aquí?—¿Pensantes que había seguido a esos perdedores? Nunca, conozco demasiado bien a Alessia. Despídete de este mundo o dile un hasta pronto Rebeca Vera—Lo único que escuche fue un clic y después sentí algo caliente que me protegía y al mismo tiempo me dejaba sin aire, todo se tornó negro y no supe mas—¡Maldita sea Rebeca! Tienes que ser tan extremista ¿Rebeca?—No contesta, también intente contactarme con ella—Aura, tuviste éxito—No Franck, la casa está en ruinas y el
—¿Qué le pasa doctor?—¿Qué tiene mi sobrina doctor?—Cálmense, esta fatigada y estresada, sus nervios tampoco están muy estables que digamos, en su estado tantos sustos no son recomendables, le pondremos una intravenosa y un sedante muy suave no queremos dañar al feto, ella debe descansar—¿En su estado?—¿Feto?—Creo que la paciente no les ha comentado su estado, presenta un embarazo de aproximadamente seis semanas, es normal y no presenta complicaciones ¿imagino que usted es su pareja y el señor su tío? O me equivoco—No doctor, tiene razón yo soy su pareja y él es el tío—Doctor, se supone que mi sobrina, no podía tener hijos ya que antes tuvo un accidente con su saco ute
—Tan directo como tu madre—Soy su hijo ¡No!—Sonreí ante su ironía, me la recordaba a ella cuando estábamos estudiando. Dijo que el feto está bien, se alojó en el útero sin riesgo, debe tener controles seguidos, según su sentido común de medico dice que este bebé será una bendición, lo que no puede asegurar es que después pueda tener más hijos—Con que ella no sufra para mi es suficiente, si puede o no tener hijos es secundario, tenemos sobrinos a quienes cuidar, el chofer llego es mejor que se descanse lo mantendré al tanto de la situación—¿Se lo dirás?—Tengo que hacerlo, no será hoy dejare que pase un poco la tormenta y con calma se lo hare saber, ella es más importante que nada &nbs
—Eva, necesito que tomes con calma lo que tengo que decirte, es algo de suma importancia que nos concierne a los dos—Me estas asustando Franck, puedes decirme lo que desees—No es para asustarte, necesito que estés muy tranquila y me escuches con atención, cada palabra que diré debe ser tomada en cuenta —Seré toda oídos, toda mi atención está centrada en ti y en lo que dirás, hazlo de una buena vez me estas poniendo nerviosa—Eva, estas embarazada—¿Qué? No es verdad. Yo no puedo tener hijos, porque juegas con algo tan delicado Franck, no pensé que fueras de esa clase de personas que juegan con los sentimientos de los demás—¿Crees que jugaría con algo tan importante?—Lo est&aacut
—¿Por qué llora señorita? ¿Se siente mal?—No te preocupes Marcos, mis lágrimas son de felicidad ¿Cómo vas con las quemaduras? ¿Duelen mucho?—A veces tengo mucho dolor o picazón, no lo soporto, ahora estoy mejor, mi tío viene todos los días y me pone una crema para que no me molesten las quemaduras ¿Usted me conoce? No sé porque se me hizo tan fácil hablar con ella, cuando en realidad no hablo más de diez palabras con nadie—Ya veo, te han comentado algo de tu pasado, por supuesto que si te conozco, más de lo que imaginas—Es mi vida personal, no puedo divulgarla con una desconocida, así diga conocerme, su mirada dolida, me dolió a mi sin entender la razónDolió y no puedo negarlo. Lo siento fui descuidada, me presento soy Rebeca Vera—¿T……? ¿Tú eres Rebeca?—Al parecer te han hablado de mi—Eres mi esposa, la madre de mis hijos—Escuchar su voz algo dudosa me causo risa, me miraba de una forma escrutadora y eso me hacía sentir incomoda ¿Qué te parece tu esposa Marcos? No dijo nada,
—Lo vi salir del ascensor y el aire se me fue de los pulmones, me costó un mundo convencer a Franck que me llevara a su sala y él se me adelanto —Buen día Rebeca ¿Cómo amaneciste? —Bien gracias Eva, buen día Marcos estaba por ir a visitarte ¿Cómo te sientes hoy? —Buen día, bien gracias —Amor no deberías estar tanto de pie ven a sentarte, le hice señas a Eva para que me acompañara a la cafetería, al parecer estos tienen mucho que hablar sin siquiera recordarse —Si mi cielo, tu hijo en verdad me cansa, le seguí la corriente a Franck al parecer sobramos —¿Quieres recostarte? —Estoy bien gracias, pero tú no debes estar de pie en la habitación hay un mueble muy cómodo, mi mamá dice eso —Conduje la silla dentro de la habitación, la ayudé a recostarse, no podía dejar de observar su rostro, aunque pálido y un poco demacrado exudaba una belleza que me atraía como abeja al panal, mis manos quemaban en cualquier parte de su cuerpo y eso emitía unas corrientes eléctricas en todo mi cuerp