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Capítulo tres: La nueva secretaria

Andrew Collins.

No tenía nada que hacer, el aburrimiento ganó y me puse a ver una de "terror" con Pablo en la sala.

En un unisono Pablo y yo gritamos—¡Noo, no entres!

Pero no, la tonta siempre entró al armario, y pasa el típico cliché... La matan.

Pablo me hablar con algo de molestia en su voz—Esto es lo que no me gusta de estas películas, hacen las cosas más estúpidas del mundo, es como si quisieran que los encontraran y los mataran—bufa.

Me rio de su molestia y hablo entre risas— ¿Crees que yo, siendo ellos me voy a meter en un armario, sabiendo que hay alguien adentro con un cuchillo?- como algo de palomitas—¡Jamás! Yo agarro un pedazo de madera o parto un espejo, y agarro un trozo para puñalearlo.

Pablo me mira raro, pero se ríe—No me digas eso, porque te agarro miedo y no dejaría que te me acerques.

Agarro la gorra que tengo puesta y se la arrojo en la cara—Ni se te ocurra molestarme entonces.

Él me arroja la gorra de nuevo y yo se la vuelvo arrojar, pero esta vez le pega en la frente, él se queja pero se calla al ver que entra una llamada a su teléfono, se levanta rápidamente y se va para contestar, por su sonrisa me imagino que es una chica.

—¡No la embaraces por llamada!—dije burlándome. Pablo me lanza un cojín en la cara y me sigo riendo

Ls película casi está terminando, mueren dos de los sobrevivientes. Mi teléfono emite el sonido de la notificación de un W******p, al desbloquear mi teléfono accedo a la aplicación, y era de la persona que menos me esperaba que me enviara.

Nuevo mensaje de Justin.

Justin: Necesito saber si Rosse te ha escrito.

¿Y a este que le importa eso?

Viene así como así a preguntarme, como si no hubiera pasado nada.

Yo: No es tu problema si ella lo ha hecho.

Justin: Sí, sí es mi problema.

Eso sí que me dio risa, y no sé porqué.

Yo: Ella está bien grandecita como para que la protejas.

Justin: Siempre lo haré, maldito. Así que no te atrevas hacerle daño.

¿Maldito? ¿De verdad me dijo eso? ¿Y que no le haga daño?.

Justin no tiene ni idea y además no es su asunto, me da risa cuando está molesto, siempre de nena como de pequeño.

Yo: ¿Qué paso mariquita? ¿Te enojaste?

Justin: No me provoques hijo de perra.

Yo: Uy, que miedo.

Justin: Me la vas a pagar una por una.

Sí, como no.

Yo: ¿Cheque o efectivo?

Justin:¿Te ha escrito sí o no?

Yo: Ya te dije que no es tu problema.

Justin: Siento que a Rosse le pasó, a ella le paso algo, No responde los mensajes, ni las llamadas.

Yo: Bienvenido al club.

Justin: A ella le paso algo.

Ya no quiero hablar con Justin y su intensidad, a lo mejor ella le está haciendo lo mismo que me hace a mi, pero no sé porque estoy algo preocupado también, le he escrito desde la videollamada pero solo sale un tick nada más, sus palabras no dejan tranquila mi mente.

"¿Existe amor a primera videollamada?"

¿Por qué diría eso? ¿Le gusto de verdad? ¿O es solo juego como yo?

Maldito Justin, siempre hace que me acuerde de ella.

Me canso de ver la película y al ver a Pablo irse a su habitación con el teléfono pegado a su oreja, asumo que ya no la terminara conmigo.

Termino de ver la película y apago el televisor en el momento que los creditos aparecen.

—¿Quien lee todo esos créditos?

Me estiro y dejo el control en la mesita de la sala, voy para la concina a buscar algo de comer, decido agarrar un manzana y me voy a mi habitación para aclarar mis ideas y organizarme bien, para ya tener todo para mañana y ya en noche estar mas tranquilo.

***

Mi alarma suena a las 5:35 a.m, fue la hora que coloque para levantarme, quiero llegar temprano para preparar todo, quede con Rubí en estar temprano para que entrevistara a Miranda antes de irse, hago un poco de ejercicio, y después de veinte minutos tomo un baño con agua fría para despertarme bien y hacer todo lo que incluye mi rutina mañanera. Elijo un traje negro con una camisa azul oscuro y sin corbata, mis zapatos de vestir con lazos fuera y con el típico reloj para completar el conjunto, me rocío un poco con mi perfume favorito y me dispongo a irme en silencio, mis padres aún no despiertan y agarro mis llaves cuidadosamente para no hacer ningún tipo de ruido, salgo y cierro la puerta.

Me gusta conducir cuando amanece, ver como el sol sale en las mañanas, todos los colores rojizos y anaranjados que muestra el cielo, como las estrellas y la oscuridad desaparecen dándole la entrada al día.

Paso por la entrada del edificio y me reciben los encargados típicos saludos de todos los días.

—Buenos días, Señor—Dijo el recepcionista.

Presiono el botón del ascensor para ir a mi oficina y pasar por un largo pasillo hasta llegar a mi lugar de trabajo.

—Un gusto verlo, Señor.

—Que tenga un buen día, Señor.

Después de salir del ascensor y pasar por ese largo pasillo, ya estaba cansado de tantas veces que asenté con la cabeza en forma de saludo. Llego por fin donde esta mi oficina y veo a Rubi recogiendo unas cosas, algo estresada, doy unos golpecitos en su escritorio dándole a entender que estoy allí.

Ella me mira sorprendida pero luego luego su mirada cambia, pone una de alivio y sonríe.

—Bueno Rubí, hoy es el día.

Ella asiente y sigue buscando unos papeles, al encontrarlos me los entrega—Esto es lo de hoy, ya en unos minutos llega la candidata de mi puesto, así que mejor vamos a tu oficina para alistar la entrevista y todo eso.

Le sonrió—Sí...Se me olvido decirte que a esa candidata ya la contrate—dije titubeante.

Ella se tensa un poco y me mira mal.

—Sí, es que ella ya la conozco, y es una buena empleada, tiene buenas referencias además es muy profesional, bueno no como tú, pero sí es buena, y cuando venga solo dile que tiene que hacer su lugar y todo eso.

Ella toma el puente de su nariz y mira hacia abajo en forma de desaprobación—Dime que no le vas a coquetear como lo intentaste conmigo, Andrew. Porque yo no caí en tus trucos, no significa que ella no pueda caer—ella suspira cansada—Y luego hay que hacer un proceso de tener que despedirla, por involucrarte con tu secretaria, y me harás volver en el primer vuela para hacia aquí y mocharte el pene. Dime que no será así.

La miro sorprendido y algo juguetón y pongo—¡¿Yo?! ¡Jamás!... Además yo nunca fui coqueto, de lo contrario estarías conmigo, muñeca-sonrío y le guiño el ojo.

Rubí sonríe y sigue con lo suyo—Como digas galán. Ya vamos, son las 7:30 y ya está por llegar...—mira su libreta—Miranda... Uhm... Lindo nombre.

Rubi y yo estamos en mi oficina, yo en mí escritorio y ella en el sillón que está a un costado, ella está de piernas cruzadas escribiendo en su teléfono, me imagino que son los últimos detalles antes de ir al aeropuerto, escuchamos dos toques en la puerta, Rubí se levanta y abre la puerta, veo pasar a una morena con cabello oscuro, con altos tacones y un traje que le queda muy bien.

—Adelante toma asiento—dijo Rubí.

Miranda saluda cordialmente y Rubí se sienta al lado de ella, yo me mantengo en mí escritorio frente a ellas

—Miranda, ya me dijo el Sr. Collins que llenaste todas las expectativas, y lo que buscamos para llenar esta vacante, como sabrás te tengo que poner al tanto de todo lo que tienes que hacer, y en esta mañana te pondré a manejar lo que tienes que hacer. Sr. Collins, ¿Quiere decirle algo a Miranda?

Ellas me miran a la espera de mi respuesta, me mantengo mi calmado y hablo sin ninguna expresión en mi rostro— Bienvenida, espero mucho de ti, Miranda.

Ellas se retiran y me dejan solo en mi oficina, me pongo a ver los últimos detalles del proyecto, y entra una llamada a el teléfono de mi oficina.

Sr. Andrew, ya estamos en los toques finales para ir hoy en la tarde a l sitio que nos dijo, esperamos que nos acompañe y Saber su opinión.

Escucho atento a lo que me habla y miro algunos papeles antes de hablar—Está bien, estaré con ustedes, solo tengo que hacer unas diligencias y me reuniré con ustedes un poco más tarde.

Entra Rubí en silencio, ya que vio que es una llamada y me hace señas de que tomará asiento, la miro y asiento con la cabeza que.

—Bueno, eso es todo.

Finalizo la llamada y miro a Rubí.

—¿Donde Está Miranda?—Me pasa unos papeles para que los firme.

—Ella esta haciendo unas cosas que la mande hacer, a ver tu horario y familiarizarse con lo de la apertura del club—Me recuesto en mi silla y me paso las manos por mi rostro, miro la hora y son las 10:45 a.m—¿Ya tienes todo listo?

—Sí, bueno... solo faltan unas cosas que tengo que guardar en el apartamento, pero del resto bien, ya en una hora me voy a terminar de empacar

Cierro mi portátil y agarro mis llaves para salir—Vamos.

Me mira confundida—¿Para donde?.

Abro la puerta esperando a que ella salga, y lo hace—Vamos a tu departamento a terminar de hacer lo que tienes que hacer, y no quiero un "Aún no puedo"

Ella sonríe y ella se despide de Miranda, siento la mirada de mi nueva secretaria sobre mí, pero no le prestó atención.

Le abro la puerta de mi camioneta a mi compañera de forma caballerosa y le giño el ojo.

—Wow... No sabía que Andrew Collins era tan caballeroso, me impresiona.

Le sonrió y subo a mi ranger—Es que lavé a mi bebé, tú sabes para que no la ensucies.

Ella me pega en el hombro—idiota.

Me hago él ofendido—Niña ¡Que vulgar eres!

Ella me saca la lengua y se rie—Vamos, tengo cosas que hacer.

Enciendo la camioneta y piso el acelerador para llegar rápido al apartamento de Rubí.

Una hora Después de acomodar dos equipajes, cinco vasos de jugo y mi saco perdido por el departamento para luego encontrarlo metido en uno de los equipaje, ya estábamos sentados en el mueble de la sala muy agotados mirando a todo el equipaje.

—¿No era que ya tenías todo listo?—me acomodo el pelo con las manos.

—¡Hey! Yo no te dije que vinieras, yo lo hubiera hecho sola.

La empujo y me levanto para bajar el equipaje—Sí, claro... Con todo lo que hicimos y guardamos necesitabas un ejército, fue un milagro que termináramos a las 11:30a.m. Ya me dio hambre ¿Y si vamos a comer y luego te llevo al aeropuerto?

Ella se levanta para agarra su bolso y un equipaje—Me parece bien, vamos.

Salimos del apartamento para irnos a comer, pasamos por varios restaurantes, pero decidimos comprar comida rápida, unas hamburguesas y unas bebidas, no hay nada mejor que comer en un estacionamiento dentro de la camioneta escuchando música.

—¿Y tu mamá como sigue?—pregunté comiendo un poco de mi hamburguesa.

—No lo sé, ella no me quiere contar, pero el doctor me dijo que todo iba bien, pero tengo que estar allá para que me dé más detalles... Me da algo de temor ¿Sabes?

—Lo sé, no es fácil pasar por esas situaciones prácticamente sola, se que esto sonará muy cliché y todo eso, pero de verdad espero que se ponga bien, que todo salga como tiene que salir, y así puedas volver.

—Lo sé... eso espero, solo que ya no quiero hablar de eso...mejor nos vamos, mi vuelo ya debe estar por salir.

Asiento con la cabeza y boto las bolsas de comida y la llevo al aeropuerto justo a tiempo para su vuelo.

Llego la hora incomoda, no soy bueno para las despedidas y menos sí es para alguien tan especial como lo es Rubi y lo mucho que me ha ayudado, el saber que solo nos damos un último abrazo me pone algo mal.

—Se que todo estará bien, no estas sola en nada de esto, ni tú, ni tu mamá... te lo prometo—Le susurré mientras nos abrazamos.

Ella solo asiente y se va a la puerta que embargue, a lo lejos veo que sus labios que decían "gracias por todo"... Y así se fue...fue a luchar como soldado a la guerra, y a enfrentar todo y a todos los se paren frente a ella con solo un deseo en su corazón.

No espero que el avión despegue, ya que veo eso mucho más doloroso, así que solo me voy. Saliendo del aeropuerto y me entra una llamada de la oficina.

Sr. Collins. ¿Le falta poco para llegar? Sus empleados están a la espera de su presencia.

—Miranda, no tienes que ser tan formal así solo dime por mi nombre, y diles que ya voy en camino, que esperen en la sala en juntas.

Okay, Andrew. Menos mal porque veo muy raro decirte por tu apellido—se rie—Ya les digo.

Llamada finalizada.

Me detengo en una luz roja y solo tengo recuerdos con Rubí, recuerdos de cómo me tenía todo listo para las juntas con camisas limpias y planchadas, hasta cuando en día del aniversario de la compañía la ensucié con un pedazo de pastel en la cara en mi oficina, y lo preocupada que se veía su cara al enterarse que su mama tiene cáncer y esa mirada desgarradora...

Un claxon me saca de mis pensamientos y veo que la luz ya está en verde—¡Sí, ya oí!—grité y luego arranqué.

Llamo a Miranda mientras estoy debajo de la compañía.

Dime.

—Dile a todos bajen, vamos a otro lado.

Okay, ya vamos.

Me recuesto en mi camioneta afuera de ella y tengo estacionado una Ban enfrente de mi ranger, veo salir a todo mi equipo que lo integraban unas ocho personas más mi nueva secretaria.

—Vamos, todos suban a la Ban, la junta será en otro lado.

Todos me miran impresionados y yo les dedico una sonrisa a todos ellos.

Mi mirada se posa en Miranda—Sube a mi camioneta.

Miranda sube a mi camioneta sin duda alguna—¿Para donde nos llevas?—dijo mirando los arboles y la playa en su vista todo el tiempo.

—¿Siempre haces eso?

Ella me mira pero vuelve a ver a la ventana—Sí, me gusta mirar las cosas pasar, es como si todo cambiara y nada sería igual. ¿A ti no?

Ladeo un poco la cabeza—Tienes razón.

Ella se acomoda en su asiento y abre una carpeta que no me fijé que traía—Ahora que se fue Rubí, necesito que me digas cuáles son tus prioridades y que es lo que quieres que agende.

La miro de reojo y sigo con mi vista en la carretera—Bueno, prioridades son las llamadas o mensajes de mi familia cercana madre ,padre, hermano. Sí ellos te llaman, tú me llamas de una vez y si te escriben, tú me llamas hasta que conteste eso es lo único que tienes que recordar, lo demás es fácil , sí tengo una junta me llamas un día antes para recordarme y estár pendiente que llegue a la junta, sí me falta algo lo buscas, siempre estar pendiente de anotar todo lo que te digo, cosas que importen como un nombre de un socio o una dirección, como vamos empezando no seré tan exigente y te tendré paciencia como tú tienes que tener conmigo, y poco a poco sabrás que hacer, lo que pasó con nosotros está fuera de la compañía, aquí soy tu jefe afuera soy tu amigo ¿Entiendes?

Ella solo asiente con la cabeza y anota en una libreta.

—Y sí hay algo que no tolero, son las faltas de respetos o comentarios indecentes conmigo o con otros empleados, y los chismes están más que descartados.

—¿Quién crees que soy? Yo mantengo mi margen de profesionalismo muy bien, y solo pido respeto más nada para hacer bien mi trabajo—dijo respetuosamente.

Asiento con mi cabeza—Entonces estaremos bien y Podremos trabajar bien, tenía que decírtelo ya que soy directo con las cosas, y más con mis empleados—Miro como ella se tensa con esa última palabra y corrijo—Perdón, con mis amigos.

Llegamos al nuevo local que se está construyendo, en el lado norte de la isla a la orilla de la playa, me bajo y ya la camioneta que traía a mis empleados estaba estacionada, por lo que asumo que todos están adentro, bajo de mi camioneta junto con Miranda y entramos al local, todos están reunidos en el medio en forma de U mirando a hacia donde estoy entrando y todos ponen un porte serio, lo cual me hace reír.

—Bien, los traje hasta este local, porque como saben ya tome mi decisión, y antes que nada denle la bienvenida a nuestra nueva integrante...Miranda—Todos aplauden y le sonríen.

—Ella será mi nueva mano derecha, ya que Rubi tuvo unos inconveniente, así que ella me estará ayudando y deseo que la traten bien, como lo hacían con Rubí. Bueno, ya tome mi decisión y adivinen quien será...

Le hago seña a un señor como de la edad de mi Papá, para que entre y traiga la sorpresa que les tenía para ellos, el señor entra y deja una caja en medio de nosotros, poniéndola encima de una mesa, todos miran al señor quien se despide con la mano en el aire, todos se miran uno al otro y sonríen, solo escuchaban murmuros.

Doy un aplauso fuerte para llamar su atención, le hago señas a mi nueva colega y ella decide hablar.

—¿Alguno verá lo que hay dentro de la caja?

Y así fue como todos corrieron a ver lo que había en la caja, vi algunos que se cayeron otros empujándose, yo solo me reía al ver esa escena, noto la cara de decepción de unos y otros de felicidad.

Miranda grita felicitando—¡Felicidades, Brandon!

Brandon, no para de reír—Gracias, de verdad... Gracias por el pastel y por la oportunidad, no lo decepcionaré.

—Lo sé, porque sí lo arruinas... Estas despedido—Él se tensa y me río-Tranquilo, solo es juego, pero de verdad espero que entregues lo mejor de ti y que mantengas nuestros estándares altos como con los otros locales..

—Bueno, les agradezco a todos, no fue fácil decidir a quién elegir. Rubí y yo estuvimos días debatiendo quien sería el ganador, pero deben estar orgullosos por sus trabajos, todos fueron muy buenos, pero solo uno puede ser el ganador.

—Tendremos un pequeño compartir aquí en agradecimiento a todo su buen trabajo, así que... ¡Disfruten!

Entra un personal de un restaurante que contratamos, empezaron a servir aperitivos y bebidas, yo voy felicitando a cada uno y agradeciéndole su buen trabajo, pasamos todos un buen rato contando anecdotas y chistes, veo la hora y ya son las 6:00 p.m de la tarde

Miranda me entrega mi teléfono—Tu padre te está llamando.

Tomo mi teléfono y hablo—Dime Papá, ¿Como estás?

Hubo un sollozo—Es tu mamá...tienes que venir al hospital y busca a tu hermano rápido.

—Papá... pero ¿Que pa...

cuelga.

Dios mío... ¿Que paso? Mi mama... ¿Que le paso?

Me retiro del local y dejo a Miranda manejar todo y que se vayan a sus casas, voy a toda velocidad en mi ranger y encuentro a Pablo en una cafetería en la esquina de una calle.

Bajo el vidrio de la camioneta y el levanta una ceja—Vamos, entra rápid... es mamá, ella...

Pablo se pone palido y sube—¡Arranca! ¡¿Que le paso?!

Yo lo no lo miro y conduzco lo mas que puedo esquivando los autos lo mejor que puedo.

—¡¿Está bien?!

—¡No lo sé, y ya deja de preguntar!—Le grité

Llegamos al hospital y entramos rápido a la sala de urgencias, vemos a mi papá afuera de una puerta y al verlo Pablo corre a abrazarlo y le pregunta lo que tanto queríamos saber.

—¿Que paso?

—Lleve a su madre a la casa, se sintió mal todo el día, tenía dolor de cabeza y se mareaba mucho, si comía algo lo vomitaba de una vez, así que la acosté le di unas pastillas para el mareo, pero cuando fue al baño ella vomito y salió sangre.

Me congelo y no mostré expresión alguna en mi rostro,solo escuchaba en mi mente la última palabra, "sangre" ... Vomitó sangre

Digo a la obvio repitiendo lo que dijo mi padre—¿Sangre?¿Mucha?—dije repitiendo lo que dijo mi padre.

Mi padre solo asiente—La traje rápido, pero está inconsciente, el doctor la está revisando. Estoy afuera porque lo estaba esperando, así que voy a entrar, ustedes quédense aquí.

Asiento y me agarro del hombro de Pablo, me siento en el mismo sitio donde estaba mi padre y saco mi teléfono para buscar las causas del vomito con sangre, busco en g****e "vomitar sangre", veo una variedad de cosas y las más preocupantes son: problemas en los pulmones, desgarre, una embolia, pero dejo de buscar porque no me estaba ayudando, solo me preocupaba más.

Volteo mi mirada y veo a Pablo con una mirada perdida, pongo mi mano en su hombro—Todo saldrá bien, de seguro no es nada, no te preocupes.

Él ni me mira, ya han pasado dos horas veo la hora, ya son las 8:30p.m, miro a mi padre salir con una expresión neutra, era preocupante

—Su madre está estable, pero aún sigue sin despertar, el doctor tiene que hacerles unos exámenes más para saber qué es lo que le paso, y como proseguir, así que solo uno puede quedarse esta noche.

—Deja que yo me quede, por favor—dije sin dudarlo.

—¿Seguro, Andrew? Te ves cansado más que yo.

Lo abrazo con fuerza—Sí, estaré bien y además Pablo debe tener a uno de ustedes con él más que nunca, no a su fastidioso hermano mayor.

Él asiente y se va con Pablo que aún tiene una mirada perdida, me asusta en cierta forma que él esté así

Entro a la habitación donde está mi madre durmiendo y me siento a su costado tomando su mano, la miro dormir, una lágrima corre por y la limpio rápido.

La puerta se abre y entra un doctor y me mira—Tú debes ser... ¿Andrew?

Me levanto para estrecharle la mano—Doctor Murphy, mi madre... ¿Qué tiene?

Él doctor me hace señas para que tome asiento.

Esto no es bueno...

Hago caso y el mira sus hojas—Bueno, hasta ahora tu madre consumió un tipo de veneno que hizo que sus paredes estomacales se dañaran y causaran coágulos, provocando que vomitara sangre. Me imagino que tu padre te puso al tanto de todo—Asiento y él continúa hablando—En estos momentos ella está sedada por unos medicamentos que le dimos y son fuertes, cuando despierte podremos hablar con ella y así vamos a poder hacer otros estudios más afondo para descubrir qué tipo de veneno consumió, le dije a tu padre que no les dijera aún, ya que no estamos tan seguros de eso, solo te conté porque veo que tomas esto mejor que tú hermano.

—Gracias, doc.

El doctor se retira y al poco tiempo de irse salgo para tomar un poco de aire y fumar un cigarrillo.

**

¡Mami, mami! Yo te ayudo con las galletas, vamos Dejame ¿Sí? yo quiero cocinar tan rico como tú.

—Okay, hijo de mi corazón, puedes hacer las formas de las galletas las formas que quieras pero que sean bonitas ¿Sí, cariño?

¡Sí! yo haré las mejores galletas para dártelas, serán las más ricas de todas, porque tú eres la mejor mama de todas, y me gusta tu comida, no me gusta la de mi papá.

—Shhhhh— dijo mi mami poniendo su dejo indice en los labios—No le digas a tu papá que dijiste eso, porque sino volverá a cocinar para probarte que no es así, y no quieres eso ¿Verdad?

Niego con la cabeza y me tapo la boca con las dos manos y le sonrío a mami, ella me da un beso en la cabeza.

Te amo, hijo de mi corazón. Eres todo un regalo del cielo.

**

Mi mente me trae esos recuerdos que valoro tanto cocinando con mi mamá, y lo mucho que me sonreía. Ella tiene una sonrisa llena de vida.

Le doy una calada a mi cigarrillo y lo tiro al suelo para pisarlo e irme a la habitación donde está mi madre, habían unos asientos en el pasillo donde se ubicaba la habitación, me siento en uno de ellos para mirar el techo y luego cierro los ojos.

¿Por qué está pasando esto? ¿Por qué ella?

Sí ella se va yo... ahora sí que estaré solo...

No hay un amor mas grande que el de una madre por un hijo, a pesar que ella me adoptara, siempre me ha amado como si fuera su hijo biológico, la amo mucho, mi vida sin ella sería un caos total, su amor de madre me ha curado tantas heridas, pero aún tengo otras que no se han podido curar.

Siento que alguien se sienta a mi lado y me toca la rodilla para llamar mi atención, abro los ojos y veo a esa persona que no esperaba que llegara, tenía tiempo sin verla desde que nos graduamos.

Grace... Mi mejor amiga.

Ella sonríe-Hola, tonto... Veo que tu vida se formo un caos—Sonríe y mira a la puerta de la habitación de mi madre-Ella se va a recuperar, es fuerte ya lo ha demostrado.

Siento un peso, algo así como una presión en mí que me cuesta respirar—Lo sé... Sé que ella es fuerte, pero esta vez... No sé... No sé que pensar.

Ella da un golpe en la cabeza—Deja de pensar en tonterías, ella está bien.

La miro por el rabillo del ojo—¿Veniste para ayudarme ó para golpearme?

Ella me da otro golpe que me hace reír.

—Deja de pegarme.

Me da un golpe en la frente y yo la empujo.

—Es tarde son las ....las ...¡dos de la madrugada! ¡¿Que rayos haces aquí a esta hora?!

—Tu papá me llamo y me dijo que estabas aquí, así que vine a hacerte compañía y que no hagas estupideces como de querer tirarte enfrente de un carro, o algo así.

Bufo—Mi padre, tan exagerado como siempre, además eso fue solo una vez, y fue un reto, no fue algo que quise hacer, sabes que nunca le digo NO a un reto.

Ella se levanta y busca unas golosinas y me entrega un dorito.

Suspiro y me enderezo en la silla, era una silla de metal muy fría, cosa que pienso que deberían cambiarlas.

—Grace, mi vida ha sido una locura ahora.

Grace me dirá de reojo y sonríe—Pues... dime entonces, ya sabes... Para escribir una historia.

Sonrió al ver que ella solo come con tan entusiasmo su dorito, me da risa la expresión que pone al hahacerlo.

—¡Hey! Son unos doritos, no tu amante eterno ¿Lo sabes?

Ella ignora mi comentario para saborear un dorito lentamente, sonríe y se chupa los dedos—Son mejores que un amante a las tres de la madrugada, pero bueno tú debes saber eso ¿No?

Me cruzo de brazos y dejo caer mis hombros—Aveces creo que sabes más de mí, que yo mismo.

Grace me mira cansada—¿Me vas a contar sí o no? Esa historia tengo que escribirla para que me hagas millonaria.

Saco mi teléfono y le muestro la foto que la niña oreo mando en el grupo la primera vez, no digo nada y mi mirada inconscientemente se postra en la puerta que tengo al frente y decido hablar—¿Recuerdas esa vez que hablamos, antes de salir de la preparatoria? Esa vez que me dijiste que buscara una diversión, porque estaba aburrido y en mi vida no hay emociones. Pues ella es la diversión.

Grace mira la foto y alza las cejas en forma de impresión—Ella sí que es linda, de verdad y tiene un rostro de no se... ¿Inocencia, tal vez? Creo que es algo que no tenía tu ultima novia, y bueno sí ya es tu diversión...¿Me quieres decir que ya te aburriste de ella?—Niego con la cabeza y ella sigue hablando—¿Entonces? ¿Qué es lo tanto que te afecta? Sí es solo otra mas, ¿Qué quieres tener de ella? ¿De donde es?.

Duro un momento en responder pero le cuento—Ella es de donde yo vivía antes de venir, es una amiga muy cercana a Justin.

Grace se tensa un poco a escuchar el nombre de Justin, ella sabía parte de mí pasado y la amistad que tenía con él.

—A ella la conocí en un grupo, Justin me pidió que entrara y desde ese día empezamos hablar... Bueno, no tanto pero cuando hablamos fue todo tan fluido.

Grace me interrumpe mostrando una foto que hace que una sonrisa se escape de mis labios de la vergüenza. Era la foto que le envíe de la rosa y el libro.

—¿Y esta foto? ¿Tú se la enviaste? ¿De verdad?—Asiento y ella se echa a reír—Estas mal, de verdad... Como que el niño se está enamorando—canturreo la última palabra.

La lanzo una mirada de pocos amigos—No es enamorando, es solo que ella... No sé, tiene algo que tengo que saber, algo de ella... Es como sí fuera una historia que se tiene que leer—dije mientras entro al chat de Rosse y veo los primeros mensajes de ella, donde me cuenta lo que paso con sus relaciones, y todo lo que le escribo, ella tiene esa mirada que tanto conozco.

Trato de querer buscar una conclusión, pero no la encuentro.

Grace me entrega el teléfono y cruza sus piernas poniendo un porte serio—Andrew, ¿Qué es lo que quieres con esa chica? Aún no me dices que quieres sacar de ella, por lo que veo es solo una amistad o cuadre por teléfono.

Me tenso un poco—Primero... Lo que quiero de ella, es saber su historia y en segunda... Es solo mi amiga y ya.

Grace voltea los ojos—¿Sí viste que ella fue lastimada? Según por lo que te contó... ¿Viste que la utilizaron varias veces y no le daban el respeto que merecía? Se que tú tienes un buen corazón a pesar de la fachada que pones, yo puedo mirar a través de ella, y sé que quieres un juego con ella pero..

—Ya no quiero eso, ella no me ha permitido jugar con ella, y ya no quiero hacerlo—dije interrumpiendo lo que decía.

—Entonces... ¿Por qué no le sigues escribiendo y van paso a paso?

—¿No viste que ella me ha dejado en visto? Además ella me hizo una videollamada mientras estaba en el trabajo.

Los ojos de Grace se abren como platos—¿En tu trabajo?¿Y le contestaste?—Sonrío y Grace sigue hablando—Wow...Sí que estas mal como para responderle a una chica en hora de trabajo, y qué tú le contestaras, porque ni a mí me respondes los mensajes. ¿Por qué a ella sí le contestaste?

Me tapo la cara con las manos y froto mis ojos—No sé...Solo conteste y lo único que dijo fue: ¿Existe amor a primera videollamada? Y no me dejo hablar, ni siquiera pude decirle hola cuando ella colgó, desde esa vez no se más nada, y de paso el idiota que Justin me llama después de una pelea que tuvimos porque bese a una chica que él creía que era su novia, cuando en realidad no era así, y é me vio, lo que resultó fue que él era el juguete de la chica, y como me involucré con ella... Pues... Perdimos la amistad—Suspiro y veo que Grace me presta mucha atención—Él me llamó ayer y me dijo que lleva días sin saber de ella, que está preocupado y la verdad yo también estoy, porque ni siquiera a él le responde... Creo que dejo que esto me afecte más de lo que debería.

Ella me toma de la mano haciendo que me levante, me abraza con fuerza, yo le correspondo el abrazo que solo dura unos segundos y se separa para mirarme a los ojos—Sí de verdad te está gustando y sé que es así, se mejor que todo sus ex, pero se primero su mejor amigo, para que vea lo diferente que eres a todos esos perdedores, y con lo de Justin... Deja ya el pasado en el pasado, y actúa como tienes que actuar, admitiendo tus errores y arreglando las cosas.

Fue muy relajante poder hablar con Grace, me hacia tanta falta, luego de una larga conversació, solo seguíamos comiendo nuestros doritos con la mente vuelta un desastre, pero con ganas de mejorar.

De repente escucho los aparatos de donde está conectada mi mamá, escucho una alarma y entro rápido a la habitación, llamo al doctor asustado, entro en pánico y el doctor con un grupo de enfermeras entran a la habitación y tratan de sacarme, ellos no podían conmigo, yo quería estar allí con mi mamá, pero siento como Grace me jala del brazo, pero solo miro a mi madre teniendo la sensación que la estoy perdiendo, siento como algo se desgarra por dentro haciendo que me paralice

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