Por toda la casa, se escuchaban gritos y risas de niños, ya que mis tías venían a diario para planear la boda de Andy y Rosy, la fecha ya se había elegido, sería el 13 de enero en el cumpleaños de Andy. Todos estaban felices y ocupados, ya que mi hermana quería tener la boda del siglo, todo tenía que estar perfecto, incluso mi hermana tuvo que viajar a Colombia, por un vestido de novia, pues, ya había visto todas las boutique de la cuidad, y todos los vestidos le parecieron feos y pasado de moda.

Mientras yo, estaba en la cocina haciendo mi trabajo, que presentaría para el concurso de la beca, pero me era imposible concentrarme con tanto ruido, que hacían los niños en la casa, así que decidí salir de casa, no sin antes recibir unos benditos sermones de parte de mis tías y madre.

_ ¿A dónde vas hija? Pregunta mi madre.

_ Voy al parque...Necesito concentración para escribir mi proyecto; y con este ruido no puedo hacer nada. La inspiración se me va.

_ ¡Pero hija! Eso no es importante...Mas bien, estuvieras ayudándonos a planear la boda de tu hermana.

_Tiene razón tu madre Gaby...La boda de tu hermana, es lo más importante las otras cosas son irrelevantes. Me dice mi tía mientras mira una revista de centros de mesa.

_ ¡Exacto! Vamos hija, sé que no te agrada el novio de tu hermana, pero haz un esfuerzo.

_ ¡Madre! Le grito un poco nerviosa. ¿Qué estás diciendo? ...¿De dónde sacas que no me agrada Andy? Entonces, todas dejan de mirar las revistas y ponen sus ojos en mí.

_ ¡Ay hija! Es obvio que no te agrada, cada vez que Andy pone un pie en la casa...Tú, lo miras con un gran rencor como si algo en él te molestara. ¿Acaso hay algo que sabes de ese joven que no me hayas dicho? La mirada penetrante de mi madre me ponía la piel de gallina ya que si ella se lo proponía acabaría descubriendo todo lo que paso con Andy, y yo estaría en graves problemas con Rosy por no haber dicho que me gustaba su novio, en ese momento no sabía que responderle, pero por suerte la voz chillona de mi tía me salvo de aquel interrogatorio proporcionado por mi madre.

_ ¡Aahh! Ya entiendo lo que pasa aquí, dice mi tía mientras me guiña el ojo, yo estaba inmóvil con miles de pensamientos a la espera de que se haya descubierto todo.

_Tu hija tiene envidia..., le dice a mi madre.

_ ¡Que!...No creo responde ella.

_ ¡Sí!, mira que Rosy es menor que ella y ya se va a casar...Además con un apuesto muchacho ¡Vaya que apuesto! Dice mi tía con entusiasmo, mientras mi madre me mira de reojo y comienza a reír.

_Jajajajajaja...eso no es cierto, cada cosa que dices. En ese instante interrumpo a mi madre y comienzo a hablar un poco disgustada por los comentarios de mi tía.

_ ¡Oigan! Ya paren con eso, Okay...En primer lugar, me agrada Andy, segundo, no tengo envidia de Rosy y tercero, madre mis cosas también son importantes, que no estarías orgullosa de mi, si llegara a ganar esa beca.

_ ¡Si hija! Pero, ahora no es el momento para eso.

_Es inútil seguir hablando con ustedes, ya me voy. Salí de mi casa, muy molesta cargando en mi bolso mi laptop.

Cuando llego al parque, me siento debajo de un árbol, lejos de todos ya que seguía muy enfadada, sabía, que tenía que calmarme, pues, estando en ese estado, me sería imposible concentrarme en mi proyecto.

_ ¡Rayos! Tengo que calmarme...decía en voz alta, mientras me apoyaba al árbol.

Eran las 10:20 AM, cuando empecé a escribir el proyecto, faltaban dos semanas para la presentación y recién estaba empezando a escribir el documento, todo me estaba quedando bien, ahí, podía concentrarme tranquilamente, sin que nadie me moleste, pues, planeaba ganar la beca así no estaría presente en la dichosa boda.

_Me está quedando bien...Es hora de tomar un descanso.

Acostada en el suave pasto, miraba hacia el cielo azul, escuchaba a los pájaros cantar, el viento traía el aroma de las flores, estaba a punto de tener una pequeña siesta, cuando una pelota de futbol me golpea justo en la cara.

_¡Ayyyyy!¿Quién lanzo la m*****a pelota?...Miro a mi alrededor y no veo a nadie, de pronto un niño, como de siete años, de cabellos alborotados y lindos rizos castaños se acerca a mí, tenía un uniforme deportivo, por lo que asumí que era de él la pelota.

_ ¡Hola!...me saluda con una pequeña sonrisa inocente.

_ ¡Hola!, le respondí. ¿Es tuyo el balón? Le pregunte.

_No es mío... Es de mi hermano, él dijo que me enseñaría a jugar al futbol, pero... hizo una pausa, mientras su cara reflejaba decepción. 

_ ¿Pero qué? Le pregunte.

_Pero ya no tiene tiempo para mí, mi mamá, dice que es por lo que él, es un adulto y tiene muchas cosas importantes que hacer.

_ ¡Ah! Pero no estés triste, le dije al verlo desanimado... ¡Dime!; ¿Cuál es tu nombre?

_Alex.

_ ¡Alex!, mira tú, hoy estas de suerte... porque yo te enseñare, a jugar al futbol. De pronto su cara se llenó de emoción. 

_ ¡De verdad!, ¿Me enseñaras? ¡Oye! ¿Tú sabes jugar?

_ ¡Si claro! Le respondí, un poco insegura mientras me llevaba jaloneándome hacia la cancha.

_Mira esto es lo que tienes que saber, tú tendrás que hacer maniobras con la pelota, para distraer a tus oponentes.

_ ¡Ah! ¿Cómo los jugadores de la televisión?

_ ¡Sí! Exacto Alex, luego metes la pelota al arco, okay.

_Lo intentare. Dice, mientras yo voy al arco, y me pongo en modo de defensa. 

_ ¡Estoy lista! Le grito, entonces, el empiezan a venir hacia mí, haciendo sus maniobras de juego, quizás imitando a su jugador favorito, verlo hacer eso era muy gracioso, que comencé a reír un poco pero después se me vino a la mente, una escena similar de mi infancia, de cuando papá me enseñaba a jugar, todo era maravilloso antes, en eso un grito me hace salir de mis pensamientos.

_ ¡Gooooooooooool! Alex había metido un gol y celebraba su victoria.

_ ¿Qué? Estaba distraída, por eso metiste ese gol. Le dije.

_ ¿Si quieres puedo repetir ese gol? Me responde.

_Mejor te llevo a tu casa, deben estar preocupados por ti.

_Está bien, me respondió, mientras él va a recoger su pelota, en eso yo voy a buscar mis cosas, que deje debajo del árbol, luego salimos del parque en dirección a su casa.

Iba caminando, con este niño que había conocido recién, venia tomado de mi mano, tarareando una música infantil, tal vez.

_Entonces Alex, ¿Tienes hambre?

_ ¡Sí!

_ ¡Mira! un puesto de hot dog, ¿Quieres uno? 

_Se ve delicioso, claro que sí. Nos dirigimos a comprar, comíamos mientras caminábamos.

_ ¿Esta rico? ¡Eh! Alex.

_Sí. Me responde, mientras come.

_ ¡Oye! ¿Alex Estamos cerca de tu casa?

_Si, mira es esa.

Terminamos de comer, cuando llegamos a la casa de Alex, era bastante bonita y grande incluso el triple de grande que la mía, pues, era una mansión con jardines amplios y lagos artificiales lo que me causo mucha impresión. Toqué el timbre y salió el ama de llaves.

_ ¡Joven Alex! Estábamos buscándolo por todas partes, la señora Ana está preocupada por usted e incluso su hermano fue a buscarlo.

_ ¡Enserio Rosita! Responde emocionado Alex.

_Te lo dije Alex. Le dije, en eso el ama de llaves me mira de reojo un poco desconfiada.

_Joven Alex ¿Quién es esta señorita? Usted sabe que no debe conversar con extraños.

_Es mi amiga, y no es ninguna extraña. Responde Alex.

_Señorita, gracias por traer al joven a la casa.

_ No fue nada, le respondí. En eso llega un Ferrari rojo, me doy vueltas y miro que del auto sale una dama alta, delgada y bastante elegante, le calcule unos 40 años pero su apariencia la hacía ver más joven, lo que me dejo sorprendida fue que Andy salió del auto pero se miraba diferente nunca lo había visto tan elegante. Andy se había dado cuenta, que era yo y me mira con una cara de ¿Qué haces aquí? 

_ ¡Hijo! Grita la señora, mientras besa y abraza a Alex. Nunca más, vuelvas a desaparecer así jovencito. 

_Esta señorita lo trajo, dice el ama de llaves, apuntando hacia mí. En eso la señora, me mira de pies a cabeza.

_Gracias por traer a mi hermano a mi casa Gaby, dice Andy, mientras, su madre lo mira con cara de ¿la conoces? Y yo diciendo dentro de mi ¿hermano? ¿Casa? ¿Mansión? ¿Andy es rico? Fue un gran descubrimiento, por parte mía. La señora tomo a Alex de la mano y entro a la casa, no sin antes lanzarme una mirada de desprecio. Lo cual yo, quede impresionada, ni por lo menos me dio las gracias, por traer a su hijo de vuelta a casa. 

_Te llevare a casa me dice Andy, yo lo miro y digo.

_Gracias... pero prefiero tomar un taxi. 

_Perdona a mi madre, ella a veces es así.

_ ¿Así como? Despreciar a las personas y creerse superior que ellas. Le respondí un poco molesta.

_ ¡Oye tampoco es así! Andy comenzó a alterarse.

_Pues esa mirada lo dice todo, pero en fin ya me tengo que ir, Adiós.

Salí de aquella mansión un poco molesta, pensaba en esa señora ¿Cómo puede haber personas así? Dije en voz alta. Por otro lado, Andy se miraba muy molesto por las cosas que dije de su madre, Ash... que me importa, de lo único que tengo que preocuparme, es de ganar esa beca e irme lejos de ahí, olvidar todo lo malo que me tocó vivir.