Estabamos comiendo, cuando se escuchó la melodía de un móvil mirando, James el suyo ya que su hermano tenía una diferente melodía. Nada más contestar él a la llamada, se levantó de la silla como un rayo, saliendo del salón, haciendo lo mismo Cristofer acercándose a donde James se había marchado. Cuando volvieron a entrar los dos, se quedaron mirandome muy serios, como si quisieran decirme algo y no se atrevieran

— ¿Qué pasa, no me digáis que? no Cristofer dime algo, James ¿que pasa? mi hija !! NOO¡¡ — grite levantandome de la mesa, cogiendo a Cristofer de su camisa zarandeandolo

— Tranquila mi amor, encontraremos a nuestra hija — me dijo él, cogiendo mis manos con sus manos, rodeando después mi cuerpo con sus brazos mientras yo lloraba sin consuelo

— Noelia, la encontraremos, cálmate por favor, abuela hazle una infusión, Cristofer y yo nos vamos al colegio, mi gente tiene que darme algunas explicaciones — le dijo James

Pero antes de que los hombres se marcharan de casa, empezo a sonar