Regresé a casa enfurecida, subí a mi habitación y simplemente azoté la puerta despertando a Blaire.
Blaire y yo teníamos una lista, donde apuntábamos a los chicos con los que nos habíamos besado y colocábamos puntajes; todo había surgido hace casi un año y medio cuando Blaire descubrió que su pareja de ese momento le había sido infiel y llevaba un registro de las chicas con las que había estado; ella se deprimió mucho al saberlo y junto a Dylan decidimos llevarla a un bar y tomamos hasta que lo soltó todo; lloro por un rato y luego todo lo que tuvo fue ira, yo hubiera estado igual si me hubiera enterado de lo que hizo ese idiota; en medio de todo el drama se me ocurrió una idea; si los chicos podían llevar un registro, ¿por qué nosotras no?; a Dylan no le gusto mucha la idea pero a Blaire le encanto; así que desde ese momento, decidimos que no tendríamos una relación seria, solo nos divertiríamos y sobre todo, decidimos que no repetiríamos con ningún chico; para nosotras ellos serían una diversión y punto. Más tarde Dylan me pregunto porque yo había propuesto esa idea y me decidí a contarle algo que ni siquiera Blaire sabía.
Desde ese momento, Blaire y yo habíamos llevado una lista, era nuestro pequeño secreto y para mí era muy divertido; al final, si los chicos querían tratarnos como si fuéramos objetos, ¿Por qué no tratarlos de la misma manera?
El resto de la tarde me la pase viendo películas con Blaire hasta que su madre la llamo para que regresará a su casa, ya que al día siguiente teníamos clases, a regañadientes ella acepto y espero a que viniera su chofer para llevarla a su casa; nos despedimos prometiendo hablar más tarde por teléfono y cuando se fue me dispuse a anotar a Aspen en mi lista.
Abrí mi pequeño cuaderno y lo admiré un poco mientras pasaba las páginas; siempre colocaba el nombre del chico al que había besado, una descripción de él, como había sucedido todo y al final una puntuación; en total había veintitrés chicos; cualquiera diría que era un gran número, pero para mí no lo era; había de todo en mi lista, una variedad de personalidades, de puntajes y cada vez que recordaba alguno de esos sucesos siempre me animaba.
Me gustaba tener el control, saber que era yo la que había elegido a esos chicos, saber que yo había jugado con ellos y me había divertido muchísimo, saber que se morían por mí y que nunca más podrían tenerme; sin duda alguna me encantaba mi lista.
Llegué a una página en blanco y escribí el nombre de Aspen Cleventton al inicio; que podía decir de él, era un idiota, egocéntrico y engreído, era un dolor de cabeza para cualquiera, pero su beso fue increíble y tenía que aceptarlo; había sido el mejor hasta ahora, quizá había sido el alcohol, pero había logrado desestabilizarme por completo, me había prendido como nadie y me había dejado con ganas de mucho más. Jamás lo aceptaría delante de los demás, pero había disfrutado mucho besar al idiota de Cleventton.
Escribí todo sobre esa noche en mi cuaderno y coloque un nueve en la puntuación, pero al momento de describir Aspen me quede en blanco; para mí él aún era un misterio; conocía una faceta de él, pero en el fondo sabía que ocultaba algo más, así que solo cerré mi cuaderno y lo guarde en un lugar seguro; lo último que necesitaba era que alguien lo leyera y me metiera en más problemas de los que ya tenía.
Me puse mi pijama y comencé a lavarme mi rostro con agua fría para después aplicar todo mi tratamiento de noche para la piel, mientras estaba en eso mi celular comenzó a sonar; de seguro era Blaire que me llamaba, así que sin mirar el número solo conteste
Mañana empezaría mi tortura, tendría que pasar todo el día con Aspen; Blaire me mataría cuando se enterara y de seguro se enojaría mucho por verse arrastrada a todo eso.
¿En qué me había metido?
Hoy tenía que asistir a la academia y por primera vez no estaba para nada emocionada; no sabía que me depararía el día y no tenía ni idea como podría soportar a Aspen. Me vestí y me arreglé mientras escuchaba música y cuando estuve lista bajé de prisa y me senté en el comedor a desayunar.Parece que alguien amaneció de mal humor - dijo BrandonClaro que no querido; si yo soy un rayo de alegría- dije dándole la sonrisa más falsa que teníaYa Lía, tu problema no es conmigo; anda dime que pasaNada, solo problemas en la escuela¿Tu? La gran niña perfecta tiene problemas – preguntó con falsa sorpresaVete al diablo niño, no estoy de humor para soportarteDebe ser un gran problema para que estés así de furiosa; pareces a punto de explotar - dijo riendo
Me levante molesta; otro día más no había podido dormir bien, maldito Aspen; lo que me había dicho sí que me había afectado. Pero con qué derecho opinaba sobre mi vida, cuando él tiraba la suya por la borda, con qué derecho decía que lo que hacía no era vivir; yo era feliz, si era cierto que era difícil mantener tantos secretos, pero valía la pena; podía conservar ambas partes de mi vida intactas y podía ser perfecta; ¿No era eso lo que todos querían en esta vida? Ser perfectos y no cometer errores, tener un buen futuro; un buen destino y una buena vida. ¿Por qué para Aspen eso no era importante? ¿Qué diablos le pasaba a ese chico? Él podía tenerlo todo, su familia era adinerada y poderosa; él tenía un futuro brillante, por lo menos eso era lo que todos decían cuando éramos niños; aú
Me levante con las energías renovadas y con una meta clara en la cabeza; desentrañar los oscuros secretos que guardaba Aspen Cleventton y quizá con ello librarme de su compañía y volver a mi ansiada rutina y a mi vida perfecta.Me vestí y arregle, salí de mi cuarto sonriente encontrándome a un Brandon en pijama y mirándome como si yo estuviera loca¿Eres bipolar o qué? De verdad, me estas asustandoBuenos días querido hermanito, está bello el día no creesEstas loca Lía; ayer parecía que querías asesinar a alguien y hoy pareces una princesa de Disney a punto de cantar de la felicidad y atraer animales del bosqueQue gruñón eres Brandon, solo anímateEstás loca y además, te has dado cuenta que es muy temprano ¿verdad?A quien madruga Dios lo ayuda hermanito
Había olvidado lo hermoso que era el ballet, amaba bailar; hace mucho que no tomaba clases, pero mi madre había insistido o más bien, había impuesto su decisión; me encontraba en uno de los salones de mi casa, con la maestra Marizza, tendría cuatro horas de clase semanales y quizá tal vez bailaría alguna obra si mi desempeño era excelente.Plié en primera posición; ahora has un Arabesque – dijo la Maestra y se acercó a mí – mantente firmeAsí continuo la clase, entre Arabesques, grands battmente, Battement Dégagé, mientras que la maestra me gritaba una y otra vez que debía mantenerme firme, con una buena postura; realmente la presión era mucha pero ya estaba acostumbrada, además si no destacaba en el ballet mi madre se enfadaría y realmente no tenía ganas de tener más problemas.La clas
Me relajaba escuchando la música proveniente de los parlantes que estaban en el baño, dejaba que el olor a jazmín me invadiera mientras pensaba; esto realmente me encantaba, dejar de pensar y solo concentrarme en las sensaciones que sentía en cada parte de mi cuerpo, el calor abrasador de las velas, el olor profundo, la fluidez del agua contra mi piel y la música, que podía hacerte reír o llorar, la música que calmaba a un alma perturbada y hacia retumbar a un corazón estático.Mi mente viajaba por todas partes, mis pensamientos divagaban sin centrarse en ningún momento especifico, me sentía liviana, tranquila hasta que mi celular comenzó a sonarLía bella, ya estoy yendo a tu casa - escuche decir a Blaire al otro lado de la línea¿No es muy temprano?¿No has visto la hora? - y en ese momento fue que me percaté de que era
Me movía con la música y dejaba que el alcohol tomará el control, quería dejarme ir; dejar ir toda la frustración, toda la presión, todas las pesadillas que me atormentaban; entonces en medio de todos los cuerpos que bailaban a mi alrededor, vi como Aspen se acercaba a mí; él también parecía estar bajo los efectos del alcohol y miraba fijamente mi cuerpo que bailaba frente a sus ojos; él camino hasta estar parado frente a mí y ambos nos quedamos totalmente quietos, mirándonos a los ojos y lentamente sentí como si una corriente eléctrica recorriera toda mi columna vertebral; él me observaba atentamente y ambos comenzamos a movernos al son de la música.Había olvidado nuestra discusión de hace tan solo unos minutos, tal vez era alcohol o tal vez solo eran las ganas y la hormonas en mi cuerpo, pero seguí bailando sin importar nadaAsp
Teagan Cleventton, era una chica hermosa, un año menor que Aspen; era la niña modelo, como yo, como mucho antes lo fue Aspen, pero cuando él comenzó a cambiar; algo también cambio en Teagan aunque nadie se dio cuenta, hasta que fue demasiado tarde.Antes de que Teagan cumpliera los quince años todo se derrumbó, nunca supe en realidad que había pasado, pero estaba claro que la antes niña modelo ya no existía más; se veía diferente, Teagan se había dejado ir y en nuestro mundo, eso era un gran crimen.Cuando les pregunte a mis padres por ella, solo me dijeron que ella había estado juntándose con malas compañías que la llevaron a hacer cosas terribles y que por ello sus padres la habían llevado a un lugar para que se calmara y reflexionara, nadie esperaba que sucediera lo que paso, Teagan se escapó del lugar en el que sus padres la hab&iacut
Cuando entre en la casa, no sé por qué razón solo pude sonreír y mire la flor que aún estaba en mi mano, era realmente hermosa, en verdad, esta noche había sido hermosa.Subí a mi recamará tratando de hacer la menor cantidad de ruido posible, entre a mi habitación y dejé la flor sobre mi tocador; comencé a desvestirme y cuando me senté para desmaquillarme, por fin me di cuenta de la hora; eran casi las cuatro de la mañana, el tiempo había pasado volando. Me coloque mi pijama y lave mi rostro, me aplique unas cremas y apague mi celular, aunque sea dormiría un par de horas~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~Desperté poco después por el sonido de golpeteo en mi puertaPasé – dije bostezandoBuenos días señorita, lamento despertarla tan temprano pero su madre llamó para record