En el hermoso país de Italia, Lukani de había reunido con su familia donde pudo dar una explicación más clara de lo que había sucedido en la iglesia, la familia Gambino se sentía muy ofendida, ese gran agravio no se podía dejar así

Lukani desde que Sasha se llevó a Abigail, no vivía, lo único que tenía en su cabeza era recuperarla y matarlo, pero está vez si iba a comprobar que estuviera muerto, no se volvería a llevar la sorpresa de que resucitara de nuevo

¡Eres un maldito Sasha Diamantis! ¡me la arrebataste, ella se iba a casar conmigo, éramos felices, no puedo permitirte que te la quedes, yo la amo, la necesito en mi vida!

El mano derecha Donato, estaba furioso, se culpaba por qué el mafioso griego los había tomado por sorpresa, fue un descuido imperdonable que su jefe y amigo estaba sufriendo

Las ojeras de Lukani por no dormir eran más que evidentes, su humor estaba de perros, el italiano sentía que se lo estaba llevando el diablo, no tenía un momento de sosiego

¿Qué quieres hacer