El abogado Sergio Barrera escuchó en silencio, y con mucha atención, la historia de Gabriela, quién le pidió que se encontrarán poco antes de la firma del contrato con Bosé.

Las lágrimas de la mujer eran suficientes para conmover a cualquiera que desconociera la historia de ella y del tinterillo de Ernest Maxwell; además, no era la primera vez que la tenía colocando quejas o sembrando cizaña en contra de una modelo que causó un mayor impacto.

En la medida que avanzaba, el abogado pensaba que era justicia divina, Gabriela fue desplazada por completo de campañas similares a la de Anidaske, y la entrevista que hizo para la joyería Misumi, terminó en un desastre debido a las exigencias que realizó incluso antes de firmar contrato.

Para Barrera era el fin de la carrera en el modelaje para Gaby Olar, cómo firmaba en el mundo de las pasarelas y el glamour, nadie volvería a arriesgarse a un contrato con alguien que no conocía los límites, ni seguir instrucciones.

—Me podrías decir el motivo