Sabían que Isis iba a despertar; hablaban alrededor de ella para que creyera que había sido una pesadilla. Isis no quiere abrir sus ojos, no quiere despertar, porque siempre que lo hace se da cuenta de que sigue encerrada en una pesadilla. Pero hoy hay algo diferente: escucha voces conocidas a su alrededor.
—Ya ha dormido demasiado. Si no despierta hoy, la enviaremos a un hospital —escucha esa voz conocida, sí, conoce esa voz, es Jacking.—Sí, yo creo que es lo mejor. La primera vez estuvo dormida doce días, y ahora va por diez, y aunque no encuentro un motivo físico para ello, sigue durmiendo. Todas las pruebas que le he realizado demuestran que no posee nada físico. Estoy convencida de que es psíquico —comenta la voz de una mujer; ella sabe quién es, es Teka, la doctora.Isis siente cómo la mano de Jacking le toca su frente. ¡Oh, Dios! ¡Ha despertado de esa horrLuego se puso un pantalón azul oscuro, unas botas carmelitas que hacían juego con su chaqueta del mismo color. Se maquilló un poco para borrar las ojeras que tenía y salió de la casa, para encontrarse con Jacking recostado en su camioneta; se veía extremadamente sexy.El alfa sintió cómo la mirada de la humana lo inspeccionaba con curiosidad y admiración, mientras él fingía revisar algo en su agenda. Isis caminó despacio, seguida de Mat, que miró a Jacking con sus ojos dorados como si le advirtiera que la tratara bien, lo que le hizo sonreír imperceptiblemente.Por un momento, mientras avanzaba a su encuentro, a Isis le pareció que Jacking podía ver a su lobo también. Luego él dirigió su mirada hacia ella y abrió la puerta, invitándola a sentarse en el asiento del copiloto. Isis dejó pasar primero a su l
Isis no sabe qué hacer, se siente cada vez más furiosa. Se pregunta por qué trata a todas esas mujeres con amabilidad, mientras que con ella es un témpano de hielo. Y como si su mente le respondiera, vuelven a ella las palabras de Jacking cuando le confesara su amor:"¡Te prohíbo amarme, humana! ¡Te lo prohíbo!"Suspira sintiendo cómo las lágrimas asoman a sus ojos. Jacking no la ama, ni siquiera parece agradarle como mujer. Pero... ¿cómo va a convencer a su corazón, que late desbocado cuando lo ve, que no lo ame? Todavía no sabe qué nombre dar a todos estos nuevos sentimientos que se han despertado en ella. Se siente de pronto pequeña y perdida. Busca a su lobo al no sentirlo ni verlo.Suspira dejando escapar casi un sollozo. En esos momentos desea a su lobo imaginario con ella. Jacking, aunque aparenta no prestarle atención, está pendiente
Jacking, observando cómo ella absorbe el olor de una flor con deleite y cierra los ojos extasiada, nota cuando salta asustada. Retrocede rápidamente hacia ella y con una mano se adueña de su brazo, haciendo que Isis se gire para verlo con el ceño fruncido y una mirada que le aterra.—¿Por qué no me sigues? ¡Estoy trabajando, no puedo estar todo el tiempo pendiente de ti! ¿Puedes, por favor, seguirme? —le pide con una voz ronca que la hace estremecerse; por un momento se le parece a la voz de sus pesadillas.—Solo me entretuve con esta preciosa flor, tiene tu olor —le explica inocentemente Isis mientras le muestra la flor.Jacking comprende que realmente el olor de esa flor era su esencia única de mitad, que solo ella podía oler y reconocer. Se queda mirándola fijamente al sentir la revelación de su esencia por su mitad. Isis le sostiene la mirada observando c&oac
Jacking se asoma de vez en cuando a la puerta de su casa y mira hacia la colina de la luna. Su lobo Mat lleva más de tres horas sentado inmóvil, contemplando la lejanía. Sabe que algo le preocupa, pero no quiere presionarlo para que hable, después de todo, son uno solo. La actitud de su lobo lo afecta y no le permite concentrarse. Por ello, decide ir a ver qué le sucede, se acerca y se sienta a su lado.—¿Qué te pasa, Mat? Llevas horas sentado ahí, en silencio. Vamos, confía en mí —casi le ruega mientras pasa una mano por su cabeza.Su lobo se deja acariciar sin mirarlo, hasta que se tumba a su lado, colocando su enorme cabeza en las piernas de su humano. Se queda así, recibiendo las caricias como si necesitara llenarse de valor. Luego vuelve a sentarse a su lado antes de resoplar.—Jacking, llevo tiempo debatiéndome entre contarte mi historia,
La miré un rato a los ojos, viendo cómo comenzaba a ser devorada por las llamas sin inmutarse. Su hermosa piel comenzó a arder mientras ella seguía mirándome sin emitir una sola queja. Iba a girarme para marcharme y no ver cómo era consumida por las llamas, pero su voz me detuvo.—Sé que no me vas a creer, Mat, pero yo te amo. Sé que voy a morir ahora, pero tú jamás podrás ser feliz, porque tú y yo somos uno —dijo con una tristeza que no entendía—. Tú eres el orden y yo el desorden. Tú eres la calma, y yo la locura. Yo soy todo lo contrario a ti, Mat, por eso no podemos vivir uno sin el otro. Y voy a regresar, Mat. Tarde o temprano, volveré. Y haré de tu mundo, y de todos aquellos que te importen, un infierno. Porque está en mi naturaleza. No puedo hacer otra cosa.Diciendo esto, lanzó su último suspiro. Pero el caos
Después del susto en el festival de las flores, Isis se sentía más tranquila. Para decir verdad, no salía de la casa. Había llamado varias veces al hotel para ver si tenían habitaciones disponibles, pero aún nada. En realidad, no quería irse. Mat le había dicho que creía que fuera de allí no podría seguirla. Y ella no entendía por qué, si era su lobo imaginario. Debería poder seguirla adonde fuera.A Jacking apenas lo veía, y cuando lo hacía, siempre encontraba esa mirada fría que la aterrorizaba y la estremecía a la vez. Cada día, le gustaba más ese hombre, mientras que ella le gustaba menos. Se esmeraba por vestirse provocativamente, pero hasta ahora, no había salido un elogio de sus labios. Y sufría en silencio. Ahora entendía por qué su querida mejor amiga Antoni lloraba tanto cuando le rom
En ese momento, Jacking logró recuperar el control de su cuerpo, apartándose bruscamente antes de que los labios de Isis alcanzaran los suyos. Sin mediar palabra, salió precipitadamente de la cocina, azotando la puerta tras de sí. Corrió hasta las cuevas, conjurándolas para encerrarse en una de las habitaciones. Las llaves de las rejas volaron lejos, asegurando su aislamiento.Isis permaneció inmóvil en medio de la cocina, desconcertada por su reacción. Cada encuentro con Jacking la dejaba más confundida sobre la verdadera naturaleza de aquel hombre. Subió a su habitación y se dio un largo baño con agua fría, intentando calmar el torbellino de emociones que la embargaba. Al acostarse, el sueño la envolvió rápidamente.Mientras tanto, Jacking se había refugiado en la cueva, luchando contra su propia excitación. Cuando finalmente lo
Los preparativos de la boda lo tenían completamente alterado. Bennu siempre había sido un hombre reservado, poco dado a la conversación. Sin embargo, su compañera Netfis era todo lo contrario, y lo estaba volviendo loco con sus innumerables peticiones. Él se limitaba a asentir a todo, tanto para mantener la paz como para hacerla feliz.El Alfa Amat le había advertido que ese no era el camino correcto, que debía mostrar más dominio. Pero después de haberla esperado durante tanto tiempo, Bennu no quería arriesgarse a hacerla infeliz. Además, el temperamento de Netfis era explosivo; su costumbre de decir las cosas de frente la podría meter en serios problemas cualquier día.A diez días de la boda, casi todo estaba listo. Solo faltaban algunos muebles por llegar a la casa. El lugar le agradaba enormemente; podrían estar solos hasta la llegada de los hijos,